La Ilustración: El Llamado de Kant al Pensamiento Crítico y la Libertad de Razón
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Resumen
El ensayo de Kant titulado "Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración?" comienza con una reflexión sobre el concepto de la Ilustración, que él define como el acto de liberar la razón de su minoría de edad. Según Kant, la minoría de edad del ser humano es su incapacidad para pensar de manera independiente. Solo cuando una persona se atreve a confiar en su propio entendimiento y prescinde de la dirección externa, abandona esta minoría de edad. Kant enfatiza la importancia de esta audacia, instando a la gente a atreverse a saber por sí mismos, ya que muchos prefieren seguir siendo dirigidos por otros debido a la pereza y la cobardía. El autor resume la esencia de la Ilustración en la frase "pensar por sí mismo" y buscar la verdad dentro de uno mismo, en la razón, en lugar de depender de fuentes externas. Esto implica dos aspectos fundamentales:
- En primer lugar, implica la libertad de pensar sin estar sujeto a ninguna autoridad externa a la razón. Kant sostiene que es posible que el público se ilustre por sí mismo si se le permite actuar con libertad.
- En segundo lugar, significa que la razón debe someterse solo a sus propias leyes, sin obedecer a leyes impuestas externamente. La libertad de pensamiento implica que la razón se rija por sus propios principios, sin los cuales perdería su libertad y la máxima de la Ilustración carecería de sentido.
Contextualización
Durante el siglo XVIII, Kant, influido por el movimiento ilustrado, vivió bajo monarcas prusianos como Federico II, quien promovió ideas ilustradas como la libertad religiosa y la abolición de la tortura. La Ilustración, marcada por cambios como la Revolución Francesa y la Revolución Industrial, tuvo tres generaciones de pensadores, destacando figuras como Kant. Este movimiento tuvo un fuerte impacto en países como Inglaterra, Francia y Alemania, siendo esta última considerada como el epicentro de la modernidad en Europa, con un enfoque en el análisis racional de la razón para guiar el conocimiento y la acción humana.
En términos filosóficos, podemos identificar tres generaciones de pensadores ilustrados:
- La primera, en conexión inmediata con Locke, contaría con figuras como Montesquieu y Voltaire.
- La segunda constituye un núcleo más numeroso: Buffon, Hume, Diderot, D'Alembert, Rousseau, Condillac, Franklin y Helvetius.
- La tercera (alemana fundamentalmente) sería la de Kant, Lessing, Turgot, Beccaria, Wieland, etc.
Idea de Progreso
La Ilustración promovió la idea de progreso basada en la confianza en la razón humana y sus logros científicos, técnicos y económicos. Esta perspectiva consideraba que la humanidad podía avanzar constantemente hacia una vida mejor si se utilizaba adecuadamente la capacidad racional. Kant, por ejemplo, veía en el progreso humano la marcha hacia una sociedad perfecta guiada por una constitución civil ideal que asegurara la paz perpetua.
Sin embargo, Jean Jacques Rousseau, a pesar de pertenecer al movimiento ilustrado, fue crítico con esta noción de progreso ilimitado. Sostenía que las ciencias y las artes, lejos de mejorar al hombre, lo habían corrompido. En su obra "Discurso sobre las ciencias y las artes", Rousseau argumentaba que la civilización había debilitado las costumbres y la moralidad del hombre.
La Ilustración también asociaba el progreso con la educación, creyendo que esta liberaría a la humanidad de la ignorancia y los prejuicios irracionales. Kant enfatizaba el valor de pensar por uno mismo, mientras que Rousseau abogaba por una educación basada en la naturaleza y la libertad, alejada de la influencia de la sociedad.
En resumen, la idea de progreso ilustrado sugiere un avance continuo hacia una sociedad mejor mediante el uso de la razón y la educación, aunque esta visión fue cuestionada por críticos como Rousseau, quien argumentaba que el progreso material no siempre estaba acompañado por un progreso moral.
La Razón Ilustrada
La Ilustración se identificó con una era de la razón, en la que esta última se veía como el fundamento para abordar la ciencia, la moral, la organización social y el devenir histórico. Sin embargo, esta razón no estaba subordinada a la teología como en la Edad Media, ni tampoco estaba respaldada por la veracidad divina como en la visión cartesiana. Se trataba de una razón autónoma, liberada de toda autoridad externa, tradición o imposición ajena. Esta autonomía exigía una confianza plena en la razón y la decisión de utilizarla sin restricciones, basándose únicamente en sus propios límites y principios.
Esta razón ilustrada era fundamentalmente crítica, cuestionando los prejuicios, la tradición, la autoridad no reconocida por ella misma y la superstición, aunque sin negar por completo la idea de religión y lo divino. Además, tenía un carácter analítico, basándose en la experiencia para adquirir conocimiento, en contraste con la razón racionalista que buscaba conocer la esencia de la realidad de forma deductiva y a priori. Kant desempeñó un papel importante en este enfoque, reconociendo los límites de la razón y su dependencia de la experiencia.
Para la Ilustración, la razón era universal y constante a lo largo del tiempo, con una naturaleza fija pero desarrollable. Sin embargo, Rousseau adoptó una postura diferente, abogando por un retorno a la naturaleza, los sentimientos y las pasiones en lugar de exaltar la razón. Se le considera un precursor del romanticismo en este sentido.