Jesucristo: Compasión Divina, Redención y Fundamento de la Nueva Vida en la Fe

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Jesús es el Dios compasivo

Es el Mesías anunciado. Su muerte y resurrección se producen en nombre de la humanidad pecadora. Su sufrimiento por nosotros es fruto de Su amor. Nuestra salvación se produce precisa y solamente por el sufrimiento y muerte de Jesús, el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.

Jesús es nuestro consuelo y esperanza

Con Su sufrimiento, muerte y resurrección, siendo inocente, el Cordero de Dios obtiene para nosotros la redención y la salvación. Es un Dios que nos acompaña y sufre por nosotros. Jesús es la fuente y origen de la moral cristiana, siendo nuestra conciencia su expresión. Él vive y, con la ayuda del Espíritu Santo, se acerca a los que sufren y es comprensivo con ellos.


Jesús instaura el Reino de Dios

Lo hace mediante la fundación del nuevo Pueblo de Dios, la Iglesia, constituida sobre los Apóstoles, sus sucesores, y Pedro. La misión de la Iglesia es comunicar el Evangelio y la vida de gracia mediante los sacramentos. La naturaleza de la Iglesia es espiritual y no material, visible e invisible. Es, a la vez, Santa (porque la fundó Jesucristo y la lleva y guía el Espíritu Santo) y pecadora (porque nosotros, sus miembros, somos pecadores). Se nos exige una nueva manera de vivir: las Bienaventuranzas. Todo se fundamenta en el amor.

La redención obrada por Jesús es el inicio de una nueva vida

El cristiano nace, por la Fe y el Bautismo, a la vida nueva en Cristo. Con el Bautismo, somos elevados a la condición de hijos de Dios y nos convertimos en templos del Espíritu Santo. La familia cristiana se convierte en familia doméstica.


Jesús es el Dios compasivo

Es el Mesías anunciado. Su muerte y resurrección se producen en nombre de la humanidad pecadora. Su sufrimiento por nosotros es fruto de Su amor. Nuestra salvación se produce precisa y solamente por el sufrimiento y muerte de Jesús, el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.

Jesús es nuestro consuelo y esperanza

Con Su sufrimiento, muerte y resurrección, siendo inocente, el Cordero de Dios obtiene para nosotros la redención y la salvación. Es un Dios que nos acompaña y sufre por nosotros. Jesús es la fuente y origen de la moral cristiana, siendo nuestra conciencia su expresión. Él vive y, con la ayuda del Espíritu Santo, se acerca a los que sufren y es comprensivo con ellos.


Jesús instaura el Reino de Dios

Lo hace mediante la fundación del nuevo Pueblo de Dios, la Iglesia, constituida sobre los Apóstoles, sus sucesores, y Pedro. La misión de la Iglesia es comunicar el Evangelio y la vida de gracia mediante los sacramentos. La naturaleza de la Iglesia es espiritual y no material, visible e invisible. Es, a la vez, Santa (porque la fundó Jesucristo y la lleva y guía el Espíritu Santo) y pecadora (porque nosotros, sus miembros, somos pecadores). Se nos exige una nueva manera de vivir: las Bienaventuranzas. Todo se fundamenta en el amor.

La redención obrada por Jesús es el inicio de una nueva vida

El cristiano nace, por la Fe y el Bautismo, a la vida nueva en Cristo. Con el Bautismo, somos elevados a la condición de hijos de Dios y nos convertimos en templos del Espíritu Santo. La familia cristiana se convierte en familia doméstica.

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