El Imperio Hispánico de Felipe II: Consolidación y Autoritarismo

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3.3 El Imperio Hispánico de Felipe II

Felipe II consolidó y reestructuró las instituciones de gobierno de la época de los Reyes Católicos.

Sus viajes fueron escasos, no abandonó casi nunca la península y fijó una sede permanente estableciendo Madrid como capital.

Felipe II siguió manteniendo el ideal de defensa del catolicismo. Aumentó sus dominios al incorporar Portugal a la corona.

3.4 Intransigencia religiosa y autoritarismo

La monarquía de Felipe II se situó como defensora de los principios del Concilio de Trento obligatorio en el territorio peninsular. Mientras, la Inquisición perseguía la herejía, la monarquía anuló los particularismos de los moriscos, en respuesta éstos protagonizaron una insurrección.

Posteriormente se decretó la expulsión de los moriscos.

4 La expansión imperial en el siglo XVI

4.1 La lucha contra los protestantes

La ruptura de la unidad católica fue el principal problema de la monarquía de Carlos I.

Finalmente se llegaría a la Paz de Augsburgo en la que los protestantes consiguieron que cada príncipe pudiera elegir la religión de sus estados.

4.2 Los enfrentamientos con Francia e Inglaterra

Carlos I y Francisco I de Francia se enfrentaron por el dominio de los reinos de Italia y por el control de los territorios de Flandes y Borgoña.

Durante el reinado de Felipe II los conflictos con Francia siguieron hasta que se produjo la victoria de los tercios españoles en San Quintín. Felipe II decidió enfrentarse a Inglaterra y preparó la Armada Invencible. La expedición fue un desastre y la Armada Invencible fue vencida.

4.3 El dominio del Mediterráneo

Durante el reinado de Felipe II los otomanos amenazaron todo el Mediterráneo al apoderarse de Chipre y Túnez. El enfrentamiento se dio en el Golfo de Lepanto y significó una gran victoria de los cristianos que alejó el problema turco del Mediterráneo durante años.

4.4 La rebelión de los Países Bajos

La guerra en los Países Bajos fue el mayor problema de Felipe II. La primera rebelión se produjo en la región de Flandes. Finalmente, el sur de los Países Bajos católico aceptó la obediencia a Felipe II, pero el norte, las Provincias Unidas de Holanda, continuaron la lucha por la independencia.

5 Economía y sociedad hispánica en el siglo XVI

5.1 La economía del siglo XVI

El siglo XVI español se caracterizó por un incremento de la población, como efecto de ese crecimiento y de la demanda de productos desde América, la agricultura tuvo una subida constante.

También se produjo una expansión de la industria artesanal estimulada por la demanda del mercado americano. El comercio fue el sector que tuvo un mayor desarrollo gracias a la explotación del Nuevo Mundo.

6.1 Felipe III, Felipe IV y Carlos II: La época de los validos

Tras la muerte de Felipe II, los monarcas renunciaron a ejercer las tareas de gobierno que pasaron a manos de los validos. Muchos de ellos utilizaron el poder en su propio beneficio. Felipe III expulsó definitivamente a los moriscos. Las tareas de gobierno quedaron en manos de su valido, el duque de Lerma. El valido de Felipe IV fue el conde-duque de Olivares, cuyo gobierno se caracterizó por el autoritarismo. La dinastía concluyó con Carlos II, enfermizo e incapaz (el hechizado), que murió sin descendencia.

6.2 La guerra de los 30 años

Fue un conflicto religioso en el que se enfrentaron protestantes y católicos. Los contendientes, agotados, pactaron la Paz de Westfalia.

6.3 Las revueltas de 1640

La guerra consumió muchos recursos. El conde-duque de Olivares pretendió una mayor centralización y fortalecimiento. Pero sus exigencias acabaron provocando el levantamiento de Portugal y Cataluña. La revuelta en Cataluña abrió un frente militar contra los franceses. Los soldados reales provocaron la rebelión que culminó con la entrada de los segadores durante el Corpus de Sangre.

6.4 La crisis del siglo XVII

El siglo XVII se caracterizó en toda Europa por una fuerte crisis social y económica. En primer lugar, la población disminuyó. La situación de las finanzas públicas no permitía mejorar la situación, los gastos aumentaban. Fue en ese momento cuando se evidenció que el mantenimiento de una mentalidad aristocrática había hecho imposible rentabilizar las riquezas provenientes de América.

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