Invasión Napoleónica y Guerra de Independencia Española: Claves y Consecuencias

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La Invasión Napoleónica y la Monarquía de José I Bonaparte

Napoleón vio en la debilidad de España la oportunidad perfecta para invadirla y ocupar el trono.

La Monarquía de José I Bonaparte

Carlos IV y Fernando VII fueron convocados por Napoleón a Bayona, donde acudieron sin oponer resistencia. Ambos terminaron abdicando el trono en Napoleón Bonaparte, convirtiéndolo en el "monarca" español. Napoleón decidió nombrar a su hermano, José I Bonaparte, rey de España y convocó Cortes con la finalidad de aprobar una Constitución que acabara con el Antiguo Régimen (AR). El nuevo código de Bayona reconocía la igualdad de los españoles ante la ley, los impuestos y el acceso a cargos públicos. José I Bonaparte inició una experiencia reformista que incluía la abolición del régimen señorial, la desamortización de las tierras de la Iglesia y la desvinculación de los mayorazgos.

Sin embargo, estas medidas impuestas por la fuerza, sumadas a la sensación de invasión, generaron un profundo descontento en la población, que se opuso al nuevo monarca.

La Guerra de la Independencia (1808-1814)

A raíz de las abdicaciones de Bayona y la sustitución de la monarquía borbónica por los franceses, en España se inició un alzamiento popular contra estos, que fue el origen de una larga y compleja guerra.

La Revuelta Popular y la Formación de Juntas

El 2 de mayo de 1808, el resto de la familia real se preparaba para partir hacia Bayona para reunirse con Fernando VII, de quien se creía que estaba allí secuestrado. Una multitud se congregó frente al palacio para impedir su partida y se alzó de forma espontánea contra la presencia francesa. La revuelta fue duramente reprimida por las tropas del general Murat.

A lo largo de España, la población también se alzó contra la invasión francesa y surgieron Juntas de armamento y defensa, ante el vacío de poder creado por las abdicaciones. Las Juntas fueron primero locales y luego se crearon las provinciales. Más adelante, se creó la Junta Suprema Central (aprovechando la retirada momentánea de los franceses, que debían continuar su lucha contra las potencias europeas). Esta Junta sería la encargada de coordinar la lucha. Flordiblanca y Jovellanos eran los cabecillas de esta Junta, que asumieron el papel de Fernando VII hasta su regreso.

La Resistencia: Sitios y Guerrillas

La resistencia de ciertas ciudades, sometidas a los sitios de las tropas francesas, soportando bombardeos y hambre durante meses, inmovilizó parte del ejército francés e impidió cierto avance de este. Sobretodo en las derrotas de Bruc y Bailén. Napoleón se desplazó a España en noviembre para dirigir la contraofensiva con un ejército de 250000 hombres. En cuatro semanas su avance se hizo imparable.

El ejército tradicional español era incapaz de oponerse al avance de las fuerzas francesas, por ello, la resistencia a la invasión se realizó mediante una forma espontánea, popular y más eficaz de lucha armada: las guerrillas (pequeños grupos locales de entre 30/50 miembros). En 1812 el curso de la guerra se vio afectado por la campaña que Napoleón inició en Rusia, que le obligó a retirar miles de tropas de la Península española. Entonces, las tropas españolas, ayudadas por la guerrilla, empezaron a tener victorias y a desplazar a las tropas francesas. Esto marcó un punto de inflexión.

Incapaz de mantener dos frentes abiertos, Napoleón decidió pactar el fin del conflicto con los españoles y permitir el retorno de Fernando VII mediante el Tratado de Valençay.

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