Iluminación y Efectos Sonoros en La Fundación de Antonio Buero Vallejo: Una Reflexión Sobre la Condición Humana

Enviado por Chuletator online y clasificado en Español

Escrito el en español con un tamaño de 3,39 KB

*La Fundación*: Una Tragedia de Antonio Buero Vallejo

La Fundación es una tragedia de Antonio Buero Vallejo representada por primera vez en 1974. En ella, el autor realiza una reflexión crítica sobre el hombre contemporáneo y la sociedad en la que le ha tocado vivir. Aunque Buero Vallejo fue preso político tras la Guerra Civil, su intención es superar el ámbito de lo particular para reflexionar sobre lo universal. Su denuncia no se limita a la situación concreta tratada en la obra, sino que pretende cuestionar aspectos esenciales de la condición humana.

Iluminación y Efectos Sonoros como Elementos Clave

En la configuración del espacio escénico, además de la progresiva desaparición de objetos del escenario, cobra especial importancia la iluminación y los efectos sonoros. La obra se inicia con una luz clara que va oscureciéndose progresivamente hasta llegar al final a la tenebrosa oscuridad de la cárcel. La música que se escucha al comienzo y que crea un clima idóneo para la ensoñación, abre y cierra la obra. La luz y el sonido contribuyen de manera especial a dotar a la obra de una estructura cíclica y circular.

La Evolución de Tomás y la Luz

La iluminación está en relación con la evolución de Tomás, desde su locura hasta la recuperación de la cordura. En este sentido, Tomás recuerda a Don Quijote: post tenebras spero lucem.

Desarrollo de los Elementos Lumínicos y Sonoros

Veamos cómo los elementos lumínicos y sonoros evolucionan a lo largo del drama:

  • La obra se inicia con una luz clara que va oscureciéndose progresivamente hasta llegar al final a la tenebrosa oscuridad de la cárcel.
  • La lámpara que solo Tomás ve toma un valor simbólico, pues en un momento determinado de la obra no se enciende.
  • También es simbólico el hecho de que uno de los últimos días en que se desarrolla la obra las luces de la cárcel no se apaguen; después, poco a poco, los personajes son trasladados.
  • La luz, que hasta ahora era una inusitada claridad un tanto irreal, se convierte en una agria claridad gris y tristona.
  • El paisaje, que se percibe a través del gran ventanal, comienza a oscurecerse.
  • El teléfono también deja de funcionar. Tulio va a ser trasladado y, según Tomás, hay motivos para alegrarse, pero Lino lo encara con la verdad: se llevan a Tulio para ser ejecutado.
  • Esta escena debe entenderse como el último intento de negar la realidad; de ahí que se oiga la música y que el paisaje vuelva a iluminarse con la luz de la mañana.

El Camino de Tomás hacia la Realidad

La obra ha sido un sucesivo desarrollo del camino de Tomás a la vida real, pero todavía falta el último cuadro, en el que no hay ventanal, sino un lienzo de pared gris.

La Fundación como *Locus Amoenus* y *Locus Conclusus*

Antes de caer el telón, la acotación final nos comunica que la obra recobra de nuevo el aspecto de La Fundación. En definitiva, el mundo es el mismo fuera y dentro. La estancia se convierte en un locus amoenus, en un lugar idealizado, la Arcadia, todo ello en la mente de Tomás. Sin embargo, se trata también de un locus conclusus, un lugar cerrado. Todo sucede en una habitación lujosa que luego resulta ser la celda de una prisión.

Entradas relacionadas: