La Imaginería Barroca Española del Siglo XVII: Fe, Realismo y Pasión
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La Imaginería Barroca Española del Siglo XVII: Un Arte al Servicio de la Contrarreforma
La imaginería española del siglo XVII está intrínsecamente ligada a la Contrarreforma. Busca elementos visuales que sirvan a sus propósitos, y el Concilio de Trento decretará los temas predominantes. El nuevo método de la Iglesia es el de la persuasión mediante la imagen. La Iglesia controlará la decoración, el tema y la verosimilitud, intentando separar en las imágenes lo católico de lo hereje.
Características de la Imaginería Barroca Española
La escultura barroca española sigue una evolución al margen de la escultura barroca europea. Aquí no llega la influencia de Bernini. Se diferencia de la europea por la técnica y los materiales, siendo casi toda policromada. Además, estas obras están hechas por varios artistas en talleres policromados. Se utilizan postizos, uñas, pieles, etc., para añadirle realismo. En algunos casos, solo se esculpía la cabeza y las manos, y luego se le añadía ropa verdadera, cumpliendo así una función didáctica. En el siglo XVII se crea la imagen procesional, y la imaginería pasa a la calle. Los nuevos encargados son ahora gente de clase social más baja.
Focos Principales de la Imaginería Barroca Española
Castilla
El foco principal en Castilla es la ciudad de Valladolid. El creador de la imaginería castellana fue Gregorio Fernández, a quien le interesaban el realismo y la verosimilitud. En sus obras, cabeza y manos son fundamentales; las cabelleras las peina en mechones cortos y aplastados. Las manos son expresivas y los dedos los suele colocar hacia delante. Los ropajes y plegados son acartonados. La policromía es mate, sin brillo.
- Cristo Muerto o Yacente: Hay un tratamiento anatómico perfecto en su desnudo, el cual contrasta con el plegado geométrico del paño. El rostro es expresionista.
Andalucía
En Andalucía, destacan dos ciudades: Sevilla y Granada.
Sevilla
Destaca Juan Martínez Montañés, y con él se formó Alonso Cano. Con Montañés hay una mayor continuidad con la tradición y un estilo diferente, ya que se formó en un ambiente clásico. Emplea esquemas anatómicos todavía manieristas. Su escultura es serena, realista y sin patetismos, con figuras reposadas que no expresan rasgos. Su policromía es más rica y variada.
- El Cristo de la Clemencia: Se representó vivo, pero agonizando. El paño de pureza es realista. El torso está alargado, al igual que las piernas y los brazos. Son rasgos manieristas que realzan la belleza formal.
Granada
Destacó Alonso Cano, quien diseñó en parte la Catedral de Granada. Es un artista que, tanto en su escultura como en su pintura, representa el clasicismo barroco italianizante.
- La Inmaculada del Facistol: Es una obra de plena madurez, con una enorme expresión de gracia, ternura y delicadeza.
Otro escultor es Pedro de Mena, quien heredó el estilo expresivo y realista. Simplificó las formas y los volúmenes de sus figuras y las dotó de un fuerte contenido espiritual.
- La Magdalena Penitente: El cuerpo se oculta tras una túnica de palma. En la cabeza ovalada, enmarcada por su larguísimo cabello, destacan sus ojos enrojecidos. Las manos, grandes pero delicadas, muestran una sujeta al crucifijo y la otra parece tocarse el corazón. La técnica y la obra están puestas al servicio de la idea de arrepentimiento y penitencia.
Murcia
Cabe destacar la escuela murciana con la figura de Francisco Salzillo. En su madurez, fue el creador de grupos escultóricos procesionales.
- La Oración de Jesús en el Huerto: Un ejemplo destacado de su maestría en la creación de conjuntos escultóricos.