Investigación y Desarrollo (I+D): Claves para la Innovación Empresarial

Investigación y Desarrollo (I+D)

La investigación y desarrollo (I+D) comprende el conjunto de los trabajos creativos que realizan las empresas, las universidades y los centros de investigación públicos para aumentar el conocimiento humano y para utilizar ese conocimiento en nuevas aplicaciones de carácter productivo. Estos trabajos se clasifican en tres categorías:

Investigación Básica

Consiste en trabajos de tipo teórico o experimental cuya finalidad es obtener conocimientos científicos nuevos no orientados a una aplicación práctica específica.

Investigación Aplicada

Se trata de investigaciones de tipo práctico cuyo propósito es determinar posibles usos de los conocimientos hallados en la investigación básica.

Desarrollo Tecnológico

Mientras que la investigación va dirigida a descubrir nuevas ideas, el desarrollo es la aplicación de esas ideas a la actividad productiva y comercial de la empresa y se concentra en los siguientes dos fines:

• Innovación de producto: se produce cuando el conocimiento tecnológico se emplea en el desarrollo de nuevos bienes y servicios o en la modificación de los ya existentes mejorando sus prestaciones.
• Innovación en el método o técnica de producción: se produce cuando el conocimiento tecnológico se aplica a la introducción de nuevas formas de producción o al perfeccionamiento de las ya existentes.

Otras Formas de Adquirir Tecnología

Aunque las actividades de I+D constituyen la modalidad más importante de aprendizaje tecnológico, existen otras formas de aprender que pueden surgir en la empresa, como las siguientes:

Aprendizaje por la Experiencia

Esta forma de aprender surge espontáneamente durante la repetición de las operaciones de producción. A través de la observación y detección de errores se crean nuevos conocimientos que permiten a las empresas introducir pequeñas variaciones en el diseño inicial de los productos mejorando sus prestaciones o perfeccionando su fabricación.

Aprendizaje por el Uso

Esta forma de aprendizaje surge de la información que proporcionan los clientes (usuarios) sobre el funcionamiento de nuevas tecnologías incorporadas al producto. En otras ocasiones, las empresas también aprenden cuando observan que los clientes dan nuevos usos a los productos, diferentes de los previstos inicialmente por el fabricante.

Aprendizaje por Error

Las empresas también pueden aprender de sus errores. Así, cuando el desarrollo y la introducción en el mercado de un nuevo producto resulta un fracaso, las empresas pueden extraer información importante del análisis de las causas que han originado el fracaso.