Impacto Psicológico de la Violencia: Consecuencias de Agresiones Sexuales y Ciclo del Maltrato de Género
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Consecuencias Psicológicas de las Agresiones Sexuales
Las agresiones sexuales son vividas por las víctimas como un atentado no contra su sexo, sino principalmente contra su integridad física y psicológica. Las principales consecuencias psicológicas de las agresiones sexuales sobre el equilibrio emocional de la víctima son las siguientes:
A corto plazo
- Quejas físicas
- Alteraciones del apetito
- Trastornos del sueño y pesadillas
- Desánimo, ansiedad y miedo generalizado
- Tendencia al aislamiento, dificultad para retomar la vida cotidiana.
A medio plazo
- Depresión
- Pérdida de autoestima
- Dificultades en la relación social
- Disfunciones sexuales
- Temores diversos
- Estrés postraumático.
La víctima es capaz de retomar su vida habitual, pero con limitaciones.
A largo plazo
- Irritabilidad
- Desconfianza
- Alerta excesiva
- Embotamiento afectivo
- Disfunciones sexuales
- Disminución de la capacidad para disfrutar de la vida.
La evolución de la víctima con el transcurso del tiempo no sigue siempre el mismo proceso. La intensidad de los síntomas a los pocos días de la agresión permite predecir la gravedad del problema a largo plazo.
Sentimientos de culpa
Estos aparecen con frecuencia en víctimas de agresiones sexuales. La culpa puede estar referida a la conducta de la víctima antes de la agresión, durante la agresión y después de la agresión. A veces, la culpabilidad es inducida socialmente, con reproches a la víctima por su conducta provocadora.
Victimización secundaria
Deriva de la relación establecida entre la víctima y el sistema jurídico-penal posterior a la agresión sexual. El maltrato institucional contribuye a agravar el daño psicológico de la víctima. La victimización secundaria se produce por:
- Declaraciones repetidas
- Exploraciones psicológicas o médicas reiteradas
- Falta de delicadeza en las preguntas formuladas
- Tardanza del juicio
- Declaración en público
- Presencia próxima del presunto agresor
- Críticas al estilo de vida de la víctima o puesta en tela de juicio su testimonio.
Una actuación judicial eficiente resulta fundamental para el restablecimiento del equilibrio psicológico de las víctimas.
Perspectiva Psicológica de la Violencia de Género y Etapas del Maltrato a la Mujer
La atención se desplaza a los procesos internos del pensamiento y a los estados emocionales, estableciendo en muchas ocasiones que el sujeto agresor tiene graves deficiencias, como una incapacidad para manejar situaciones de tensión o de frustración. También se señalan en las víctimas características de personalidad que las hacen más vulnerables al maltrato. Los psicólogos plantean con frecuencia que agresores y víctimas comparten patrones de personalidad y de comportamiento comunes, lo cual conduce a que muchas víctimas sean al mismo tiempo o posteriormente agresoras de otras personas. En estos casos, resulta difícil separar el fenómeno de aprendizaje común que se da al convivir y la contribución de las propias características que las personas aportan a esa interacción. Las teorías más recientes han intentado relacionar ciertas características psicológicas con la agresión y la conducta violenta que pueden predecir el maltrato de la esposa y de los hijos. Cuando la psicología se acerca a perspectivas más sociales, se introducen elementos del ambiente en las teorías explicativas del maltrato.
Leonore Walter desarrolló su teoría de las tres etapas del ciclo de la violencia para responder a la pregunta de por qué permanecen en el hogar las mujeres que están siendo maltratadas por sus parejas:
Primera etapa: Generación de la tensión
En esta se produce un gradual escalamiento de la tensión, manifestada por actos específicos que causan una fricción in crescendo.
Segunda etapa: El incidente de violencia
Ocurre cuando los esfuerzos de la mujer por aliviar la situación fracasan y, de acuerdo con la autora, ella precipita la explosión de violencia para controlar dónde y cómo ocurre, tomando precauciones para disminuir las heridas y el dolor de la paliza.
Tercera etapa: Luna de miel
Sigue a la violencia, en la que el agresor se muestra arrepentido y la mujer quiere creer en la sinceridad de su pareja. A partir de este punto, el ciclo vuelve a repetirse. En la perspectiva de Walter, las mujeres están atrapadas, rehenes de su propia percepción de la situación.