Infecciones Respiratorias Agudas en Niños: Diagnóstico, Tratamiento y Prevención
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Infecciones Respiratorias Agudas en Niños: Diagnóstico y Tratamiento
Es importante mencionar que los virus, aunque considerados relativamente inocuos, "preparan el terreno" para la invasión de las bacterias, debido a que alteran los mecanismos de defensa del pulmón.
Por ello, las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) en los niños, descritas como infecciones virales del tracto respiratorio superior, deben tomarse en consideración, ya que implican un alto riesgo de infección bacteriana sobreagregada, la cual puede llevar a una IRA severa. Esta puede ocasionar la muerte a niños menores de un año con bajo peso y niños desnutridos.
Estrategia Fundamental en el Manejo de Casos
La estrategia fundamental en el manejo de casos es el diagnóstico oportuno para determinar si el niño tiene o no neumonía. Si la tiene, se debe discriminar tempranamente el grado de severidad de esta para la aplicación de medidas adecuadas de tratamiento.
Signos de Alarma
- Respiración rápida
- Tiraje (hundimiento del pecho)
- Incapacidad para beber o tomar líquidos
- Cianosis
Tratamiento de la Neumonía
En los casos de neumonía, se indica un antibiótico y su manejo es ambulatorio, con indicación de una reconsulta dentro de 48 horas. La elección suele estar entre los siguientes medicamentos:
- Penicilina procaínica: 50,000 U/Kg/dosis por vía intramuscular una vez por día durante cinco días.
- Amoxicilina: 15 mg/Kg/dosis por vía oral, tres veces por día durante 5 días.
- Ampicilina: 25 mg/Kg/dosis por vía oral, cuatro veces por día durante 5 días.
- Cotrimoxazol: 20 mg/Kg/dosis de Sulfametoxazol más 4 mg/Kg/dosis de Trimetoprim por vía oral, dos veces por día durante 5 días.
Vacunas
El Proceso Enseñanza-Aprendizaje y la Visita Domiciliaria en el Asesoramiento Nutricional
Reglas para la Visita Domiciliaria
- No se comporte nunca ni como "controlador" ni como el "tío bueno" que trae las soluciones para todo.
- No haga creer que existen recetas simples para los problemas sociales que generalmente son complejos.
- Haga entender que la visita es un proceso de aprendizaje mutuo.
- Antes de realizar la primera visita, asegúrese de que puede repetirla poco tiempo después, en caso de necesidad.
- Anuncie previamente su visita. Una vez ahí, preséntese a toda la familia. Trate de hablar también con los hombres durante las horas de descanso.
- Comience el diálogo con comentarios positivos sobre lo que observe, como el ambiente que lo rodea.
- Observe todo lo posible, pero durante la visita solo trate uno o dos problemas en la conversación.
- Evite hablar de posibles soluciones antes de que las personas visitadas hayan expuesto por completo su punto de vista sobre el problema.
- Haga de la solución del problema una tarea común. Exprese claramente la necesidad de que ellos mismos formulen propuestas concretas.
- Cada éxito es un éxito de la familia; cada fracaso es un fracaso común.
- Si es posible, ensaye, practique, junto con los padres o los responsables lo que se quiere enseñar.
- No haga nunca promesas. Realice los aportes materiales o financieros sin aviso previo, con el fin de evitar frustraciones.
- Escriba un informe corto después de cada visita.
- Organice reuniones de evaluación con compañeros y compañeras.