Impacto Farmacológico en el Ejercicio Físico: Consideraciones Clínicas
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Precauciones con el Tratamiento con Corticoesteroides
- Los corticoesteroides pueden producir un aumento de la presión arterial, por lo que se deberá controlar esta antes de iniciar la sesión de ejercicio.
- Se produce una disminución de la densidad ósea y osteoporosis, aun cuando se administren en ciclos cortos o se trate de tratamiento por inhalación.
- Provocan un aumento de la glucemia, lo que se ha de tener en cuenta en el caso de pacientes con diabetes.
- Aunque el tratamiento no sea mediante inyección local, hay que tener en cuenta que los corticoides reblandecen los tendones, favoreciendo la aparición de roturas de estos, sobre todo del tendón de Aquiles.
- Favorecen la destrucción de las proteínas musculares, dando lugar a miopatías.
- Aceleran el catabolismo e incrementan la producción proteica para la gluconeogénesis y la provisión de ATP para el trabajo muscular. A corto plazo, esto puede favorecer la capacidad funcional al aumentar el "combustible" disponible para los músculos que trabajan, incrementando la resistencia al ejercicio. Sin embargo, el uso a largo plazo ha demostrado desembocar en atrofia muscular.
Fármacos Cardiovasculares
Nitratos
- Se utilizan como vasodilatadores en el tratamiento de la angina y la insuficiencia cardíaca.
- Estos fármacos producen una importante hipotensión ortostática con posible síncope e incrementan la tolerancia al ejercicio en personas con patología.
Inotrópicos
- Se utilizan en la insuficiencia cardíaca para mejorar la hemodinámica al aumentar la contractilidad cardíaca.
- Los más usados son los digitálicos (ej., Digoxina®).
- Estos fármacos aumentan la capacidad de ejercicio y mejoran la resistencia. Producen una disminución de la frecuencia cardíaca (FC) en reposo, no conociéndose bien la respuesta de la FC ante esfuerzos intensos.
Antiarrítmicos
- Además de los β-bloqueantes, se utilizan otros antiarrítmicos entre los que destaca la amiodarona (ej., Trangorex®).
- Este fármaco incrementa la tolerancia al ejercicio, pero suele producir intoxicación tiroidea, por lo que es mejor que sea el cardiólogo quien indique si el paciente puede realizar ejercicio.
- Este fármaco se utiliza para evitar la fibrilación ventricular.
Hipolipemiantes
Estos fármacos reducen las LDL y los triglicéridos y aumentan las HDL. Los más utilizados pertenecen a dos grupos:
Fibratos
- Ejemplo: bezafibrato.
- Es posible que interfieran en el metabolismo de las grasas, lo que podría llevar a la aparición de cansancio temprano durante el ejercicio prolongado.
- Provocan mialgias.
Estatinas
- Ejemplo: simvastatina.
- No intervienen en el metabolismo graso, por lo que no modifican la capacidad de ejercicio.
- Se han descrito casos de rabdomiólisis en dosis altas, por lo que se deben evitar los impactos.
Hipoglucemiantes Orales
Estos fármacos se utilizan en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo II. Los más utilizados son: sulfonilureas, las biguanidas (ej., metformina), las tiazolidinedionas y los inhibidores de la alfa-glucosidasa (ej., acarbosa).
- Las tiazolidinedionas mejoran la vasodilatación mediada por flujo, reducen la activación, proliferación y migración de macrófagos y células musculares lisas, y disminuyen la formación de placas. Es posible que a largo plazo mejoren la capacidad de resistencia al ejercicio.
- Las biguanidas inducen elevaciones del ácido láctico en suero.