Los ismos de vanguardia en la literatura del siglo XX

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Los llamados «ismos» de vanguardia se sucedieron a un ritmo muy
rápido; algunos pasan rápidamente como efímeras modas, otros dejaron una
huella perdurable. Los más destacados fueron los siguientes:

Expresionismo

Es un movimiento de origen alemán que expresa una
visión deformada y pesimista de la realidad que nace en el período de
entreguerras. Tanto en las representaciones plásticas como en la
literatura proliferan los personajes caricaturescos, la expresión cruda de
los comportamientos, las situaciones absurdas (es reseñable su similitud
con el «esperpento»).

Futurismo

Nace en 1909, año en que el escritor italiano Marinetti
publica su primer manifiesto. Es un movimiento vitalista y ferozmente
iconoclasta frente a la tradición. Exalta la civilización mecánica y las
conquistas de la técnica. La literatura futurista escogerá nuevos temas y
mitos: la máquina, el avión, la energía eléctrica, el deporte... En España, la
temática del Futurismo aparece esporádicamente en los poetas del 27:
Pedro Salinas escribe poemas a la bombilla o a la máquina de escribir;
Alberti dedica poemas a actores de cine o a un portero de fútbol...

Cubismo

Había nacido como una escuela pictórica, y el llamado Cubismo
literario arranca en 1913, gracias al poeta francés Apollinaire. El
Cubismo literario deshace la realidad para recomponerla libremente. De
ahí la aparición de los caligramas (especiales disposiciones de los versos
formando imágenes visuales).

Dadaísmo

Este movimiento fue fundado por el poeta rumano Tristan
Tzara en Zurich en 1916. Su nombre, elegido al azar abriendo un
diccionario francés con un cuchillo, designa un balbuceo infantil. El
Dadaísmo es la rebeldía pura: contra la lógica, contra las convenciones
estéticas y sociales. En el fondo, nace de una violenta repulsa de una
«racionalidad» burguesa que ha conducido al absurdo de la guerra. Frente
a ello, propugna liberar la fantasía de cada individuo. El gran papel de este
efímero movimiento fue preparar la revolución surrealista.

Surrealismo

Es, sin duda, la revolución más importante surgida en la
literatura y en el arte durante el siglo XX. Su gran lema sería la frase del
poeta francés Rimbaud: Changer la vie. Propugna una liberación total del
hombre: liberación de los impulsos reprimidos en el subconsciente
(según Freud) por la sumisión del hombre a las convenciones sociales y
morales. Y liberación de la esclavitud que (según Marx) impone al
hombre la sociedad burguesa. Para los surrealistas, hay que acceder a una
realidad más alta (de ahí su nombre) que se halla oculta en lo más hondo
de las conciencias. Esto supone liberar el poder creador del hombre, tarea
en la que la poesía ocupa un lugar privilegiado. El poeta debe crear
practicando la llamada «escritura automática», realizada sin reflexión. De
especial importancia es el mundo de los sueños, ya que, según Freud, en
los sueños aflora el mundo del subconsciente, pero en forma de imágenes
ilógicas. Así, en la literatura, se produce una liberación del lenguaje de sus
ataduras lógicas: aparecen asociaciones libres e inesperadas de palabras,
metáforas insólitas, imágenes oníricas...
España fue el país europeo en el que la repercusión del
Surrealismo fue mayor. A su influjo se deben libros fundamentales de la
generación del 27: Sobre los ángeles de Alberti, Poeta en Nueva York de
Lorca... y buena parte de la obra de Vicente Aleixandre.

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