Impresionismo y Postimpresionismo: Evolución del Arte en el Siglo XIX

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Introducción al Contexto Artístico del Siglo XIX

La segunda mitad del siglo XIX estuvo marcada por profundos cambios políticos y económicos derivados de la actividad industrial. Las organizaciones proletarias y sus enfrentamientos sociales cobraron gran importancia. En Francia, se vivió la era de Napoleón III, la Comuna de 1871 y la III República. La burguesía controlaba la política y el gusto artístico a través de Salones anuales o bianuales, donde los artistas exponían su obra y se daban a conocer. Aparecieron adelantos técnicos y científicos como el ferrocarril, la luz eléctrica y la fotografía. En la segunda mitad del siglo XIX, se produjo una crisis académica en la pintura francesa. Los pintores realistas comenzaron a inspirarse en la vida cotidiana. En el último tercio de siglo, surgió en Francia el Impresionismo, que concedía gran importancia al efecto de la luz y los colores en la retina. Se propugnaba una pintura fresca, en contacto con la naturaleza y de ejecución rápida. A partir de 1880, surgió un grupo de pintores con una actitud rupturista: los postimpresionistas. Estos artistas, diferentes entre sí, aprovecharon las lecciones de los impresionistas. La escultura siguió una evolución paralela a la de la pintura. Proliferaron estatuas de grandes hombres y de alegorías que encarnaban ideales colectivos que al poder le interesaba transmitir. Eran obras muy realistas y teatrales. Auguste Rodin fue la figura más importante de la época.

La Pintura Impresionista

El término "Impresionismo" surgió en 1874 en una exposición de fotografía, donde había un cuadro de Manet denominado "Impresión, sol naciente". Este título llevó a un comentarista de una revista satírica a denominar a las pinturas de la exposición y a sus autores como "impresionistas". En el siglo XIX, los pintores franceses exponían sus obras en el Salón oficial anual, controlado por el Estado y la Academia. En 1863, el emperador permitió una exposición anexa: El célebre Salón de los Rechazados, para expresar su oposición a los criterios del Jurado oficial. Hacia 1866, Manet frecuentaba el café Guerbois, donde se reunía con otros artistas impresionistas. En 1874, se montó la primera exposición impresionista. Desde 1882, se produjo la dispersión y crisis del grupo impresionista, que también se separó en el plano artístico.

Características del Impresionismo

  • La luz y el color: El rasgo más destacado del Impresionismo es la búsqueda de la luminosidad a través del color puro e intenso. Los impresionistas prescinden del negro y de los colores terrosos, y tienden a usar la gama del arcoíris. Muchas veces aplican colores puros sobre la tela, en pequeños toques yuxtapuestos para que se combinen en la retina del espectador. Se trata de la denominada "mezcla óptica". Las sombras se aclaran y colorean.
  • Las leyes del color: Los impresionistas pintan las sombras con el color complementario de la luz, y así el contraste alcanza su máxima intensidad cuando se yuxtaponen tintas complementarias.
  • La pincelada: Los impresionistas pintaban al aire libre, donde los cambios de luz y atmósfera impiden copiar tranquila y minuciosamente un paisaje. Por eso, utilizan una técnica rápida, abocetada, para fijar lo esencial. Su pincelada es irregular, desordenada y siempre visible: larga o breve.

Nuevos Temas y Perspectivas

El mundo urbano: Manet, Monet, Degas y Renoir se propusieron explorar nuevas figuras y lugares de la vida moderna como el circo, la calle, la ópera, etc. Los pintores realizan experimentos que afectan a la distancia, al ángulo y al encuadre. Se empiezan a pintar temas de la vida urbana y escenas campestres. En 1840, aparecen tubos de estaño de pintura al óleo que permiten pintar cuadros al aire libre. Aparece un primer grupo de pintores en torno a Manet que trabajan al aire libre y prefieren paisajes con agua y la representación del ocio, disfrutando de la naturaleza. El segundo grupo se reúne alrededor de Pissarro y pintan los trabajos rurales y la vida tradicional de pueblos y aldeas.

Principales Pintores Impresionistas

Édouard Manet (1832-1883)

Aunque no fue un impresionista en el sentido estricto de la palabra, Manet es considerado un precursor del movimiento. Uno de sus cuadros más escandalosos fue "El almuerzo sobre la hierba", expuesto en el Salón de los Rechazados. Inspirado en "La fiesta campestre" de Giorgione, se le reprochó la dureza técnica, la apariencia algo abocetada y el aire lechoso del desnudo. Más escandalosa aún fue "Olimpia", una clara parodia de la "Venus de Urbino", con una clara descripción de los hábitos sexuales modernos. Manet fue el personaje principal del grupo del Café Guerbois.

Claude Monet (1840-1926)

Ningún pintor encarna la representación impresionista como Monet. Empezó a pintar cuadros al aire libre, paisajísticos, con clara influencia de Corot y Courbet. Se fue a vivir a Argenteuil para observar los efectos de la luz en el agua. El tema de Monet es el tema real de la pintura impresionista: la luz como elemento de vida y la atmósfera como medio de la misma. Sus obras más famosas son "La estación de Saint Lazare" y "La Catedral de Rouen".

Auguste Renoir (1841-1919)

Participó en el Salón de los Rechazados con jóvenes contrarios a las normas clasicistas. Sus primeras obras muestran influencias de Courbet, pintor al que admiraba y estudiaba. Su obra se diferencia en que prefiere paisajes puros, fiestas, bailes, etc. Técnicamente, se caracteriza por la superposición de capas delgadas y transparentes. El desnudo femenino fue uno de sus temas principales, como en "El torso de la mujer al sol". En 1882, realizó un viaje a Italia que le hizo romper con el Impresionismo, buscando un mayor clasicismo.

Los Pintores Postimpresionistas

Este término comprende desde 1886 hasta aproximadamente 20 años después, cuando aparece el Cubismo. Se formaron y dispersaron grupos muy variados como los simbolistas, los nabis o los puntillistas. Los pintores más representativos siguieron su propio camino. Hay un claro alejamiento del Impresionismo, que va dirigido contra la actitud que adoptaba ante la realidad.

Paul Cézanne (1839-1906)

A partir de 1879, se fue alejando del Impresionismo. Su tema favorito fue "La montaña de Santa Victoria", al que dedicó más de 70 composiciones. En esas pinturas, todo parece estar cerca y lejos, a la misma distancia del ojo del espectador. Trató de resolver los problemas de luz, espacialidad y objetividad. Sus cuadros ofrecen la consistencia y duración de lo imperecedero.

Vincent van Gogh (1853-1890)

Después del enfoque impresionista, empleó cada vez planos más lisos, destacados mediante contornos marcados y oscuros. La obra del pintor está relacionada con la textura. Obras destacadas incluyen "Los girasoles" y "Doctor Gachet". Es el precursor de todas las corrientes expresionistas del arte del siglo XX.

Toulouse-Lautrec (1864-1901)

Es un artista independiente con respecto a las tendencias artísticas de su tiempo. Es uno de los pioneros de la modernidad con el dinamismo de un dibujo ágil, suelto y espontáneo, temas y formas de representación nuevas. Se convirtió en uno de los cronistas de la vida nocturna. Su rapidez de ejecución le permitió captar la vida de París. Su obra se desarrolló sobre diversos soportes y técnicas, como la pintura al óleo. Desarrolló un importante trabajo como cartelista.

La Escultura en el Siglo XIX

No podemos hablar de escultura impresionista, pero sí de una preocupación por la fugacidad y lo efímero. Era un arte caro que no podía sobrevivir sin encargos oficiales. Los encargos más frecuentes eran monumentos y estatuas decorativas de edificios públicos.

Auguste Rodin (1840-1917)

Fue el gran escultor del siglo XIX. Continuó con el realismo moderado y la textura de sus obras anuncia la escultura del siglo XX, con influencias del Impresionismo y el Expresionismo. Los temas son dramas humanos, las pasiones. Realizó muchos retratos, como el de Balzac.

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