Imaginería Española: Realismo Barroco y la Gracia del Rococó en el Arte Europeo

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La Imaginería Española: Arte Sacro y Realismo Barroco

La imaginería española, una manifestación artística única, surgió de las circunstancias particulares de España, dando lugar a una escultura de madera policromada de temática profundamente religiosa. El considerable peso de la Iglesia, la arraigada piedad popular y la influencia de las cofradías potenciaron la creación de retablos, los icónicos pasos de Semana Santa y la escultura de bulto redondo.

Proceso de Creación y Acabado

La elaboración de los pasos se iniciaba con la talla de la madera, seguida de un meticuloso proceso que buscaba conferir un realismo impactante a las figuras. Este proceso incluía:

  • El dorado: Aplicación de láminas de oro.
  • La policromía: Pintura de las superficies con diversos colores.
  • El estofado: Técnica que consiste en raspar la pintura sobre el dorado para crear patrones y texturas.
  • El encarnado: Pintura de las partes de la piel para simular su tono y textura.

Estos trabajos eran realizados por el pintor. Finalmente, se añadían los postizos para aumentar la verosimilitud:

  • Pelucas
  • Ojos de vidrio
  • Lágrimas de resina
  • Vestidos y joyas
  • Complementos escenográficos

Todo ello buscaba dotar de mayor verosimilitud y realismo a las figuras, favoreciendo el conceptualismo barroco, basado en hacer visible el misticismo, el ascetismo, el heroísmo y la crueldad. Estas obras seguían fielmente las directrices artísticas dictadas por el Concilio de Trento: difundir el mensaje divino a través de los sentidos. Ejemplos importantes incluyen las representaciones de San José y el Niño Jesús, las Inmaculadas y los Ecce Homo.

Características del Arte Barroco y Rococó

El Barroco: Expresión de una Época

El término Barroco, aunque deriva de la palabra portuguesa barrueco (perla irregular), se asocia con la complejidad y la exuberancia del lenguaje artístico de la época. Entendemos por Barroco el estilo que, a lo largo de los siglos XVII y XVIII, surgió en Italia y se extendió por toda Europa, elaborando soluciones estéticas y formales que reflejan una visión del mundo a la vez contradictoria y unitaria.

En este periodo, se aprecia la manifestación de los tres poderes establecidos: la Iglesia, la monarquía y la burguesía. Por ello, la producción artística se divide en dos grandes grupos:

  • La promovida por la burguesía protestante.
  • La promovida por la Iglesia y el poder real.

Esta división es resultado de la intensa carga ideológica del arte barroco. El estudio individualizado de las obras debe complementarse con el examen de sus interrelaciones con su contexto para buscar la unidad. Así, la arquitectura se convierte en el continente de la pintura y la escultura, integrándolas en un todo unitario que se transforma en un theatrum sacrum, un espacio sagrado donde las artes plásticas son elementos básicos de la representación. Gian Lorenzo Bernini es el máximo exponente de esta corriente integradora.

El Rococó: Gracia, Lujo y Sensualidad

El término Rococó fue inicialmente un calificativo con intención caricaturesca y despectiva, derivado de rocaille, un elemento principal de decoración del siglo XVIII. Sin embargo, el Rococó es un estilo rico y sugerente que se desarrolló principalmente en Francia. Es un arte al servicio de la comodidad, del lujo y de la fiesta, y prefigura el arte burgués.

Representa un cambio significativo en la concepción del arte, que se hace más humano, más accesible y con menos pretensiones. Es un arte "para comunes mortales", criaturas débiles, sensuales y sibaritas, que expresa la belleza y la gracia de la vida, buscando encantar y agradar. En este estilo se aplica el concepto de "el arte por el arte".

Su culto a la belleza sensual, su lenguaje formal afectado y virtuosista, gracioso y melodioso, corresponde a la actitud natural de una sociedad frívola, cansada y pasiva que busca placer y reposo. Se caracteriza por ser un arte distante y refinado, eminentemente aristocrático. Representa la fase final de una cultura donde predomina el principio de belleza, siendo el último estilo donde los conceptos de belleza y arte son sinónimos, y el último estilo común a toda Europa occidental, pues la burguesía moderna acabaría con esta uniformidad.

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