El Individualismo en la Tardomodernidad: Un Enfoque Sociológico

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Dada su manifiesta complejidad, una aproximación sociológica relativa al hecho del individualismo debe llevar consigo un análisis concreto de las múltiples causas y condiciones que, en su contextualización e interrelación funcional y operativa, conducen a una determinada construcción arquetípica y variable del ser humano social. Construcción acompañada de sus respectivos niveles de actuación, tanto en el ámbito de lo mental como en el conductual, y de un preciso e inequívoco esquema referencial.

Sin embargo, en este caso, nuestra pretensión es más concreta y se limita a exponer y reflejar determinados aspectos que consideramos relevantes, en cuanto afectan al «ser» y «estar» del individuo ubicado en el contexto procesual, dialéctico y sistémico de las sociedades de la tardomodernidad.

Relación entre Individuo y Sociedad

En líneas generales, este acercamiento analítico asume como un dato básico y previo la existencia de la relación inseparable que, en su necesidad y persistencia dialéctica funcional, se produce entre individuo y sociedad. Es decir, lo que N. Elias, entre otros, refleja cuando afirma que: «así como cada ser humano es un todo por sí mismo, es un individuo que se dirige a sí mismo y al que ningún otro puede dirigir si no lo hace él mismo, así también toda la configuración de esa autodirección, la consciente como la inconsciente, es producto de un entrelazamiento, es decir, se ha desarrollado en un continuo ir y venir de relaciones con otras personas; por tanto, la forma individual del adulto es una forma específica de su sociedad».

Influencia de la Sociedad sobre el Individuo

Sin embargo, frente a este hecho social, en las actuales circunstancias económicas, políticas y socioculturales resulta observable un proceder, en las relaciones interactivas entre ambos órdenes, que tiende a reflejar el decisivo influjo que ejerce la sociedad, entendida como sistema, sobre el individuo. En efecto, lo objetivo, instrumental y funcional que preside lo estructural prevalece sobre aquellos aspectos subjetivos, expresivos y personales que también, de uno u otro modo, constituyen en su conjunción globalizadora la realidad social.

Es decir, resulta detectable una funcional readaptación en la reproducción de la compleja existencia social como resultado de las exigencias demandadas por la propia funcionalidad interna del sistema, que para mantenerse competitivo y eficaz frente al resto de los sistemas requiere de ciertas reestructuraciones que, de modo inevitable, repercuten en las condiciones en que se desarrollan las relaciones entre ellos, entre sus miembros y con su específico entorno sociocultural.

El Contexto Sociológico del Individualismo

Por otra parte, el análisis sociológico de la individualidad humana exige que el estudio se realice en el preciso contexto de la sociedad de la cual el individuo es miembro integrante, pues, de lo contrario, abandonaríamos el terreno de lo estrictamente sociológico para adentrarnos en otros campos periféricos del conocimiento. La investigación debe tener en cuenta los factores materiales y culturales que, en su interdependencia dinámica y estructural, proyectan históricamente sobre los entornos espacio-temporales posibilidades, expectativas y limitaciones que condicionarán a los sujetos que forman parte de un específico sistema social.

De este modo, en todo sistema social tanto lo material como lo cultural mediatizan y posibilitan las realizaciones y frustraciones del individuo y, en consecuencia, su propia realidad.

Crítica al Positivismo Sociológico

Es nuestra pretensión evitar los perjuicios derivados tanto de un exacerbado positivismo sociológico como de una banal literaturización de la realidad social acerca de la individualidad. Por ello, suscribimos una estrategia de investigación que profundiza en algunos de aquellos aspectos de la realidad individual que son sistemáticamente silenciados por ciertas corrientes sociológicas en su obstinado afán mercantil, ideológico y oscurantista: la «hipertrofia de la sociología» conduce inevitablemente al fracasado proyecto emancipador de la Ilustración como consecuencia, precisamente, del imperio y hegemonía que ejercen las acreditadas y célebres «razones» instrumentales.

Recuperación de la Conciencia Sociológica

De este modo, frente a las mutilaciones derivadas de los reduccionismos y velados silencios a que es sometida la ciencia sociológica, es necesario y urgente recuperar como inexcusable punto de partida la rigurosa utilización de la «conciencia sociológica» y rehabilitar como horizonte social la realidad práctica de la olvidada «imaginación sociológica». Se trata de emplear el acervo sociológico de forma atrevida ante cualquier tipo de encubrimiento, sobre todo en las actuales circunstancias ya que somos conscientes y conocedores de la decisiva influencia que ejerce la sociología sobre la sociedad y sus miembros.

Conclusiones sobre el Individualismo

En líneas generales, el individualismo contemporáneo germina y resulta factible en el marco histórico de sociedades capitalistas y democráticas cuyas condiciones de desarrollo y funcionamiento, a partir de las exigencias económico-ideológicas, demandan transformaciones globales e individuales de todas aquellas construcciones sociales y culturales que actúan, en su disfuncionalidad estructural, como rémoras del avance social.

Las sociedades moderno-tardías son organizaciones que, en función de su dinamismo transformador, presentan como rasgos inherentes a su actividad fenómenos como el riesgo y la incertidumbre. Su convulsiva actividad modificadora y creativa produce, sin cesar, un tipo de inestabilidad estructural que alcanza al conjunto de los individuos que las componen y que se extiende a todas las áreas de actividad social-institucional: el conflicto y el cambio son sus constantes, teniendo en cuenta las previas resistencias de lo consolidado a desvanecerse en el vacío de lo fútil.

Reflexiones Finales

En conclusión, el individualismo es un fenómeno complejo que, aunque presenta logros en términos de autonomía y libertad, también encierra contradicciones y limitaciones que deben ser analizadas críticamente. La comprensión de la acción recíproca entre individuo y sociedad es fundamental para alcanzar una existencia más justa y humana.

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