Insurrección de 1934, Elecciones de 1936 y Crisis de la II República Española
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De la Insurrección de 1934 a la Guerra Civil Española
...que terminó por convertirse en una insurrección armada revolucionaria. El movimiento se inició en las cuencas mineras y se extendió a toda la provincia. El gobierno reaccionó rápidamente y entregó plenos poderes militares al general Franco, que comandaba la Legión, para acabar con la insurrección. La brutalidad empleada acabó rápidamente con la insurrección. Seguidamente, se dio una limpieza y represión en toda la provincia. Balance final: 1051 muertos. La izquierda parlamentaria reclamaba la disolución de las Cortes y unas nuevas elecciones. La crisis definitiva del gobierno se produjo tras los escándalos de corrupción y el más conocido como Straperlo, en el cual se vieron implicados miembros del Partido Radical. Como consecuencia, Niceto Alcalá Zamora disolvió las Cortes y convocó elecciones del 7 de enero de 1936.
Las elecciones de 1936 y el Frente Popular
En estas elecciones se enfrentan dos grandes bloques electorales, las izquierdas y las derechas, enfrentados y sin posibilidades de entendimiento:
- La Izquierda: se constituirá en el llamado Frente Popular. Su programa político significaba volver al primer Bienio. Sus miembros fueron Izquierda Republicana, Unión Republicana, el PCE y el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). La CNT no participó. El resto de la izquierda se radicalizará: por parte del PCE, con Dolores Ibárruri como figura principal, ve a la República como una república burguesa. El otro partido será el PSOE, con Largo Caballero a la cabeza, que considerará acabada su relación con la democracia burguesa.
- La Derecha: se organizará en el llamado Bloque Nacional, en ella podemos encontrar una derecha mal organizada y sin un programa sólido y coherente. La Falange Española no participará. Esta radicalizará también su postura aumentando la fuerza de los grupos de corrientes fascistas y nazis. La CEDA no ocultaba su admiración y reconocimiento de las culturas del nacionalsocialismo alemán; y las JAP eran grupos similares a las fuerzas fascistas.
El resultado de las elecciones de febrero de 1936 fue una sorpresa. El país se dividía entre el Frente Popular y las derechas, aunque con ventaja del Frente Popular. Sin esperar una segunda vuelta, el Frente Popular se instituyó como gobierno. Manuel Azaña será elegido presidente del gobierno y se pondrá en práctica el programa del Frente Popular: Restablecimiento del Estatuto de Cataluña y el Parlament, y Azaña interviene sobre los generales sospechosos de una conspiración alejándolos de Madrid (Franco a Canarias, Goded a Baleares y Mola a Pamplona). La puesta en marcha de la Reforma Agraria, que sirvió de motivación para la ocupación de fincas; la tramitación de nuevos estatutos de autonomía, gallego y vasco.
Crisis y Desestabilización de la República
La vida política no conseguirá recuperar su pulso, asfixiada por el radicalismo proletario y la degradación del orden público, junto con las ocupaciones de fincas. Todo ello tuvo sus consecuencias: fisuras en el Frente Popular, la ruptura con el PSOE por el radicalismo de Largo Caballero llevó a la dimisión como presidente del gobierno a Indalecio Prieto; la derecha pasó directamente a la conspiración, provocación y enfrentamiento, la CEDA no pudo impedir que las JAP pasaran a la Falange que multiplicaba sus acciones violentas y atentados; la izquierda obrera se dejó arrastrar a la radicalización y responder a las provocaciones.
El Fin de la República
Pero los dos últimos acontecimientos que marcaron el fin de la República fueron:
- La destitución de Niceto Alcalá Zamora como presidente de la República, desgastado políticamente. Esta acción parece responder a un acuerdo entre Azaña y Prieto para asumir la presidencia y jefatura del gobierno repetidamente, pero se perderá un personaje moderado en un puesto clave.
- El último y definitivo acontecimiento será el asesinato de Calvo Sotelo, líder de la derecha parlamentaria, el 13 de julio por la Guardia de Asalto de Madrid con respuesta del asesinato del teniente José Castillo, cometido por la derecha. La Guerra Civil era inminente.