Joyas del Renacimiento y Manierismo: Palacio de Carlos V, El Escorial y el David de Miguel Ángel

Palacio de Carlos V

Ficha Técnica

• Autor: Pedro Machuca
• Cronología: 1527-1563
• Estilo: Manierista

Descripción Arquitectónica

El conjunto articula una planta cuadrada con un sorprendente espacio central: un patio de forma circular. En dicho patio, los órdenes arquitectónicos siguen una composición clásica. El cuerpo bajo se decora con el orden dórico-toscano, presentando un friso con metopas y triglifos, mientras que para el cuerpo superior se emplea el orden jónico.

Los espacios vacíos generados por la superposición del círculo sobre el cuadrado sirven para situar las monumentales escaleras de acceso a la planta superior. La galería baja se cubre con una bóveda anular, mientras que la del primer piso se techa con una cubierta plana acasetonada.

El perímetro exterior presenta un imponente cuerpo bajo con un robusto almohadillado, que le confiere un aspecto de fortaleza. Destaca la portada central, con una puerta coronada por un frontón triangular y columnas de orden jónico, y un cuerpo superior con columnas de orden corintio. El exterior está ornamentado con relieves alegóricos al poder militar del emperador y alusiones a los trabajos de Hércules, considerado el mítico fundador de la monarquía hispánica.

Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

Ficha Técnica

• Autor: Juan Bautista de Toledo
• Cronología: 1563-1584
• Estilo: Manierista

Estructura y Estilo

El monumental conjunto ocupa un rectángulo de 207 por 161 metros, con cuatro torres en los ángulos coronadas por chapiteles recubiertos de pizarra y una cubierta general a dos aguas salpicada de ventanas y chimeneas. La fachada principal articula toda la planta en forma de parrilla, en clara alusión al martirio de San Lorenzo, a quien está dedicado el monasterio.

A la sobriedad de la piedra granítica se le añade la utilización del orden toscano en la mayor parte del conjunto y del orden dórico en la iglesia, reforzando una sensación de austeridad y grandeza clásica.

Función y Simbolismo

El Escorial nace con una triple función: ser un monasterio para los monjes de la Orden de San Jerónimo, albergar una basílica y un panteón real, y servir como residencia-palacio para el rey Felipe II. Su construcción se ordenó para conmemorar la victoria española en la batalla de San Quintín.

El David de Miguel Ángel

Ficha Técnica

• Autor: Miguel Ángel Buonarroti
• Cronología: 1501-1504
• Dimensiones: 517 cm de altura
• Tipología: Escultura exenta
• Tema: Religioso

Descripción Formal y Estilística

La figura de David lleva en la mano izquierda la honda, que cae sutilmente sobre el hombro y la espalda, mientras que el brazo derecho pende verticalmente en aparente calma. La cabeza se gira enérgicamente hacia su derecha, ofreciendo el perfil al espectador que se sitúa frontalmente. Una pierna, ligeramente doblada, avanza hacia delante, mientras la otra, tensa, soporta el peso del cuerpo en un claro contrapposto que recuerda a los kouroi griegos.

La obra, concebida para ser vista principalmente de frente, tiende a marcar lo desmesurado de sus proporciones. La figura está en un estado de máxima tensión contenida:

• La pierna derecha, sobre la que se apoya.
• El pie izquierdo que se aleja.
• La mano que sujeta la honda.
• El codo doblado.
• El cuello girado.

Ningún miembro está relajado. El movimiento es contenido, centrípeto, con líneas de fuerza que retornan al bloque de mármol. La cabeza nos permite percibir la pasión del rostro, con su intensa sensación de vida interior; es una figura que respira, casi jadeante, a la expectativa de un acontecimiento importante, premonición de la terribilità de Miguel Ángel.

Análisis Temático e Iconográfico

Miguel Ángel se aleja de los cánones clásicos para mostrar la tragedia interior del personaje. A pesar de que rompe con las técnicas clásicas, la obra sigue erigiéndose como un icono clásico.

En este David, el escultor no representa al guerrero que expresa las virtudes más aplaudidas por los florentinos: la fortaleza y la ira. Miguel Ángel rompe con la tradición iconográfica florentina de representar a David como un adolescente desnudo con la cabeza de Goliat a sus pies, convirtiendo al héroe bíblico en un héroe renacentista, símbolo de la fuerza republicana de Florencia. Esta concepción contrasta con las representaciones anteriores, como el David de Donatello (Renacimiento), y posteriores, como el David de Bernini (Barroco).