Kant: El Ser Humano como Fin en Sí Mismo - Análisis Filosófico
Enviado por Chuletator online y clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 4,56 KB
Kant: El Ser Humano como Fin en Sí Mismo
Autor: Immanuel Kant, principal representante de la filosofía ilustrada alemana del siglo XVIII. Educado en la tradición racionalista, su filosofía crítica, denominada "idealismo trascendental", pretende superar la oposición entre racionalismo y empirismo.
Texto B: "Ahora yo digo: el hombre, y en general todo ser racional..."
Tema
Los seres racionales son siempre fines en sí mismos y nunca deben ser utilizados como medios.
Ideas Principales
- Los seres racionales han de ser considerados siempre como fines en sí mismos y no como simples medios.
- Los objetos solo tienen un valor relativo a las inclinaciones que despiertan en los seres racionales.
- Los seres irracionales cuyo valor es relativo, pueden ser medios y se llaman "cosas". Los seres racionales tienen valor por sí mismos, son fines y se llaman "personas".
Relación de Ideas
El texto expone uno de los rasgos fundamentales de los seres humanos: son fines y nunca deben ser tomados como medios.
En la primera parte del texto, se diferencia entre objetos, que tienen un valor condicionado o relativo, y seres racionales, cuyo valor es absoluto.
En la segunda parte del texto, se asocia este valor relativo a la irracionalidad de los objetos y a su definición como "cosas", mientras que la racionalidad de los seres humanos los hace ser fines en sí mismos, llamados "personas", que no pueden ser utilizados como medios para obtener algo.
Explicación de las Ideas
En el texto, Kant nos presenta la base de la segunda de las tres formulaciones del imperativo categórico:
- Cualquier norma moral ha de ser universal.
- Dicha norma ha de considerar a las personas como fines en sí mismas.
- La voluntad, en tanto que capacidad racional, es legisladora universal, genera la ley moral universal. Esta voluntad ha de ser autónoma.
Según este segundo aspecto del imperativo categórico, ningún ser humano puede ser utilizado sólo como un medio para lograr un fin, es decir, ningún ser humano puede usar a otro como mero instrumento, ya que todo ser humano es un fin en sí mismo. Los objetos tienen un valor relativo que está condicionado por las inclinaciones de las personas, por lo que su valor se deriva de la voluntad que siente inclinación, deseo o necesidad de ellos. Por el contrario, los seres humanos tienen valor por sí mismos, su valor no depende de nada ajeno a ellos, podríamos decir que son valores absolutos.
La última parte del texto nos aclara esta diferencia entre los objetos-instrumentos y los seres humanos-fines. Así, Kant distingue entre los seres irracionales, cuyo valor es relativo y pueden ser usados como medios (cosas) y los seres racionales, cuyo valor es incondicionado y que son fines en sí mismos (personas).
En conclusión, para Kant, la situación ideal será aquella en la que todos se traten mutuamente como fines y no como medios. En este caso, las personas actúan movidas por el respeto mutuo, lo cual significa que se respeta la libertad de los demás. En esta situación ideal, la moral formal de Kant dirigiría las acciones y la convivencia humana.
Vigencia de las Ideas del Texto en la Actualidad
La ética kantiana ha sido muy influyente en la historia, incluso en la actualidad.
La ética del discurso de Habermas es clara heredera del pensamiento del ilustrado alemán. Habermas acepta el planteamiento de Kant, aunque, mientras que para Kant la razón de cada individuo es la que debe decidir si la validez de la norma cumple o no los requisitos del imperativo categórico, para Habermas es el diálogo entre las personas el que deberá decidir.
La idea principal del texto es fundamental para el desarrollo de una convivencia pacífica y para que la justicia y la igualdad puedan ser realidad en cualquier comunidad, porque tomar a los seres humanos como fines y no como medios significa que no serán utilizados de ninguna manera. Eso quiere decir que sus derechos inalienables serán respetados y su libertad reconocida.
El valor de estas ideas es evidente, aunque no se respetan siempre. Para empezar, hoy día no todos los seres racionales son considerados de la misma manera: los inmigrantes, los pobres, los marginados también son humanos, pero sólo en la teoría, pues su dignidad es ignorada.
Así pues, para lograr igualdad y justicia, se debería asumir que todo ser humano ha de ser respetado y que debemos actuar "por deber" y no por intereses privados.