Justicia y Ética: Aristóteles y Estoicismo
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Justicia según Aristóteles
La Virtud Suprema
Entre todas las virtudes, la más alta para Aristóteles es la justicia. Representa la justa medida en la distribución de bienes, ventajas y sus contrarios. Aristóteles elogia la justicia con la siguiente frase: "Ni la estrella de la tarde, ni el lucero del alba, son tan dignos de admiración como la justicia".
Justicia como Virtud
La justicia, previamente tratada en la mitología y por los presocráticos como un atributo divino, se presenta en Aristóteles con una concepción no religiosa, sino plenamente racional. Posteriormente, este concepto aparecerá como idea en Kant y como valor en la era neokantiana.
Para Aristóteles, la justicia como virtud es subjetiva, una cualidad o mérito personal. Consiste en una medida de proporcionalidad de los actos, representando el punto medio entre el exceso y el defecto. Distingue dos especies de justicia:
Justicia Distributiva
Esta forma de justicia (que luego se vería en la justicia del derecho público) se aplica al reparto de honores y bienes públicos. Busca que cada uno reciba la proporción adecuada a lo que merece. Reclama el principio de igualdad, que, según Aristóteles, consiste en "tratar igualmente a los iguales, y desigualmente a los desiguales".
Justicia Sinalagmática
Regula las relaciones de intercambio según un criterio de igualdad. Se subdivide en:
- Conmutativa: Aplicable a las relaciones voluntarias de intercambio (como en los contratos), buscando la equivalencia y proporcionalidad entre las prestaciones de las partes.
- Judicial: Aplicable a las infracciones, exigiendo paridad o proporción entre el daño y la reparación, entre el delito y la pena (justicia del Derecho penal).
Lo Justo Natural y Legal
- Lo justo natural: (Aristóteles lo relaciona con el derecho político) aquello que en todas partes tiene la misma fuerza y no depende de las convenciones humanas. Su concepción naturalista se ilustra con el ejemplo del fuego: "arde lo mismo aquí que en Persia".
- Lo justo legal: su contenido es, en principio, indiferente y se establece por convención humana (una ley lo hizo así). En esta relatividad de las leyes humanas, contrastándolas con lo inmutable de lo justo natural, se encuentra la distinción entre derecho natural y derecho positivo.
Ética Estoica
La Felicidad según la Naturaleza
La ética estoica, la parte más influyente de esta escuela, postula que el fin del hombre es la felicidad, que se consigue viviendo conforme a la naturaleza. Se trata de conciliar nuestro propio ser con aquello que lo conserva y lo impulsa a actuar.
El Bien y el Mal
El bien moral para los estoicos es lo que conserva y desarrolla el propio ser. El mal es lo que lo merma o disminuye, un vicio en el sentido del logos (razón), la forma divina de todas las cosas. El estoicismo niega que todo lo útil para nuestra naturaleza biológica sea un bien, y que todo lo que la daña sea un mal.
El estoicismo se centra en el bien y el mal en el sentido moral del logos. El bien y el mal relativos al cuerpo son, según Zenón, adiáforos (indiferentes, carentes de valor moral). Este contraste, típico de la ética estoica, causó estupor en la época de Zenón, un período marcado por el declive de la polis y la incertidumbre. La ética estoica ofrecía refugio ante las adversidades, consideradas adiáforos.
Actos y Deberes
Las acciones realizadas según el logos son actos moralmente perfectos; las que no lo son, son errores morales o actos viciosos. Entre ambos extremos, existen acciones adiáforas. Cuando estas se realizan de forma racionalmente correcta, se llaman acciones convenientes o deberes.
Zenón explicaba que si la mayoría de los hombres (excepto el filósofo) eran incapaces de realizar actos moralmente perfectos, sí podían cumplir los deberes que ordenan las leyes. Estos deberes, que los romanos y Cicerón tradujeron como oficio, se transforman en acciones perfectas para el sabio y en acciones convenientes para el hombre común. A partir de entonces, el concepto de deber se consolidó como un concepto crucial, tanto para la moralidad occidental como para el ámbito jurídico.