Isabel II: Reinado y Transición del Absolutismo al Liberalismo
Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia
Escrito el en español con un tamaño de 12,9 KB
Isabel II: hija de Fernando VII, heredó el trono a los 3 años bajo la regencia de María Cristina de Borbón y Espartero (1833-1843). En este periodo se pasó del absolutismo al sistema liberal a pesar de las diferentes dificultades que se presentaron en él. Su reinado comienza en 1843, cuando fue proclamada reina a los 13 años para evitar otras regencias. Varias etapas:
Década Moderada
En esta etapa se instaura en el gobierno el partido liberal moderado, liderado por Narváez. Se impulsó un Estado Centralizado sustentado en los principios del liberalismo doctrinario materializado en la Constitución de 1845. Se estableció la soberanía compartida entre el rey y las Cortes, cortes bicamerales, sufragio censitario, se nombró la confesionalidad Católica del Estado, la suspensión de la milicia Nacional y la centralización de la administración. Además, se llevaron a cabo una serie de reformas para favorecer el autoritarismo, como la creación de gobernantes civiles y diputaciones provinciales, se impuso la ley de ayuntamientos en 1845, se creó la guardia civil en 1844 y se llevaron a cabo reformas judiciales, educativas y fiscales. Se intentó mejorar la relación con la iglesia a través del Concordato de la Santa Sede en 1851, que suspendió las desamortizaciones de la iglesia y reconoció el catolicismo como religión oficial. A cambio, la iglesia reconoció a Isabel como reina.
Pronunciamiento de O'Donell
Pero durante este gobierno hubo una gran inestabilidad política y malestar social, lo que llevó al Pronunciamiento de O'Donell en Vicálvaro en junio de 1854. En este pronunciamiento se promovió el "Manifiesto de Manzanares" y la reina llamó a Espartero a formar gobierno.
Bienio Progresista
En esta etapa se implantaron principios progresistas, se restableció la milicia Nacional, la ley municipal y se preparó una constitución que finalmente no se llevó a cabo en 1856. Se implantó la ley de desamortización general de Pascual Madoz en 1855, la ley general de ferrocarril en 1855 y la ley de trabajo. Aumentó la conflictividad social y la oposición al gobierno, lo que generó la dimisión de Espartero en julio de 1856.
Alternancia de gobierno
En esta etapa se alternaron los gobiernos moderados y unionistas, comenzando por el breve gobierno de O'Donnell. Pero el favoritismo de la reina por los moderados llevó a la destitución de O'Donnell y el nombramiento de Narváez, volviendo a implantar el moderantismo tradicional y autoritario. Destacan la ley de instrucción pública de Moyano en 1857, las obras públicas e inversiones extranjeras. Aún así, la crisis económica dio lugar a numerosas revueltas sociales y a la dimisión de Narváez. Vuelve O'Donnell al gobierno y se logra estabilidad política, prosperidad económica y una política exterior activa con el objetivo de recuperar el prestigio. Pero en 1863 se produce una nueva crisis de gobierno y O'Donnell dimite, volviendo Narváez al poder y aumentando la represión de la oposición política y social. Los efectos de la crisis y el descontento social llevaron a la firma del pacto de Ostende en 1866, en el que progresistas, unionistas, demócratas y republicanos acuerdan derrocar a Isabel II. El cambio de régimen se producirá en el Levantamiento de Topete en Cádiz en septiembre de 1868, marcando el final del reino e inicio del sexenio democrático (1868-1874).
FERNANDO VII: en 1813 se firma el Tratado de Valencay con el que Fernando VII recupera la corona y vuelve a España. Un grupo de diputados absolutistas entrega a Fernando VII el "Manifiesto de los persas", donde le pedían que derogue la Constitución de 1813 y que restaure la Monarquía Absoluta. En esta situación, Fernando VII da un golpe de Estado y promulga el Derecho de Valencia, en el que se disuelven las cortes, se abolieron las obras legislativas de las Cortes de Cádiz y se ejerce una represión sobre los liberales obligando a muchos a exiliarse. Con esto se inicia la 1ª etapa, el Sexenio Absolutista (1814-1820), en el que se restablece el orden anterior a 1808, se restituyen instituciones del Antiguo Régimen (la inquisición, los gremios...) y se acaba con los privilegios de los campesinos aboliendo la libertad de prensa. Tras ser derrotado Napoleón, las potencias vencedoras se reúnen en el Congreso de Viena en 1815 y se reorganizan los principios ideológicos del Antiguo Régimen y crean en Europa la Santa Alianza, la unión de todas las monarquías absolutistas contra cualquier brote liberal. La vuelta de Fernando VII resultó difícil debido a la crisis de hacienda, la inestabilidad política y el malestar social. La ineficiencia del rey y la desconfianza hacia el gobierno aumenta la oposición liberal, lo que se reflejó en pronunciamientos militares, como el de Francisco Espoz y Mina en Navarra en 1814, los cuales fracasan.
Hasta que en enero de 1820, Rafael de Riego, un general del ejército destinado a América, encabeza un levantamiento contra el rey, obligándole a firmar la constitución en 1820, la de 1812.
Así comienza la 2ª etapa, el Trienio Liberal (1820-1823), en el que los liberales realizan obras legislativas y recuperan decretos de las Cortes de Cádiz, se abole la inquisición, los gremios, se liberaliza la industria y el comercio, y se establece una división provincial del país en 52 provincias gobernadas por diputaciones y ayuntamientos. Se desamortizan tierras y se organiza la educación en 3 grados, pero aún así hay una gran inestabilidad política ya que el sistema político es inestable. Fernando VII decide vetar las leyes y conspirar contra el gobierno apoyándose en los diputados absolutistas, lo que genera un gran malestar por parte de los campesinos que quieren el acceso a la propiedad privada, y de la nobleza e iglesia que estimulan las revueltas contra los liberales. Así surgen las guerrillas que se levantan contra el gobierno en Navarra, Aragón, etc. Tras estas tensiones, los liberales se dividen en moderados, que están a favor de establecer un pacto entre las élites sociales y un rey para que acepten las reformas, y los exaltados, que están a favor de la Constitución. Se produce un intento de golpe de estado a la Guardia Real en 1822 y esto provoca que los exaltados lleguen al poder. Crece la tensión y la Santa Alianza aprueba el Congreso de Verona en 1823, en el que se decide mandar a España el Ejército de los Cien Mil Hijos de San Luis al mando del Duque de Angulema, pero encuentra poca resistencia y las cortes y el gobierno huyen a Cádiz. Este hecho da comienzo a la 3ª etapa, la Década Ominosa (1823-1833). Al volver al trono, Fernando VII abole la obra legislativa del Trienio, restaura las instituciones del Antiguo Régimen y lleva a cabo una depuración de la Administración y el Ejército.
Pero el país sigue en crisis y con la imposibilidad de aumentar los impuestos a los nobles, el rey se ve obligado a apoyarse en la burguesía a cambio de imponer un arancel proteccionista en las manufacturas catalanas y nombrar ministro de hacienda a López Ballesteros. Estas medidas provocan ciertas revueltas contra el gobierno de Fernando VII en 1827 y tiene lugar la rebelión de los Malcontents, una sublevación campesina dirigida por la nobleza y el clero. Durante este periodo nace la hija de Fernando VII, Isabel, en 1830, pero la Ley Sálica impedía gobernar a las mujeres. Ante ello, Fernando deroga esta ley y aprueba la Pragmática Sanción, que consistía en dar el trono al primer varón que nazca. En 1833, Fernando VII muere y deja el trono a Isabel, pero al tener 3 años y ser menor de edad, deja como regente a su madre María Cristina. Ese mismo día, Carlos María Isidro se autoproclama rey, generando así un levantamiento absolutista en el norte de España, dando lugar a la primera Guerra Carlista.
REINO DE NAVARRA: entidad política surgida a mediados del siglo IX en el Pirineo Occidental cuando la aristocracia local encabezada por Íñigo Arista logró expulsar a los francos. En el siglo X, Sancho Garcés I extendió el territorio hacia La Rioja y Aragón, y su hijo García Sánchez I incorporó por vía matrimonial el condado de Aragón. Coincidiendo con la crisis del califato cordobés, el Reino de Pamplona vivió su mayor expansión política, cultural y social con el rey Sancho III el Mayor, alcanzando una gran influencia política sobre los demás reinos peninsulares cristianos al anexionarse los condados de Sobrarbe, Aragón y Castilla, y hacer vasallos suyos a los reyes de León y condes de Barcelona. Tras su muerte, el reino se dividió entre sus hijos y perdió la hegemonía tras permanecer años anexionado al reino de Aragón, pero recuperó su independencia en 1134 y pasó a llamarse Reino de Navarra.
FORMACIÓN Y ESTRUCTURA DE LA CORONA DE ARAGÓN: acontecimiento ocurrido en 1137 cuando el rey de Aragón, Ramiro II, acordó el matrimonio de su hija Petronila con Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, dando origen a la Corona de Aragón, cuyo primer monarca será el hijo de ambos, Alfonso II (1164). El resultado fue una mera unión dinástica, ya que ambos territorios y los anexionados posteriormente (Mallorca, Valencia...) seguirán teniendo sus propias leyes, costumbres, moneda, lengua, instituciones y delimitación fronteriza, aunque todos quedarán bajo el rey de Aragón. La forma de gobierno fue el pactismo, basado en el supuesto pacto del rey con sus súbditos, en el que el monarca veía limitado su poder por las cortes. Con los Reyes Católicos se inicia una nueva etapa para la Corona de Aragón, marcada por el creciente centralismo y autoritarismo regio.
CORTES MEDIEVALES: asambleas representativas de los estamentos sociales (nobleza, clero, ciudadanos) ante el rey surgidas en los reinos cristianos entre los siglos XII y XIV. Las primeras que se crearon fueron las del reino de León en 1188 y las últimas en institucionalizarse fueron las de Navarra. Empezaron a formalizarse a raíz del crecimiento de las ciudades y del auge de una rica burguesía que el rey deseaba incorporar a los órganos del gobierno al lado de la nobleza. Eran convocadas por el monarca para discutir acuerdos, aceptar leyes, conceder impuestos y subsidios y presentar quejas al rey, luego se disolvían. Cada reino tenía sus cortes y funciones, y su peso político variaba. Las cortes castellanas mantenían un carácter consultivo, y en Navarra y en la Corona de Aragón tenían cierta función legislativa y respetaban los fueros y costumbres de cada reino. En la Edad Media, estas instituciones fueron debilitándose.
UNIÓN ENTRE REINO DE CASTILLA Y CORONA DE ARAGÓN: unión dinástica de las coronas y unificación de la Península Ibérica tras el ascenso al trono de Isabel de Castilla y Fernando II de Aragón en 1479, que dio origen a la Monarquía Hispánica. Los Reyes Católicos establecieron una monarquía autoritaria con instituciones y organismos propios de un Estado Moderno, impusieron su poder político por encima de la nobleza y el clero, y llevaron a cabo una política de alianzas internacionales que les otorgó poder e influencia en Europa. Fue una unión política que perseguía el dominio peninsular, la unidad religiosa y la centralización del poder, pero que no supuso la unidad territorial, ya que cada reino mantenía sus leyes, instituciones, moneda y aduanas, dando lugar a un estado plural en el que Castilla, Aragón, Cataluña y Valencia tenían en común una Monarquía autoritaria. A pesar del aparente equilibrio territorial, demográfico y económico, Castilla provocó una gran castellanización de la monarquía y un menor peso político de la Corona de Aragón.
CONQUISTA DE NAVARRA: intervención militar que tuvo lugar en Navarra en 1512 y que desembocó en la unión del reino navarro a la Corona de Castilla, aprobada por las cortes de Burgos en 1515. La conquista fue fácil, ya que la situación geopolítica de Navarra era compleja, obligada a mantener neutralidad en la rivalidad entre Francia y las coronas de Castilla y Aragón, mientras que en el interior existía un enfrentamiento entre agramonteses y beaumonteses. La excusa fue la firma de los acuerdos de Blois entre los reyes de Navarra, Juan de Albret y Catalina de Foix, y el rey de Francia, interpretada por Fernando de Aragón como una ruptura de la neutralidad. En 1512, el Ejército castellano dirigido por el Duque de Alba entró en Navarra y tomó el poder apoyado por los beaumonteses. Tras rendirse, los reyes de Navarra partieron al exilio. Navarra mantuvo finalmente sus instituciones y fue gobernada a través de un virrey.