Inocencia y Opresión: Temas Clave en la Literatura de Posguerra Española

En la España católica es inevitable asociar el título con el pasaje bíblico en el que Herodes mata a los recién nacidos intentando acabar con Jesús. En este caso, en nuestro libro y en la posguerra española, en vez de recién nacidos, se trataría de personas que, por su condición de dependencia, son como niños, sin culpa: la Charito, la Niña Chica y Azarías; pero también lo son Paco y Régula por su condición de dependencia económica, por la opresión social y por su carencia cultural que hace que, más que trabajadores, sean siervos o esclavos.

A diferencia del pasaje bíblico, en el texto que nos ocupa, el único que muere es quien personifica el mal... a modo de "justicia divina": el que oprime es castigado por el inocente, una justicia ajena a las leyes y que concluye abruptamente con el libro. Azarías llega al crimen solo porque una pasión (la cinegética) ha chocado con otra pasión (su amor por la Milana). Pero al lector, este crimen se le aparece como un acto de "justicia natural" que está exento de culpabilidad porque lo comete una persona con deficiencia mental, y constituye un resarcimiento de todos los humildes por las injusticias y oprobios sufridos.

La Inocencia

La inocencia está relacionada con estos temas:

• La enfermedad: (niña paralítica sin silla de ruedas ni tratamiento, la enfermedad mental del tío y la cojera del padre) es algo que separa estos mundos: los siervos la padecen en silencio porque no tienen culpa y tampoco medios para paliarla; los terratenientes son los que tienen los medios. Clave es el pasaje del médico sobre la cojera de Paco: no le habla a Paco, le habla a Iván, su dueño.
• La esclavitud o servilismo de los trabajadores del Cortijo de la Jara y del Cortijo de la Marquesa: cómo viven, qué horarios tienen, trabajo heredado de los padres, dedicación a voluntad de los señores.
• La animalización también es muestra de esa degradación a la que se somete a los inocentes: Paco como burra ("tuya es la burra" le dice el médico a Iván), como perro de caza (todos miran cómo olfatea y sigue las presas), como cualquier ave... Cualquiera de ellos puede sufrir el mismo destino que la Milana, porque son tratados como animales, y ¿qué más da un animal que otro?
• La humillación no solo de los inocentes: burla (como perro de caza), crítica (los jóvenes díscolos), ridiculización (la niña que quiere comulgar), limosna (de la marquesa a sus "trabajadores"); también a los trabajadores superiores: el mayoral, don Pedro, tiene que asumir el moderno derecho de pernada (consentido por su mujer) por no perder su trabajo.
• El analfabetismo: solo saben firmar, nada más. Al acercarse al cortijo, consideran que ayudarán a que su hija reciba educación, pero el señorito no lo permite. Círculo vicioso de ignorancia que los mantendrá en la ignorancia, en el servilismo.

La Maldad o Crueldad

Por contraste u oposición, la maldad o crueldad está encarnada en los personajes poderosos que abusan de sus privilegios: los que, pudiendo, no ayudan verdaderamente a los que lo necesitan; los señores que mantienen en condiciones de esclavitud, sin derechos; los que identifican sin ingenuidad saber firmar con educación; los que confunden la limosna con el salario; los que abusan de su poder para mantener relaciones sexuales; los que se burlan, ridiculizan, animalizan e infringen dolor a sus trabajadores.