La Inteligencia Humana y la Búsqueda de la Verdad

La Inteligencia: El Hombre como Ser Racional

1. Introducción

Es muy difícil, o imposible, encontrar una verdad absoluta. Estamos ante una sospecha de la verdad. Hay dos formas de afrontar la verdad. Una es el relativismo (mirar en el libro) y otra es el escepticismo, que dice que no conocemos la verdad, que puede ser que todo sea mentira. Otra forma, que está en la raíz de las otras dos, es el subjetivismo, que afirma que toda verdad tiene un componente subjetivo.

Lo más importante es ser libre. Nuestra actitud ante el mundo depende de nuestra actitud intelectual. Lo racional, que tiene un componente abstracto, es importante. Tiene una carga personal. En esta vida es importante ser listo. Tener ese componente racional bien formado. La información hay que tamizarla, cribarla.

2. Presunción (Confianza)

A pesar de esas críticas que hay contra la verdad, tenemos una confianza previa inicial en la inteligencia humana. Hay que tener cierta comprensión. Muchos siempre critican “La verdad”: Dicen que el ser humano no es capaz de conocer toda la verdad. Ninguno de nosotros tiene un conocimiento comprensivo de nada, ni siquiera de las realidades más comunes. Únicamente conocemos algo nuestra propia identidad. La memoria es selectiva. La verdad es algo sobrehumano, fuera de nuestro alcance. Lo que nosotros tenemos es una cierta comprensión de las cosas; conocemos verdades concretas, o singulares o particulares. En este sentido son verdades absolutas. Una tesis afirma que la verdad puede ser una completa ilusión o un sueño.

Hay una confianza general, que dice que hay una cierta equivalencia entre el pensamiento y la realidad. Lo que nosotros conocemos y lo real tienen correspondencia. Lo que pensamos y lo que es coincide. Esto no es demostrable. Normalmente se puede demostrar por reducción al absurdo, pero esto no es una buena demostración. Para determinar qué es verdadero, hay límites, porque podemos llegar al error individual o colectivo. Hay un segundo límite que es la ignorancia, y muchas veces viene a causa de razones históricas (lo que sabemos ahora, dentro de 10 años va a ser distinto). La inteligencia humana tiene una capacidad de plantearse preguntas racionales para temas para los que no tiene respuesta.

A nivel personal, todos tenemos una gran confianza en nuestra propia inteligencia. Esto también tiene algunos límites como la enfermedad, que significa perder el contacto con la realidad. Otro límite o error es el autoengaño. A veces por razones comprensibles y a veces por razones difíciles de comprender. Es muy típico del ser humano no aceptar la realidad.

En el orden social, confiamos en que en la sociedad normalmente se transmite la verdad. Por ejemplo, si preguntas a alguien por una calle confías en que te va a decir la verdad. La verdad es débil, pues es muy fácil manipularla. Una de las mejores formas de manipular la verdad es la mentira. Muchas veces la eficacia la ponemos por encima de la verdad. Decir la verdad muchas veces conlleva provocar problemas y dar rodeos para conseguir algo. Muchas veces mentimos por la timidez, pues nos da miedo, por ejemplo, que nos puedan juzgar. Sin embargo, a veces mentimos de manera maliciosa para hacer daño a alguien.

Si el primero es la mentira, el segundo es la incomunicación. Muchas veces todo esto es fruto de la incomunicación entre personas, que puede llevar a confusiones, falta de confianza, etc. Las raíces de la incomunicación están muchas veces en la falta autoestima que tenemos, porque mucha gente no se atreve a decir lo que piensa. Otra raíz es el respeto hacia otros; los ataques personales y las ofensas o burlas son muy frecuentes. Es muy típico tener conversaciones superficiales en nuestra sociedad.

Un tercer límite de esa transmisión social y que estamos perdiendo es que no todas las verdades que se transmiten son buenas. El secreto es una verdad que no puede ser compartida socialmente. La amistad nos lleva a guardar silencio. Hay un secreto profesional, y el secreto de los sacramentos.

3. Formas Básicas de Actuar (Cómo son Nuestros Procesos Intelectuales): Operaciones Básicas

Aristóteles dice que todo nuestro conocimiento empieza por los sentidos externos. En ese sentido, las primeras operaciones de conocimiento son sensitivas. Se desarrollan a través de los sentidos externos (5). En este tipo de operaciones ocurre algo muy importante, y es que entre lo que nosotros percibimos y nuestra corporeidad hay un contacto. Ese contacto entre lo real y lo corporal es muy denso. Se puede explicar durante mucho tiempo, y es algo difícil racionalizarlo. Esto nos permite unificar todo lo que sentimos y pensamos en un solo objeto, que es una función sensitiva llamada sentido común. Luego está la memoria, que es muy importante. Los seres humanos tenemos una capacidad de memorizar brutal. Todas estas características son comunes a los animales, pero en el ser humano están manipuladas por la razón o inteligencia.

Las operaciones racionales son más básicas. Los conceptos son ideas que conseguimos aplicar a un conjunto de cosas, y son una idea muy típica del ser humano. Esos conceptos están muy relacionados con el lenguaje, con la terminología. La segunda operación después de formar conceptos es la de relacionar conceptos, es decir, elaborar juicios. Esa elaboración puede ser acertada o errónea. Los primeros errores de la inteligencia se dan aquí. Podemos equivocarnos a la hora de emitir juicios. Hay muchas formas de razonar, de hacer racionamientos, de pensar. Una típica es la demostración, que se utiliza muchísimo en la ciencia. Otra forma es la comparación, por analogías o diferencias y contrastes. Otra es la de síntesis o análisis.

4. Conocimiento por Propia Experiencia vs Conocimiento por Creencia

El conocimiento sensible es lo que conocemos a través de los sentidos. Lo tenemos en común con el mundo animal. Es el más importante. 5 sentidos externos. Pueden ser externos o internos. Conocimiento sensorial.

El conocimiento racional o intelectual es algo específico nuestro, que no tienen los animales. Lo primero es la formación de conceptos. Los conceptos son diferentes de las imágenes. Este es un gran problema de la filosofía. Una vez conocemos algo, sin darnos cuenta lo cosificamos y lo asumimos. Es como si digo: Juan es tonto. Ya no es nada más, es tonto.

Mediante los razonamientos llegamos a demostraciones. Es muy frecuente hacer analogías. Comparamos algo con algo que ya sabíamos y llegamos a conocerlo. También lo hacemos con los contrastes. Nuestra sociedad ahora hace muchos análisis o síntesis. A partir de inducciones y deducciones, establecemos una ley general. También extrapolamos conocimiento mediante símbolos.

Mediante los estudios sociológicos sacamos los diferentes tipos de relaciones. Alejamientos basados en la afirmación o la negación.

La reflexión tiene sus fases: la reflexión primera o espontánea (a veces no somos conscientes de qué estamos diciendo), tras ellos hay un segundo grado de reflexión en el que si se piensa lo que se dice y cuál es la disposición positiva a decirlo. Existiría una tercera reflexión más compleja, la lógica o matemática.

Todo termina en nuevos conceptos.

Introducción: Dos Fuentes Primarias: Experiencia Personal

El conocimiento que tenemos de las cosas que no experimentamos son creencias. Complementariedad. La madurez es experiencial. Tiene mucho de convicciones personales. Pero también son mayores las creencias. Conocimiento de la experiencia. La certeza es la sensación subjetiva de conocer la verdad, aunque según Descartes es un criterio insuficiente. El mejor criterio para definir el conocimiento es la evidencia, no la certeza. Hay momentos en que hay una identidad entre el objeto y el conocimiento, que se dan simultáneamente y entran en contacto. A partir de estas evidencias podemos construir conocimiento real. Descartes plantea como una hipótesis y dice que del arco mismo del pensamiento es lo único de lo que no se puede dudar. En ese acto de pensar somos capaces de comprender que yo estoy pensando algo. Relación sujeto objeto. Unidad entre lo que conocemos y nosotros.

Evidencias Sensibles: Objetos

Somos capaces no solo de sentirlas sino de entenderlas. Puede llevar a errores. Tienen otra ventaja además y es que los conceptos básicos son compartidos por el resto de los seres vivos.

Conocimiento de la Experiencia (es el Más Importante) vs Conocimiento de la Creencia

Descartes dice que, aunque todo fuese falso y los sentidos nos engañaran podemos estar seguros de que pensamos. Pienso luego existo. Pienso algo, y siempre hay un sujeto que piense.

La certeza es una sensación de seguridad. Esa evidencia de las cosas se caracteriza por la claridad y la seguridad.

El mejor criterio es el de la evidencia, mejor que la certeza, pues se da un contacto inmediato en el objeto conocido y el sujeto. La evidencia sensible aporta una gran densidad de información que creemos fiable. Con el conocimiento en general hay que ser muy rigurosos. “En filosofía, entre la verdad y el error hay un milímetro de distancia”.

Además de las evidencias sensibles, tenemos evidencias afectivas. Son lo que sentimos. Somos capaces de indentificar nuestra corporalidad. Los sentimientos son rigurosos, pero muchas veces intentamos medir cosas que no se pueden medir, e intentamos modificar nuestros sentimientos, como cuando estamos tristes y no queremos reconocerlo.

También hay evidencias intelectuales, y esos conocimientos son verdaderos. Los conocimientos generales nos permiten tener verdades parciales. Otras son las verdades “absolutas”, que mucha gente dice que no existen. Esas verdades sobre el mundo, sobre los demás, sobre uno mismo, muchas veces son cuestionables. Hay que tener respeto por las verdades científicas. Hay que recuperar esa capacidad de decir la verdad. Muchas veces no es subjetividad, sino que es mentira.

El ser humano debe saber lo que sabe, pero también lo que no sabe.

Otras verdades pueden oscilar entre lo legítimo y lo racional. Es legítimo, para el progreso personal, fiarnos de otras personas, aunque nos puedan engañar, porque no queda más remedio. También es útil para el progreso social, porque la humanidad se apoya en todo el conocimiento anterior.

Verdades Racionales e Irracionales

Vamos a ver los criterios de irracionalidad. Las creencias irracionales se basan en creer que se sabe. Fundamentalismo: la gente cree que algo es verdad, pero no lo ha comprobado; no hay una crítica, y es peligroso.

En las verdades racionales, uno sabe que cree, y sabe que está creyendo. Se basan en un acto libre, en confiar. El acto de creer en algo es porque a uno le da la gana.

El contenido de las verdades racionales no es contradictorio, se basa en evidencias. Contradicción interna. Parece “verosímil”, pero para esto debe ser al menos probable. Si es improbable es mejor no creérselo. Tenemos que abrirnos más a las personas, que tienen que tener una garantía moral de que son sinceras y que tengan competencia científica del saber.