Impacto de las Lesiones Frontales en el Comportamiento y la Personalidad
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Alteración del Comportamiento por Lesión Dorsolateral
Los pacientes con lesión dorsolateral tienden a manifestar apatía, lentitud, inatención, desmotivación, distracción, dependencia del ambiente, dificultad para concretar la atención y carencia de curiosidad. En casos de lesiones izquierdas, la depresión es un síntoma frecuente [24].
Síndrome Orbitofrontal: Cambios en la Personalidad
El síndrome orbitofrontal se produce por una lesión a cualquier nivel del circuito orbitofrontal, pero especialmente por afectación de las áreas basales 11 y 12 de Brodmann. Una causa frecuente de lesión en esta región es la ruptura de un aneurisma de la arteria comunicante anterior. Un caso clásico ya documentado en la literatura es el del paciente EVR, descrito por Damasio, aunque la causa de la lesión en dicho caso fue un meningioma [26].
Función de la Corteza Orbitofrontal y Consecuencias de su Lesión
La corteza orbitofrontal corresponde a la representación neocortical del sistema límbico [4] y está implicada en la adecuación de la conducta (en tiempo, espacio e intensidad) en respuesta a un estímulo externo. Las lesiones en esta área parecen desconectar un sistema de vigilancia frontal del sistema límbico y, como resultado, se produce una desinhibición y labilidad emocional, es decir, un cambio de personalidad con las siguientes características:
- Los pacientes pueden aparecer desinhibidos, sin tener en cuenta las normas sociales, con un mal control de impulsos (agresividad sin motivo, bulimia), incapaces de inhibir respuestas incorrectas y con comportamientos reiterativos.
- Algunos pueden presentar el síndrome de dependencia del medio ambiente, descrito por Lhermitte [27], con tendencia a imitar al examinador o a tocar y utilizar todos los objetos que tienen a su alcance (conducta de imitación y utilización). Parece ser que la pérdida de inhibición frontal da lugar a una hiperactividad parietal, con una tendencia a explorar el entorno con el tacto. Es decir, se pierde el equilibrio entre la función frontal y la parietal. Con una lesión frontal, los pacientes no son autónomos del medio ambiente y cualquier estímulo puede ser digno de explorar, mientras que con una lesión parietal el paciente se centra en sus propias sensaciones, aunque vayan totalmente en contra de la evidencia; por ejemplo, los pacientes que ignoran su hemiplejía (anosognosia), los que ignoran una parte de su cuerpo (asomatognosia) o los que ignoran todo un hemiespacio (heminegligencia). Otros autores [28] opinan que, aunque efectivamente la conducta de imitación es un síntoma frecuente en patología frontal, no se halla tan ligada a una lesión basal, sino que puede verse igualmente con lesiones dorsolaterales y mesiales. La conducta de utilización es más rara, pero en cualquier caso, ninguna de las dos (utilización e imitación) se ha observado en patología que no sea frontal.
- Otra característica es un peculiar "sentido" del humor, conocido clásicamente como "moria" [6]. Se refiere a que el paciente parece divertirse con lo que a nadie hace gracia. Sin embargo, también se ha descrito [29] una incapacidad para "captar" el sentido de un chiste; el paciente suele ser consciente de ese "problema".
- Además de este cambio de personalidad, y a diferencia de los pacientes con lesión dorsolateral, los pacientes con lesión basal aparecen eufóricos, a veces incluso maníacos. Este hecho es más frecuente con lesiones derechas, pudiendo llegar a presentar un trastorno obsesivo-compulsivo.
Abordaje Terapéutico y Hallazgos Recientes
Aunque no hay ningún tratamiento eficaz, se han ensayado varios fármacos para mejorar la desinhibición de estos pacientes, como benzodiacepinas, propranolol, carbamacepina, ácido valproico, litio y agonistas serotoninérgicos. Sarazin et al. demuestran en un excelente trabajo de flujo cerebral esta dualidad de síntomas (disejecutivos versus alteración de personalidad) en pacientes frontales, según la localización de la lesión en la corteza dorsolateral u orbitaria [30].