Infraestructuras y Desarrollo Industrial en España

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Carretera

Las carreteras conectan los distintos núcleos de población, por lo que constituyen una infraestructura clave para la accesibilidad y la articulación del territorio.

Características de la red de carreteras peninsular

  1. Presenta un diseño radial con centro en Madrid y ejes hacia los principales puertos y ciudades de la periferia, donde se concentran la población y la actividad económica. Este modelo se inició en el siglo XVII con los Borbones y se consolidó en la década de 1960. En la actualidad, esta estructura tiende a mallarse con ejes transversales.
  2. Las características técnicas son variadas. Las autopistas y autovías son las que más han crecido y convierten a España en el país europeo con mayor longitud.
  3. El tráfico interior de viajeros y de mercancías se concentra en la carretera.
  4. Existen desequilibrios territoriales en:
    • Densidad de la red: es mayor en Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, con predominio del poblamiento disperso y fragmentado por el relieve. Es menor en Extremadura, Aragón, Andalucía, Castilla y León (Castilla-La Mancha).
    • Intensidad del tráfico: es más elevada en los corredores del Mediterráneo y del Ebro y en los 60-80 km de carreteras radiales a partir de Madrid.
    • Accesibilidad por carretera: es más homogénea que en otras infraestructuras de transporte. Se concentra en los corredores radiales de gran capacidad, en las principales zonas industriales y turísticas y Madrid, Zaragoza y Barcelona; es menor accesible en áreas fronterizas con Francia y Portugal y en ciertos espacios entre los ejes radiales.
  5. La integración con la UE se potenciará mejorando las comunicaciones con Francia y Portugal.
  6. Las actuaciones medioambientales se centran en reducir la contaminación de los automóviles.

Ferroviario

El ferrocarril fue el modo de transporte principal entre el siglo XIX y XX.

Características del ferrocarril

  1. Se compone de:
    • Red convencional: está equipada para velocidades inferiores a 200 km/h. Tiene una estructura radial desde Madrid hacia la periferia.
    • Red de alta velocidad: velocidades superiores a 200 km/h. Se inició en 1992, siguiendo un modelo radial.
    • Vía estrecha: se localiza en la cornisa cantábrica. Su infrautilización trata de solucionarse mejorando las infraestructuras.
  2. Características técnicas: la red de alta velocidad cuenta con las mejores prestaciones. Parte de las vías y del material rodante se ha modernizado y se ha incrementado la seguridad. Pero persisten tramos mediocres.
  3. El tráfico de viajeros y mercancías es inferior a la media europea:
    • Viajeros: ha crecido en las líneas de alta velocidad, que compiten con el avión en distancias medias.
    • Mercancías: se centra en las pesadas y de gran volumen, donde cobra peso el uso de contenedores que facilitan la carga y descarga. Es escaso. La circulación continua no es posible debido al diferente ancho de vía, que trata de solucionarse con la extensión de vagones, cambio de ancho de vía o construcción de un tercer raíl.
  4. Existen desequilibrios territoriales en equipamientos y accesibilidad al ferrocarril. La mejor situación es en Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, Zaragoza y Sevilla.
  5. La integración ferroviaria con la UE se potenciará con la progresiva adopción del ancho de vía europeo y con cinco corredores de alta capacidad para viajeros y mercancías que mejorarán las conexiones con Francia y Portugal.
  6. Las actuaciones medioambientales se centran en conseguir la integración paisajística del ferrocarril, electrificar la red, mitigar el ruido y disminuir el efecto barrera de las vías.

Marítimo

Se beneficia de la longitud del litoral español y de su estratégica posición en el transporte internacional de mercancías.

Características del transporte marítimo

  1. Las características de los puertos españoles son dispares. Algunos cuentan con buenas infraestructuras y equipamientos.
  2. El tráfico de viajeros y mercancías presenta grandes contrastes:
    • Viajeros: es escaso. Largas distancias se centra en los cruceros. Distancias cortas y medias se concentra en ambos lados del estrecho de Gibraltar, archipiélago balear y canario.
    • Transporte interior de mercancías: se dedica principalmente a transportar derivados del petróleo.
    • Transporte internacional de mercancías: tiene enorme importancia, se concentra la mayor parte de las importaciones y exportaciones de mercancías.
  3. Existen desequilibrios territoriales en el tráfico de mercancías. Se concentra en los puertos de Algeciras, por su inmejorable posición, Barcelona, Valencia, Tarragona y Bilbao, que han adoptado medidas para atraer nuevas áreas de negocio y ampliar su hinterland, Las Palmas, por su situación en las rutas atlánticas.
  4. Integración en el transporte exterior:
    • Marco europeo: los puertos de interés general forman parte de la Red Transeuropea de Transporte. Se han creado autopistas del mar.
    • Marco internacional: se trata de consolidar la posición de España como plataforma logística internacional, aprovechando su posición central en grandes rutas marítimas.
  5. Las actuaciones medioambientales incluyen la implantación de auditorías medioambientales en los puertos.

Organización espacial del sistema urbano

a) Madrid, en el centro de la Península, es el núcleo urbano principal de España. Concentra funciones terciarias avanzadas y mantiene relaciones con las ciudades de las provincias limítrofes y con las principales ciudades españolas.

b) Ejes urbanos periféricos:

  • Eje Atlántico gallego: se extiende entre Ferrol y Vigo. Está especializado en el comercio y transporte. Se relaciona con Ourense y Lugo y trata de mejorar sus vinculaciones con Madrid y con el eje cantábrico.
  • Eje cantábrico: es un eje discontinuo que incluye el triángulo asturiano, Santander y el triángulo vasco. Se encuentra en fase de ajuste, con progresiva pérdida de la preeminencia de la industria madura e implantación de nuevas actividades. Se relaciona con León, Burgos y Logroño y trata de incrementar sus conexiones con otros ejes: Asturias con Andalucía y el País Vasco con el eje del Ebro.
  • Eje mediterráneo: comprende desde Girona a Cartagena. Es el eje más dinámico, con una industria muy diversificada y un fuerte peso de la construcción y del turismo. Conecta con los ejes del Ebro, con Madrid, con Andalucía y con Baleares.
  • Eje del valle del Ebro: entre Vitoria-Gasteiz y Tarragona, tiene como ciudad principal a Zaragoza. Es un eje dinámico, con equilibrio entre la industria y los servicios, especialmente los relacionados con su posición de intermediación, dado que enlaza los ejes cantábrico y mediterráneo. Además, mantiene importantes relaciones con Madrid.
  • Eje andaluz: es doble. El eje litoral, entre Almería y Huelva, es un eje dinámico especializado en el turismo, el comercio, la agricultura tecnificada o las industrias básicas y se relaciona con el eje mediterráneo. El eje del valle del Guadalquivir, entre la costa atlántica y Jaén, es un eje menos dinámico especializado en actividades agrarias, industrias locales y turismo. Se relaciona con Madrid y con el incipiente eje extremeño.

c) El interior peninsular carece de ejes urbanos integrados. Predominan las pequeñas ciudades especializadas en actividades tradicionales, siendo las más destacadas las capitales provinciales. No obstante, se están constituyendo ejes incipientes a lo largo de las nuevas infraestructuras de transporte, cuyas ciudades se benefician de la difusión de actividades desde las grandes aglomeraciones. Es el caso del eje Madrid-Albacete-Valencia/Alicante, del eje diagonal Badajoz-Madrid-Zaragoza-Barcelona y del eje Madrid-Valladolid-A Coruña/Oviedo-Gijón.

Evolución Industrial

La industria española ha pasado por diferentes coyunturas entre su comienzo hacia 1830 y 1975.

Fases de la evolución industrial

  1. Un lento inicio en relación con otros países europeos. La industrialización no comenzó a cobrar fuerza en España hasta 1855. Las causas que han llevado a hablar de este fracaso de la primera revolución industrial fueron las difíciles condiciones para el despegue industrial. Resultó insuficiente la disponibilidad de materias primas y de fuentes de energía: el algodón era escaso, el carbón mediocre y los mejores minerales se exportaban por las compañías extranjeras. Fue escasa la inversión industrial: el Estado estaba endeudado, los particulares invertían en comprar la tierra desamortizada y el espíritu empresarial era escaso. Y fue reducida la demanda de productos industriales por el bajo crecimiento demográfico y la pobreza campesina. Otras circunstancias desfavorables fueron el atraso tecnológico, que obligaba a importar las máquinas, la situación exterior y la política proteccionista, que libraba a la industria de la competencia externa, pero desincentivaba su modernización tecnológica.
  2. En el primer tercio del siglo XX (1890-1936) tuvo lugar un mayor crecimiento industrial. Aumentó la disponibilidad de minerales: el carbón nacional sustituyó a la hulla importada y decayó la exportación de minerales, al agotarse las vetas más ricas. Creció la inversión industrial procedente de la repatriación del capital de las colonias perdidas en 1898 y de los beneficios obtenidos de las exportaciones a Europa en la Primera Guerra Mundial. Se incrementó la demanda, pues las obras públicas durante la dictadura de Primo de Rivera fomentaron sectores industriales como el hierro y el cemento. Y se incorporaron los avances técnicos de la Segunda Revolución Industrial.
  3. La Guerra Civil y la posguerra (1936-1959) interrumpieron el crecimiento industrial. Durante la guerra se destruyeron industrias. Y en la posguerra, la política autárquica privó a la industria de los necesarios recursos energéticos, materias primas, maquinarias y capitales.
  4. Se inició tras el abandono de la autarquía y la liberalización de las importaciones en 1959. La industria experimentó un fuerte crecimiento por: aumento de la inversión industrial, pues la expansión de la economía capitalista mundial atrajo a empresas multinacionales, bajos costes de producción e incentivos estatales. Y se invirtieron en la industria capitales procedentes del turismo, de las remesas enviadas por los emigrantes y de inversores privados. Otras circunstancias fueron el crecimiento de la demanda de productos industriales, al elevarse el nivel de vida de la población, la incorporación de mejores técnicas procedentes del exterior, el bajo precio de la energía y la política estatal de fomento industrial a través de los Planes de Desarrollo.

Áreas industriales

Áreas industriales desarrolladas

Son los espacios centrales de las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, centros principales de la industria española. Su evolución ha sido doble. Por una parte, una pérdida de tejido industrial a causa de la reconversión de los sectores maduros y de la difusión de industrias hacia espacios más baratos. Por otra parte, una revitalización industrial, motivada por la implantación de las sedes sociales de las grandes empresas nacionales y multinacionales en edificios emblemáticos de las grandes vías y del centro de negocios y por la instalación de los sectores de alta tecnología en parques industriales y empresariales. Como consecuencia, esas áreas pierden empleo industrial debido a la deslocalización de fábricas y a la terciarización del empleo, pero concentran el empleo más cualificado, las actividades más innovadoras y las mayores cifras de inversión en I+D+i.

Áreas industriales en expansión

Son zonas que están recibiendo implantaciones industriales resultantes de la difusión industrial y de la industrialización endógena. Las coronas metropolitanas de la periferia urbana y las franjas periurbanas de transición entre el espacio urbano y el rural cuentan con algunas industrias en declive o en reconversión. Pero también atraen industrias tradicionales, nuevas o deslocalizadas desde las áreas centrales metropolitanas buscando reducir costes y hacer negocios con la venta del suelo urbano que ocupaban. Suelen ser pequeñas, poco capitalizadas y necesitadas de trabajo poco cualificado y flexible, y dedicadas a producciones tradicionales, subcontratación de tareas o la transformación de los recursos circundantes. En otros casos, las coronas y franjas periurbanas instalan empresas innovadoras en parques tecnológicos. Los ejes de desarrollo industrial se localizan a lo largo de las principales vías de comunicación. A nivel nacional, destacan los ejes del valle del Ebro y del Mediterráneo. Están relacionados, mediante una red de autopistas, con los principales centros nacionales y del sur de Europa, por lo que han atraído a diversas industrias nacionales y multinacionales, y también se relacionan con ciudades de antigua tradición industrial o artesanal y con una industria rural dispersa transformadora de los productos del entorno. A nivel regional y comarcal sobresalen los ejes en torno a Madrid, que se extienden hacia las provincias limítrofes de Castilla-La Mancha y los ejes interiores a lo largo de las principales carreteras. Ciertas áreas rurales bien comunicadas acogen empresas urbanas deslocalizadas, o industrias tradicionales ya existentes o promovidas por empresarios locales aprovechando los recursos del entorno.

Áreas en declive y reestructuración

Son zonas en declive industrial desde la década de 1970, localizadas en la cornisa cantábrica y ciertos emplazamientos. Las causas del declive son la especialización en sectores maduros que sufren la competencia de países más baratos, ocasionando paro y emigración. La reindustrialización ha encontrado dificultades a causa de la escasa diversificación industrial motivada por el predominio tradicional de grandes fábricas, el escaso espíritu empresarial por el predominio histórico del sector público, la mano de obra poco diversificada, poco cualificada y conflictiva, un urbanismo desorganizado y un medio ambiente deteriorado por las industrias muy contaminantes y la existencia de ruinas industriales.

Áreas de industrialización inducida y escasa

Son zonas caracterizadas por la existencia de algunas grandes implantaciones industriales aisladas y por el predominio de industrias pequeñas, tradicionales y dispersas. Las áreas de industrialización inducida se encuentran en Galicia, Aragón, Castilla y León y Andalucía. Aquí se crearon enclaves industriales por las políticas de promoción industrial de 1960, incapaces de difundir la industria hacia áreas próximas, por lo que generaron desequilibrios territoriales. Es el caso de Galicia, Zaragoza, Valladolid y Burgos, y Sevilla-Cádiz-Huelva. Las áreas de industria escasa son Castilla-La Mancha, Extremadura, Baleares y Canarias, debido a su localización poco competitiva. En ellas, las grandes industrias son puntuales y predominan los sectores tradicionales en pymes de baja competitividad.

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