Immanuel Kant: Pensamiento, Biografía y Legado Filosófico
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Vida y Obra de Immanuel Kant
Immanuel Kant (1724-1804), filósofo alemán, es considerado por muchos como el pensador más influyente de la era moderna.
Nacido en Königsberg (ahora Kaliningrado, Rusia) el 22 de abril de 1724, Kant se educó en el Collegium Fredericianum y en la Universidad de Königsberg. En la escuela estudió sobre todo los clásicos y en la universidad, física y matemáticas. Tras la muerte de su padre, tuvo que abandonar sus estudios universitarios y ganarse la vida como tutor privado. En 1755, ayudado por un amigo, reanudó sus estudios y obtuvo el doctorado. Posteriormente, enseñó en la universidad durante 15 años, impartiendo conferencias inicialmente sobre ciencias y matemáticas, para luego, de forma paulatina, disertar sobre casi todas las ramas de la filosofía.
Aunque las conferencias y escritos de Kant durante este periodo le otorgaron reputación como filósofo original, no se le concedió una cátedra universitaria hasta 1770, cuando fue designado profesor de Lógica y Metafísica. Durante los 27 años siguientes continuó dedicado a su labor profesoral y atrayendo a un gran número de estudiantes a Königsberg. Las enseñanzas religiosas poco ortodoxas de Kant, que se basaban más en el racionalismo que en la revelación divina, le generaron problemas con el Gobierno de Prusia. En 1792, Federico Guillermo II, rey de esa nación, le prohibió impartir clases o escribir sobre asuntos religiosos. Kant obedeció esta orden durante cinco años, hasta la muerte del rey, momento en el que se sintió liberado de su obligación. En 1798, ya retirado de la docencia universitaria, publicó un epítome que contenía una expresión de sus ideas en materia religiosa. Murió el 12 de febrero de 1804.
La Teoría del Conocimiento Kantiana: Crítica de la Razón Pura
La teoría del conocimiento de Kant, presentada en su Crítica de la razón pura, es uno de los grandes hitos en la historia de la Filosofía. Con ella pretende responder a las interrogantes del conocimiento, en contraste con la postura del filósofo inglés, quien lo basaba solo en la costumbre.
Kant no duda que el conocimiento científico, universal y necesario, es posible; la física lo prueba. Y sabe que un conocimiento de este tipo no puede tener su fundamento en la mera costumbre. De ahí que no se pregunte por la posibilidad, sino por las "condiciones de posibilidad". Su teoría le permite encontrar el fundamento sólido para la ciencia no en el noúmeno —en la realidad, en la cosa en sí—, sino en el propio sujeto, portador de formas universales que obtienen de la experiencia la materia indispensable para construir su objeto de conocimiento: el fenómeno.
Conceptos Clave en la Filosofía de Kant
Revolución Copernicana
Mientras los filósofos anteriores (racionalistas y empiristas) habían puesto el acento en el objeto del conocimiento, Kant lo pondrá en el sujeto que conoce. El sujeto no encuentra el objeto como algo dado, sino que lo construye.
A Priori
Independiente de la experiencia y condición de posibilidad de toda experiencia.
Noúmeno
La cosa en sí, la realidad tal como es en sí misma. Permanece incognoscible.
Caos de Impresiones
Las impresiones constituyen la materia del conocimiento. Sin ellas, el intelecto no conocería nada. Pero irrumpen en el intelecto de forma caótica, y es este quien las ordena con sus formas a priori, construyendo el fenómeno. Kant afirma que las impresiones sin las formas y las categorías que aporta el intelecto serían "ciegas". Por lo tanto, si bien reconoce a los empiristas que todo conocimiento comienza con la experiencia, no admite que todo conocimiento provenga de la experiencia, pues este sería imposible sin el aporte que hace el sujeto de sus formas a priori.
Formas y Categorías A Priori
Las formas y categorías a priori construyen el fenómeno a partir del caos de impresiones. Kant sostiene que, sin las impresiones, las formas y categorías permanecerían "vacías".
Objeto de Conocimiento
El intelecto, con sus formas a priori de la sensibilidad y sus categorías del entendimiento, construye, tomando como materia las impresiones caóticas, el objeto de conocimiento: el fenómeno, que es intramental. El intelecto no conoce las cosas tal como son en sí mismas (noúmeno), sino tal como él mismo las construye (fenómeno).
Ideas de la Razón Pura
Las ideas de Dios, de alma y de mundo permanecen vacías. Son las impresiones las que dotan de contenido a las formas vacías del intelecto, pero de las ideas de la razón no tenemos impresión alguna. Estas ideas proyectan la tendencia de la razón a realizar una síntesis cada vez más abarcativa, hasta un plano en el que este objetivo ya no puede ser logrado.