Immanuel Kant: Biografía, Pensamiento y Límites del Conocimiento
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Vida y Obra de Immanuel Kant
La vida de Kant transcurre durante la Ilustración, donde se inicia un camino hacia la filosofía moderna que, gracias al avance científico, a la afirmación de la autonomía de la razón y a los ideales de la Ilustración, impulsará la autonomía y la libertad, así como la búsqueda de una civilización feliz y justa.
Immanuel Kant nació en 1724 en Prusia. A finales del siglo XVII y principios del XVIII se extendió por Alemania el pietismo, tendencia religiosa que fue seguida por los padres de Kant, y que ejerció una profunda influencia en él.
En 1781, publica su obra más importante con el título de Crítica de la razón pura, donde expone su teoría del conocimiento, que denomina Idealismo Trascendental. A ella le siguieron la Fundamentación de la metafísica de las costumbres, en 1785, junto con la Crítica de la razón práctica, donde aborda la cuestión de la ética.
En 1804 fallecía. Para entonces, la filosofía de Kant había alcanzado ya gran difusión y aceptación en los principales círculos culturales de Alemania y un considerable eco en el resto de Europa.
La obra de Kant es una respuesta a tres preguntas con las que quiere dar respuesta a la pregunta fundamental: ¿qué es el hombre? Pretende responder a la pregunta ¿qué puedo conocer?, con la que investiga cuáles son los límites y cómo procede nuestro entendimiento. A esta pregunta responde con la teoría del conocimiento. La otra pregunta es: ¿qué debo hacer? El ser humano es un hombre activo y necesita saber cuáles son las normas que guían su relación con los demás. A esta pregunta responde con la ética y, por último, la cuestión de ¿qué me cabe esperar? A esto responde con el análisis de la religión. Todas ellas son las preguntas imprescindibles para dar respuesta a la pregunta fundamental: ¿qué es el ser humano?
Los Límites del Conocimiento en Kant
La pregunta ¿qué puedo conocer? será analizada en la Crítica de la razón pura, donde se muestra interesado en investigar el conocimiento metafísico y determinar si es o no una ciencia en el sentido moderno del término. Además, pretende demostrar que las ciencias son un conocimiento universal y necesario.
En su formación filosófica, Kant se inicia en el racionalismo de Wolff. Kant, como racionalista, considera que nuestra razón no tiene límites, conocimiento pleno. Pero la lectura de Hume lo lleva a compartir la idea de que no hay conocimiento sin experiencia. Así, hará una síntesis de las dos corrientes.
Considera que, en el proceso del conocimiento, el sujeto es el elemento central del conocimiento frente al objeto. Kant no hace más que profundizar en el giro subjetivista, el nombre que se le da es giro copernicano.
El conocimiento es algo construido entre el conocimiento a priori, que aporta el sujeto, más el conocimiento a posteriori, que son los datos que provienen de la experiencia. El conocimiento humano comienza por la sensibilidad y que es una facultad pasiva que recibe, ordena y unifica los datos que provienen de la experiencia. El conocimiento son formas puras, lo que significa que no aportan conocimiento, no poseemos contenidos innatos.
Sensibilidad, Entendimiento y Razón
La sensibilidad permite la formación del fenómeno, es decir, la representación moldeada y ordenada por las intuiciones del espacio y el tiempo a partir de los datos inconexos de la experiencia. Con la sensibilidad, el ser humano percibe; es preciso comprender lo percibido formando juicios. Esta función de los juicios es realizada por el entendimiento, que es una facultad activa que formula juicios. Analiza los tipos de juicios para deducir de ellos las categorías existentes. Estas categorías deben emplearse dentro del ámbito de la experiencia, ese es el único uso legítimo, cuando se aplican al ámbito de lo fenoménico y no a lo nouménico, que sería un uso ilegítimo.
En lo anterior coincide con Hume (no hay conocimiento sin experiencia), pero en lo que no coincidirá será en la destrucción del principio de causalidad como una ley universal y necesaria, en la conclusión de que la ciencia es un conocimiento probable ni tampoco en su escepticismo.
Ahora bien, la razón, por su naturaleza, tiende a alcanzar síntesis más amplias de conocimiento y esto es positivo mientras se mantenga en los límites de la experiencia, pero la razón, por su naturaleza, sobrepasa este límite más allá de la experiencia y quiere acceder al ámbito de lo nouménico. Nuestra razón, como decían los empiristas, es limitada y no puede conocerlo todo.
La Función de la Metafísica
¿Es preciso abandonar las disertaciones de la metafísica? Kant contesta que no. Entonces, ¿cuál será su función?: función regulativa, provocando que el conocimiento avance, que no se detenga nunca. Dios, alma y mundo funcionan como el horizonte, como el ideal inalcanzable que permite alcanzar cotas más elevadas de conocimiento. Para el filósofo alemán, la razón en su uso teórico está limitada al ámbito de la experiencia, pero la razón en su uso práctico puede llegar a acceder al ámbito de lo nouménico.