Ingresos, Gastos Públicos y Equilibrio Presupuestario del Estado
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Ingresos de Capital del Estado
Existen diversas fuentes de ingresos de capital para el Estado, entre las que destacan:
- Enajenación de inversiones: Derivan de la venta de bienes que son propiedad del Estado.
- Transferencias de capital: Proceden de fondos estructurales, como los de la Unión Europea, y su destino es financiar proyectos de inversión específicos.
Los Gastos Públicos en los Presupuestos Generales del Estado (PGE)
Al examinar los Presupuestos Generales del Estado (PGE), debemos distinguir entre el gasto real (que incluye el gasto corriente más el gasto de inversión) llevado a cabo directamente por el Estado, y las transferencias y subvenciones, cuyo objetivo es mejorar la distribución de la renta.
Se deben analizar dos factores clave en los PGE:
- La cuantía del gasto público: Es muy relevante, pues indica cuáles son los objetivos del Gobierno en materia presupuestaria. Un elevado gasto público tiende a expandir la actividad económica, mientras que una contención del mismo tiene el efecto contrario.
- El saldo presupuestario: Es la diferencia entre los ingresos y los gastos públicos totales en un período determinado.
El Saldo Presupuestario y sus Implicaciones
Los efectos de la política fiscal sobre la economía son totalmente diferentes en función de si el presupuesto está:
- Equilibrado: Ingresos = Gastos
- En déficit: Ingresos < Gastos
- En superávit: Ingresos > Gastos
El déficit público surge al gastar más de lo que se ingresa. Una de sus posibles consecuencias, o el objetivo buscado en ciertas políticas, es el aumento de la cantidad de dinero en circulación para intentar incrementar los niveles de producción y empleo. En este sentido, existen dos corrientes principales de pensamiento económico que generan debate entre los economistas:
- Las políticas basadas en el modelo económico keynesiano defienden que el Estado debe intervenir activamente, incluso endeudándose si es necesario, para lograr objetivos como el pleno empleo y la estabilidad económica. Sostienen que el presupuesto debe buscar el equilibrio a lo largo del ciclo económico completo (permitiendo déficits en recesión y superávits en expansión).
- Las políticas neoliberales critican el endeudamiento sistemático del Estado. Su principal objeción suele ser el riesgo de inflación que puede generar el déficit público si se financia con emisión de dinero, al aumentar la cantidad de dinero que circula por la economía. Consideran innecesaria o contraproducente la intervención fiscal activa para gestionar la demanda agregada.
Tipos de Déficit Público
En la economía pueden darse dos tipos principales de déficit:
- Déficit cíclico: Se produce coyunturalmente durante las fases de recesión del ciclo económico, debido a la caída de los ingresos fiscales (menos actividad económica) y el aumento de ciertos gastos (como prestaciones por desempleo). Tiene un carácter transitorio y suele desaparecer o reducirse en las fases de crecimiento, cuando el Estado incrementa sus ingresos y reduce sus gastos ligados a la recesión.
- Déficit estructural: Es un déficit de carácter permanente que se mantiene incluso en situaciones cercanas al pleno empleo. Se considera un lastre para el desarrollo económico a largo plazo debido a los costes financieros asociados a la deuda pública acumulada que, constantemente, debe asumir el Estado.
Financiación del Déficit Público
Para financiar el déficit público, el Estado puede optar principalmente por tres vías:
- Emitir deuda pública: De forma similar a un préstamo bancario, el Estado solicita dinero a empresas, particulares y otras entidades emitiendo títulos valor (como bonos u obligaciones). Estos otorgan a sus poseedores el derecho a la devolución del dinero prestado más un interés fijo pactado en un plazo determinado.
- Subir los impuestos: Esta medida puede ser impopular y frenar la demanda agregada (consumo e inversión) al reducir la renta disponible de ciudadanos y empresas. Por ello, suele aplicarse preferentemente en fases expansivas del ciclo económico para minimizar su impacto social y económico negativo.
- Aumentar el dinero en circulación (Monetización del déficit): Esta opción, que implica que el banco central financie directamente al gobierno, suele provocar un aumento generalizado de los precios (inflación), razón por la cual los Estados suelen ser muy precavidos al aplicarla, especialmente en economías con bancos centrales independientes cuyo mandato principal es la estabilidad de precios.