John Locke: Fundamentos del Liberalismo y la Filosofía Política Moderna
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John Locke, figura central del pensamiento moderno, asumió los presupuestos de la nueva ciencia, consolidándose como promotor de la ciencia empírica y experimental. En su influyente obra Dos tratados sobre el gobierno civil, establece principios fundamentales para la organización política: el gobierno debe existir por el consentimiento de los gobernados, con una clara distinción de poderes (otorgando primacía al legislativo) y el inalienable derecho a la resistencia contra un gobierno que ha perdido la confianza y ha roto el contrato social.
El Estado de Naturaleza: Una Visión Contrastada con Hobbes
A diferencia de la concepción de Thomas Hobbes en el Leviatán, Locke postula un estado de naturaleza donde los hombres viven en libertad e igualdad, caracterizado por la ayuda mutua, la paz y la seguridad. Sin embargo, este estado idílico no está exento de desafíos.
Deficiencias del Estado de Naturaleza y la Necesidad del Contrato Social
El principal problema en el estado de naturaleza surge del derecho de cada individuo a juzgar y castigar a quien atente contra sus derechos. Al ser los hombres jueces y parte en sus propias causas, existe un riesgo inherente de parcialidad y de actuar en provecho propio. Así, el estado de naturaleza, a pesar de sus virtudes, observa tres fallos cruciales:
- La falta de una ley establecida y reconocida por todos.
- La ausencia de un juez imparcial que resuelva las disputas.
- La carencia de un poder coactivo que ejecute las sentencias.
Para superar estas deficiencias y garantizar el resto de sus derechos, los hombres deben renunciar al derecho de juzgar y castigar, transitando así al estado de sociedad. La razón fundamental de la existencia del Estado, según Locke, es la protección de estos derechos, con un énfasis particular en el derecho a la propiedad.
La Propiedad como Derecho Natural Fundamental
Locke sostiene que los hombres tienen derecho a algo completamente suyo. Al trabajar, extienden su personalidad a los objetos producidos, haciendo que estos formen parte de ellos. De este modo, la propiedad se asienta en el trabajo, un concepto revolucionario para su época.
El Contrato Social Lockean: Diferencias Clave con Hobbes
En clara réplica al Leviatán de Hobbes, Locke argumenta que en el contrato social solo se cede un derecho: el de juzgar y castigar, no todos los derechos como sostenía Hobbes. Locke articula este paso a través de un contrato libre, voluntario y por común acuerdo, cediendo el derecho de juzgar a un cuerpo político cuya principal función es proteger los derechos individuales y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
El Consentimiento y la Confianza como Pilares del Gobierno
Para Locke, el consentimiento de los gobernados debe ser siempre permanente. Distingue entre el contrato social (que da origen a la sociedad civil) y el contrato político (que establece la forma de gobierno). Cuando el pacto de gobierno no se mantiene, o la confianza depositada en él se rompe, el pueblo tiene el derecho de disolverlo.
La Separación de Poderes en la Teoría de Locke
En su modelo de gobierno, Locke propone una división en tres poderes distintos:
- Poder Federativo: Encargado de las relaciones internacionales, incluyendo la declaración de guerra y paz, y la formación de alianzas.
- Poder Ejecutivo: Posee entre sus atributos la capacidad de juzgar, ejecutar las leyes y el poder de prerrogativa, que Locke otorga a la Corona para actuar discrecionalmente en beneficio público cuando la ley no es clara. Este poder está siempre subordinado al poder legislativo.
- Poder Legislativo: Considerado el remedio a todos los males y el alma del Estado. Su función primordial es crear leyes justas y equitativas para garantizar la felicidad y el bienestar de los ciudadanos.
Epistemología y Teología en el Pensamiento de Locke
En el ámbito del conocimiento, Locke sostiene que este solo alcanza a las relaciones entre los hechos, al "cómo" de las cosas, no al "por qué" último. No obstante, percibe una armonía global en el universo, apoyándose en creencias y supuestos evidentes por sí mismos. Por ello, sus pensamientos también contienen elementos propios del racionalismo y el mecanicismo.
Locke cree en un Dios creador, cercano a la concepción calvinista del "gran relojero". Basa su argumentación en nuestra propia existencia y en la imposibilidad de que la nada produzca el ser, una concepción de Dios similar a la descrita por el pensador racionalista René Descartes en la tercera parte de su Discurso del método.
Además, Locke trata la religión como un asunto estrictamente privado e individual, sentando las bases para la tolerancia religiosa.
John Locke: Pilar Fundamental del Liberalismo
Por sus inmensos aportes, John Locke es considerado uno de los pilares fundacionales de la doctrina liberal. Su filosofía reconoce tres estratos fundamentales del mundo: Dios, el hombre y las cosas.
El Estado de Naturaleza y la Ley Moral Natural
Para Locke, era primordial comprender el estado natural del ser humano para poder establecer, racionalmente, una sociedad política correcta. Aunque en este estado (sin organización política) los hombres son libres, iguales e independientes, y pueden, sin embargo, violar los derechos y libertades de los demás, están sujetos a una ley moral natural. Esta ley, obligatoria para todos y descubierta por la razón, impone límites claros a la conciencia y a la conducta de los hombres. Los límites de estas libertades individuales surgen precisamente donde comienzan los derechos de alguna otra persona. Estos derechos naturales, otorgados por la ley natural, se refieren principalmente a:
- La igualdad
- La libertad
- La propiedad (vida, libertad y bienes)