La Inquisición Española: Historia, Funcionamiento y Fin

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La Inquisición Española

Introducción

La Inquisición fue una institución judicial creada por el pontificado en la Edad Media para perseguir la herejía. Cumplía una triple función: investigar, procesar y enjuiciar a los herejes. No fue una creación española, sino que se originó con una bula papal a finales del siglo XII.

Naturaleza y Alcance

Como tribunal religioso, la Inquisición perseguía la herejía y, por tanto, solo afectaba a los bautizados. Aunque coincidió con la expulsión de judíos y moriscos, estos no eran juzgados por la Inquisición, ya que esta solo se ocupaba de asuntos religiosos. El Gran Inquisidor y su Tribunal tenían jurisdicción sobre tribunales locales en virreinatos como México o Perú. El emperador Carlos V la introdujo en los Países Bajos en 1522 para combatir el protestantismo, pero la suprimió posteriormente sin éxito. Portugal tuvo su propia Inquisición desde principios del siglo XVI.

Causas de su Creación

  • Unidad religiosa: Los Reyes Católicos buscaban la eficiencia estatal y la unidad religiosa era una prioridad. La Inquisición les permitía intervenir en asuntos religiosos sin la intermediación del Papa.
  • Debilitar la oposición política: La Inquisición servía para debilitar a los opositores políticos locales de los Reyes Católicos.
  • Eliminar a la minoría judeoconversa: En Aragón, se procesó a familias influyentes, aunque el rey Fernando seguía contando con conversos en su administración.
  • Financiación económica: La confiscación de bienes de los procesados aportaba recursos económicos a la Corona.

Estructura y Funcionamiento de los Tribunales

Los tribunales contaban con al menos dos inquisidores (juristas que no solían permanecer mucho tiempo en el cargo, en su mayoría pertenecientes al clero secular con formación universitaria), un calificador, un fiscal y un alguacil. El procurador fiscal elaboraba la acusación, investigaba las denuncias e interrogaba a los testigos. Los calificadores, generalmente teólogos, determinaban si la conducta del acusado constituía un delito contra la fe. Además, había tres secretarios: el notario de secuestros (registraba las propiedades al momento de la detención), el notario del secreto (anotaba las declaraciones) y el escríbano general (secretario del tribunal).

Características del Proceso

  • Similar al proceso penal común.
  • Dirección judicial discrecional.
  • Dos fases de investigación: inquisitorial (secreta) y judicial.
  • Importancia de la confesión:
    • La confesión libre era suficiente para la condena.
    • No confesar bajo tortura no probaba la inocencia.
    • La confesión bajo tortura debía ser ratificada.

La Pesquisa Inquisitorial

El proceso, conocido como pesquisa inquisitorial, comenzaba con una denuncia, seguida de la detención y confiscación de bienes. El reo permanecía incomunicado, sin conocer los hechos ni al denunciante. Su única opción era identificar a sus enemigos para evitar denuncias interesadas. Tras las declaraciones de testigos y el acusado, si había confesión espontánea anterior a la denuncia, se le perdonaba la vida, pero no el patrimonio. El fiscal redactaba la acusación y el reo era asistido por un abogado del Santo Oficio. Un teólogo calificaba los hechos y decidía si el caso seguía en la Inquisición o pasaba a la jurisdicción ordinaria. Sin confesión, el fiscal podía solicitar el tormento, que el juez podía conceder o no. El tormento, con la presencia del inquisidor, médico y notario, podía repetirse hasta tres veces. No confesar no implicaba inocencia, y la confesión bajo tortura requería ratificación.

El Consejo de la Suprema y General Inquisición

En la cima de la estructura inquisitorial estaba el Consejo de la Suprema, cuyos miembros eran nombrados por el rey y ratificados por el Papa. El inquisidor general presidía el Consejo y nombraba a los demás inquisidores. El Consejo revisaba las condenas y resolvía discrepancias entre inquisidores. También vigilaba los Tribunales Inferiores, aprobaba gastos extraordinarios y proponía nombramientos de inquisidores al rey.

Abolición de la Inquisición

La Inquisición se abolió durante la dominación napoleónica y el reinado de José I. Los liberales la abolieron en 1813, pero Fernando VII la restauró en 1814. Se abolió de nuevo en el Trienio Liberal. En la Década Ominosa, aunque no formalmente establecida, reapareció con las Juntas de Fe. Finalmente, María Cristina de Borbón la abolió definitivamente en 1834.

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