Inmunoglobulinas y Anticuerpos: Funcionamiento, Reacciones y Disfunciones del Sistema Inmunitario

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Inmunoglobulinas y Anticuerpos: Fundamentos y Disfunciones del Sistema Inmunitario

Las inmunoglobulinas, también conocidas como anticuerpos (Ig), son proteínas (glucoproteínas) esenciales para la defensa del organismo. Su función es comparable a la de una enzima con su sustrato, mostrando una alta especificidad.

Estructura Básica de los Anticuerpos

Los anticuerpos presentan una estructura básica en forma de 'Y', compuesta por cuatro cadenas polipeptídicas: dos cadenas pesadas idénticas y dos cadenas ligeras idénticas. Las cadenas pesadas también contienen una cadena glucídica. La unión entre estas cadenas se realiza mediante puentes disulfuro (-S-S-), que son enlaces covalentes entre aminoácidos.

Cada anticuerpo se divide en dos regiones principales:

  • Región Constante: Es la parte que se une a la membrana de los linfocitos B, a los fagocitos o al complemento, facilitando la eliminación de patógenos.
  • Región Variable: Es la zona específica que se une al antígeno. La región de unión del anticuerpo se denomina paratopo, mientras que la zona correspondiente en el antígeno se conoce como epitopo.

Existen diferentes clases de inmunoglobulinas, que difieren en la composición de sus regiones constantes y en su mecanismo de acción para eliminar células o patógenos. Las principales clases son: IgM, IgG, IgA, IgD, IgE.

Reacciones Antígeno-Anticuerpo

Las zonas específicas del antígeno que se unen al anticuerpo o al receptor de un linfocito se denominan determinantes antigénicos. Estos determinantes estimulan la producción de anticuerpos y la respuesta de los linfocitos T.

La unión entre antígeno y anticuerpo se establece mediante enlaces no covalentes y es de naturaleza reversible. Esta unión desencadena una serie de procesos destinados a eliminar la sustancia extraña. Los principales tipos de reacciones son:

  • Precipitación: Formación de agregados insolubles en la superficie de ciertas moléculas, que luego precipitan.
  • Aglutinación: Los anticuerpos se dirigen contra antígenos presentes en la superficie de células (por ejemplo, microorganismos). El anticuerpo se une a estos antígenos de superficie celular, lo que resulta en la formación de aglomerados de células.
  • Neutralización: La unión de los receptores específicos del anticuerpo al antígeno bloquea la acción de los antígenos contra las células de los tejidos invadidos.
  • Opsonización: Proceso llevado a cabo por anticuerpos llamados opsoninas, que recubren la superficie de los patógenos, facilitando y haciendo posible la acción fagocitaria por parte de las células inmunes.

Respuesta Inmunitaria Primaria

La respuesta primaria ocurre cuando un antígeno es reconocido por el sistema inmunitario por primera vez. Tras el contacto inicial con el antígeno, transcurre un cierto tiempo hasta que aparecen los anticuerpos. Durante esta fase, se forman linfocitos B y T que interactúan específicamente con los antígenos.

Disfunciones del Sistema Inmunitario

Una de las características más cruciales del sistema inmunitario es su capacidad para reconocer lo propio frente a lo extraño, un fenómeno conocido como tolerancia inmunológica. Las alteraciones en esta capacidad pueden llevar a diversas disfunciones.

Autoinmunidad

La autoinmunidad es un proceso que se desencadena por una alteración en el reconocimiento de lo propio. En estas condiciones, un linfocito o un anticuerpo reconocen como extrañas a las células del propio organismo, atacándolas. Ejemplos de enfermedades autoinmunes incluyen:

  • Diabetes juvenil (tipo 1)
  • Esclerosis múltiple
  • Psoriasis
  • Entre otras.

Inmunodeficiencias

Las inmunodeficiencias se caracterizan por una falta o deficiencia en la actuación del sistema inmunitario, lo que compromete la capacidad del organismo para combatir infecciones y enfermedades. Se clasifican en dos tipos principales:

Inmunodeficiencia Primaria o Congénita

Este tipo de inmunodeficiencia es el resultado de una alteración genética que conduce a una producción defectuosa de linfocitos T, linfocitos B, o ambos. Un ejemplo grave es la Inmunodeficiencia Combinada Severa (SCID), que suele manifestarse en la primera infancia y es muy grave, pudiendo causar la muerte del paciente si no se somete a tratamiento. El protocolo de tratamiento puede incluir:

  • Suministro de agentes antimicrobianos y anticuerpos.
  • Trasplante de médula ósea.
  • Aislamiento total del enfermo (conocido como "niños burbuja").

Inmunodeficiencia Secundaria o Adquirida

Esta inmunodeficiencia aparece a lo largo de la vida del individuo como consecuencia de diversos factores, tales como:

  • Infecciones víricas (ej., SIDA).
  • Lesiones graves que impliquen una pérdida significativa de proteínas.
  • Malnutrición.
  • Enfermedades que afectan directamente al sistema inmunitario (ej., leucemia).
  • Tratamientos médicos (ej., los asociados a trasplantes de órganos).

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