La Ilustración según Kant: Razón, Libertad y Progreso Humano
Enviado por jorge y clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 4,12 KB
¿Qué es la Ilustración según Kant?
Para Kant, la Ilustración es un proceso ilimitado de la razón, cuyos principios están siempre sujetos a un debate abierto entre aquellos que son lo suficientemente osados como para servirse de su propia razón y reivindicar la libertad de opinión.
El mismo Kant se dedicó a investigar las condiciones del conocimiento, trascendiendo así la propia Ilustración. Su escrito muestra su espíritu cosmopolita, así como las tensiones y los problemas europeos del siglo XVIII. Frente a la inestabilidad social y política, se perfila la afirmación de la Ilustración como un gran fenómeno social que no se limitaba a las minorías.
El aumento de peso en la opinión pública, las reformas educativas, etc., amplían la intervención del mundo ilustrado y su capacidad para influir en la política. Se distinguen tres significados que Kant atribuye a la razón:
En el plano individual: Kant parte del descubrimiento del individuo, de sus derechos, de su humanidad y libertad. La Ilustración aparece como una invitación a la toma definitiva de conciencia de las posibilidades de emancipación a través del conocimiento, prescindiendo de toda autoridad externa. La minoría de edad es la incapacidad para servirse de la propia inteligencia sin la guía de otro. El lema kantiano es: "¡Atrévete a saber!", ten el valor de pensar por ti mismo. La autonomía intelectual es para Kant el signo de la dignidad humana.
En el plano social: La salida del hombre de la minoría de edad se presenta como un fenómeno social e histórico, frente a los frenos y obstáculos impuestos por las autoridades. Kant dijo: "Lo único que necesita la Ilustración es libertad, la de hacer uso público de la propia razón en todos los campos." La Ilustración se presenta como un proceso, una práctica cultural que cualquier generación debe usar para el análisis crítico y valiente de las situaciones. La libertad para filosofar y la aplicación de la crítica racional a la religión, la política y la moral, es donde la originalidad kantiana y su agudeza distinguen el uso público y el privado de la razón (uso público es el que uno hace de ella como estudioso frente al público lector; uso privado es el que hace una persona cuando desempeña un cargo público).
En el plano histórico de la humanidad: La necesidad de la inteligencia humana de vivir conociendo y comunicándose con los demás es el tercer significado que Kant le da a la Ilustración. Esta solo se habrá realizado cuando la sociedad haya dejado de pisotear los derechos de la humanidad.
Los Postulados de la Razón Práctica
La acción moral del hombre tiene como objetivo el Sumo Bien. Como la existencia del hombre es finita y limitada, hay que postular algunas condiciones que nos permitan alcanzar el Sumo Bien. Estas condiciones son supuestos que admitimos para cumplir la ley moral. Los postulados son 3: la libertad, la inmortalidad del alma y Dios. El Sumo Bien se compone de virtud y felicidad. Para alcanzar la virtud, el hombre debe promover su perfeccionamiento moral, aspirando a la santidad, pero como esto no puede ser, se necesita postular la inmortalidad del alma que permita un progreso infinito hasta la perfección moral. Al perseguir la virtud, el hombre se hace digno de felicidad. La unión de estas dos solo puede ser producto de una voluntad santa y omnipotente, por lo que se necesita postular la existencia de Dios. A través de los postulados se concede realidad objetiva a las ideas trascendentales de la razón pura: la realidad del alma como sustancia indestructible, la del mundo como dominio de libertad humana y la de Dios como garantía del orden moral. Esto no supone el conocimiento teórico de esos noúmenos, pero sí necesidad práctica para el desarrollo de la moralidad. Con ellos, la razón práctica tiene primacía sobre la razón pura porque amplía su campo en el orden del deber ser y de la libertad. La metafísica se hace posible gracias a la razón práctica y su ámbito moral.