La Ilustración en España: Pensamiento y Literatura

La Ilustración en España

La Ilustración, movimiento intelectual que buscaba el bienestar y la felicidad a través de la razón, tuvo un impacto significativo en España durante el siglo XVIII, coincidiendo con el reinado de los Borbones, desde la Guerra de Sucesión hasta el reinado de Carlos IV y la Guerra de la Independencia contra las tropas napoleónicas. Sus pilares fundamentales fueron:

• Racionalismo: La razón como única base del saber y el desarrollo científico-tecnológico.
• Empirismo: La importancia de la experimentación y la observación directa de la naturaleza.
• Criticismo: Kant y la visión de la historia como un proceso social y civil sujeto a un examen racional.
• Utopismo: La fe en los ideales de progreso y tolerancia.
• Utilitarismo: Los avances científicos en aras del saber y las reformas sociales para el bien común.
• Revalorización de la naturaleza: El ser humano en armonía con lo natural, según Rousseau.

La Ilustración Española y su Contexto Histórico

La Ilustración española recibió influencias francesas, italianas e inglesas. Durante los reinados de Felipe V y Fernando VI, la dinastía borbónica introdujo ideas ilustradas y creó academias. El reinado de Carlos III se caracterizó por la aplicación de teorías económicas basadas en la fisiocracia y el liberalismo económico (Jovellanos), así como por el interés en la educación y el progreso científico, con avances en las ciencias experimentales (Ulloa). El gobierno de Manuel Godoy bajo Carlos IV, marcado por el inicio de la Guerra de Independencia, vio un retroceso en las reformas ilustradas debido a la influencia de la Inquisición. La invasión napoleónica y el futuro reinado de Fernando VII pusieron fin al reinado de Carlos IV, generando una división entre defensores del despotismo y partidarios del liberalismo.

Prosa y Ensayo de la Primera Mitad del Siglo XVIII

Benito Jerónimo Feijoo:

• Se propuso deshacer los errores populares basados en la tradición y defender la religión.
• Combatió la idea de una ciencia universitaria que validaba las afirmaciones científicas de la Biblia y Aristóteles sin someterlas a la crítica y la experimentación.

Ignacio de Luzán:

• Se basó en fuentes clásicas y europeas para definir la poesía como una imitación de la naturaleza con fines de utilidad o deleite. Defendió el buen gusto y la verosimilitud.
• En sus Memorias literarias de París, cuestionó la cultura francesa y europea.

Prosa y Ensayo de la Segunda Mitad del Siglo XVIII

Gaspar Melchor de Jovellanos:

• Ocupó cargos políticos durante los reinados de Carlos III y Carlos IV. Cultivó la poesía, el teatro, la prosa ensayística y difundió ideas reformistas.
• En sus Informes sobre la Ley Agraria, analizó el estancamiento de la agricultura y propuso soluciones que se oponían a los intereses de la nobleza y la Iglesia, por lo que nunca se llevaron a la práctica.
• En su Memoria sobre espectáculos y diversiones públicas, estudió la evolución de los espectáculos en España, expresó su rechazo a las corridas de toros y defendió el teatro, proponiendo la creación de una escuela para actores.
• En sus obras y su diario personal, reflejó la realidad de su época.

José Cadalso:

• Cartas Marruecas: Obra epistolar compuesta por 90 cartas con un triple punto de vista (Gazel, Ben Beley y Nuño), en las que Cadalso expone una reflexión crítica sobre los males de la sociedad, planteando la tolerancia y la moderación.
• Los eruditos a la violeta: Sátira contra la educación superficial, utilizando un curso completo de todas las ciencias dividido en siete lecciones, una para cada día.
• Noches lúgubres: Ficción dialogada en prosa con elementos de elegía. Ante la muerte de su amada María, Tediato habla con Lorenzo, mostrando una visión romántica del mundo.

Poesía

Juan Meléndez Valdés:

• Poesía clasicista: Con personajes pastores enamorados, canta a la vida.
• Poesía ilustrada: Expone sus ideas de reforma y progreso.
• Poesía sentimental: Expresa el sentimiento íntimo y subjetivo, utilizando la naturaleza como reflejo del estado de ánimo del poeta.

Teatro

Ramón de la Cruz:

• Se consagró con el éxito de sus sainetes, un teatro popular y castizo que fue recibido con hostilidad por los clasicistas, partidarios de un arte idealizado. Destaca su obra El Prado por la noche.

Leandro Fernández de Moratín:

• Autor de teatro neoclásico, creó un tipo de comedia que fusiona la comedia urbana con la sátira de costumbres. Critica los defectos sociales desde un punto de vista sentimental.
• Sus personajes, pertenecientes a la clase media, resultan cercanos a los espectadores de su tiempo.
• El sí de las niñas: Trata sobre la boda de Don Diego y Doña Francisca, una joven enamorada de Carlos, sobrino de Diego. Aborda temas como el egoísmo, la obsesión por el dinero y la religiosidad superficial.
• Su obra se adscribe al neoclasicismo, siguiendo las reglas de las tres unidades: una sola acción que transcurre en pocas horas y en un solo lugar; escenografía y decorados simples; decoro de los personajes; y diálogos en un estilo natural y ajustado a las situaciones.