Joyas de la Arquitectura del Siglo XX: Le Corbusier, Mies van der Rohe y Frank Lloyd Wright
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Unidad de Habitación en Marsella
Esta obra fue realizada por Le Corbusier, uno de los arquitectos más importantes de la arquitectura racionalista del siglo XX. Se construyó en 1947.
El racionalismo o funcionalismo se caracteriza por considerar que una obra es bella en la medida que es funcional y práctica. Rechaza todo tipo de ornamentación y pretende crear formas geométricas elementales; en este caso, el edificio es un prisma rectangular de 130 m de longitud, creando un espacio cerrado.
Han desaparecido los elementos constructivos de la Antigüedad (columnas, arcos, frontones, etc.) y se crea un lenguaje nuevo apoyado en el progreso técnico y los nuevos materiales: el hormigón armado, el acero y el vidrio.
Le Corbusier establece las proporciones del edificio a partir del “Modulor”, una figura humana con el brazo levantado.
Principios básicos de la Unidad de Habitación:
- Se levanta sobre pilares (pilotis) que dejan la parte inferior para garajes, tiendas, etc.
- El techo es una terraza con una pista de atletismo y un estanque.
- Las ventanas son longitudinales y apaisadas para conseguir mayor luminosidad.
- La planta y la fachada son libres, diseñándose en función de las necesidades de cada piso (apartamentos, tiendas, hotel, etc.).
Pabellón Alemán de la Exposición Universal de Barcelona (1929)
Su autor es Mies van der Rohe, importante arquitecto racionalista del siglo XX.
Características del Racionalismo en el Pabellón:
Para el racionalismo, un edificio es bello si es funcional y práctico. Esto se concreta en:
- La ausencia de decoración.
- La búsqueda de la simplicidad de las formas.
- El retorno a los volúmenes elementales.
Este arquitecto concibió una clara muestra del sentido centrífugo y abierto de la arquitectura: los largos muros se continúan eludiendo esquinas y configurando espacios internos abiertos al exterior.
Diseño y Materiales:
El edificio se eleva sobre un pódium de hormigón en el que se ubican dos estanques que reflejan los elementos arquitectónicos. Los paramentos son de vidrio o de mármol. Los pilares son metálicos, tienen forma de cruz y están revestidos de acero cromado. Su sección en cruz supuso una novedad formal con respecto a los pilares de la época, habitualmente cilíndricos.
Con la fluidez de los espacios y la riqueza visual, pretendía transmitir la idea de libertad y de progreso de la nueva República Alemana.
La Casa de la Cascada (Fallingwater)
Fue diseñada en 1935 por Frank Lloyd Wright, arquitecto representativo del organicismo, el otro gran movimiento arquitectónico del siglo XX junto con el racionalismo.
Principios del Organicismo:
Ambos movimientos (organicismo y racionalismo) comparten principios como la planta libre y el predominio de lo útil sobre lo ornamental, pero la arquitectura orgánica promueve la armonía entre el hábitat humano y el mundo natural. Aporta nuevos valores a la arquitectura, como:
- La preocupación por la vida del hombre.
- La individualización de la obra.
Los espacios no son cúbicos ni cerrados; son abiertos y están en permanente contacto con la naturaleza. La arquitectura japonesa ejerció una influencia decisiva en este enfoque.
Diseño e Integración con el Entorno:
Kaufmann, propietario de unos grandes almacenes en Pittsburgh, encargó a Wright una casa en un paraje rocoso, con abundante vegetación y surtido de manantiales. Se diseñó en tres plantas escalonadas. La planta inferior alberga una gran sala de estar asentada sobre una roca que emerge del terreno para convertirse en la base de la chimenea. Una gran terraza de hormigón, reforzada con acero, vuela sobre la cascada, quedando esta última integrada en la propia vivienda.
Los grandes planos horizontales de hormigón contrastan con los muros verticales de piedra. Todos los ángulos interiores están disueltos con vidrios, evitando así crear un espacio cerrado. Es una arquitectura abierta y totalmente integrada en la naturaleza: el agua, los árboles, las rocas, el cielo.
La libertad de planta en cada piso es absoluta e independiente, y se diseñan en función de las necesidades individuales. Para Wright, la arquitectura no es un juego de masas, sino de espacios.