Ideologías Políticas y Sociales: Marxismo, Doctrina Social de la Iglesia, Nacionalismo y Opinión Pública

Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Filosofía y ética

Escrito el en español con un tamaño de 8,55 KB

El Pensamiento de Karl Marx y la Lucha de Clases

Federico Engels, en su análisis de la obra de Marx, destaca cómo este último busca las causas del problema social y propone métodos para superar la diferencia social. Para comprender mejor a Marx, se debe tener en cuenta que él era un filósofo materialista, es decir, creía que lo único real es la materia. Marx le da al Estado un rol primordial, considerando que es necesario que predomine el interés colectivo por sobre el individual.

Tiene una visión muy crítica respecto a la sociedad, creyendo que a lo largo de la historia siempre ha existido una lucha de clases entre los propietarios de los medios de producción (burguesía capitalista) y los trabajadores (proletariado oprimido). Esta lucha de clases se ha visto más marcada aún en la sociedad industrial y capitalista, donde el trabajo es visto como un instrumento de explotación por parte de los burgueses capitalistas, y no como algo natural y esencial al ser humano.

La Solución Propuesta por Marx

La solución respecto a lo anterior, propuesta por Karl Marx, es la siguiente: promueve la lucha de clases, es decir, que el proletariado se rebele contra su opresor, el capitalista, e imponga su dictadura con el control total de los medios de producción y del Estado, para así hacer desaparecer la propiedad privada. Pero esta será solo una etapa transitoria de preparación para la llegada del comunismo, donde no habrá divisiones de clases, llegando a su fin la lucha de clases. Una vez que se alcanza este estado, el hombre vivirá por fin en igualdad, paz y libertad, por tanto, ya no será necesaria la existencia de un Estado organizador.

Dado lo anterior, se puede concluir que el socialismo científico siempre fue partidario de la violencia como forma de imponerse, en el que el fin sí justifica los medios.

La Doctrina Social de la Iglesia

Frente a la gran crisis de la sociedad (debido al pensamiento laico, materialista y racionalista), la Iglesia hace un llamado a la sociedad y a los gobernantes a realizar reformas sociales. La doctrina social se inicia con el Papa León XIII, quien escribió la famosa Encíclica Rerum Novarum (1891), donde expone la postura de la Iglesia y condena tanto al liberalismo como al socialismo. Además, se propone en ella un orden social justo, garantizado por el Estado, quien debe velar por el bien común de toda la sociedad. Pone un gran énfasis en la dignidad del trabajo humano, el cual debe desarrollarse dentro de condiciones propicias para el hombre, donde el capital esté al servicio de la persona humana y no de modo inverso.

Otras Encíclicas Sociales Importantes

  • Quadragesimo Anno del Papa Pío XI en 1931 (en el contexto de la Gran Depresión de 1929). Hace referencia a la relación entre el capital y el trabajo, haciendo un llamado a remediar los abusos del capitalismo, animando a la participación de los católicos en los problemas sociales.
  • Centesimus Annus de Juan Pablo II en 1991 (en el contexto del fin de la Guerra Fría).

El Nacionalismo

Se da de forma paralela al liberalismo. Este movimiento se define como un sentimiento de pertenencia a una nación determinada, y se desarrolló a raíz de las invasiones napoleónicas a Europa. Los nacionalistas exaltan valores patrios, determinados por compartir la misma raza, religión, costumbre, historia común, etc. Este movimiento trata de identificar a un solo Estado con una sola nación (se dio durante la unificación en Italia y Alemania).

Dentro del nacionalismo podemos encontrar:

El Fascismo

Se desarrolló en Italia a partir de 1919 gracias a Benito Mussolini. La base de este sistema ideológico es la subordinación de cualquier libertad, razón o derecho individual a la primacía del Estado Corporativo, y la exaltación del culto de la personalidad del Duce, proclamando su infalibilidad y poder total.

El Nazismo

Se desarrolló en Alemania de forma paralela al fascismo italiano. Su gran precursor fue el führer, Adolfo Hitler. Este sistema se basó en el desarrollo de un nacionalismo extremo, donde se ejercía un gran culto a la personalidad y a la exaltación de un líder carismático e infalible, transformándose así Hitler en un conductor de su nación. El sistema político descansaba en un único partido que controlaba todo el poder. Además, las libertades de expresión estaban totalmente restringidas, dando lugar a un aparato de propaganda totalmente manipulado por el gobierno.

Uno de los aspectos distintivos de este sistema, a diferencia del fascismo italiano, es la visión que se tenía respecto a la xenofobia y el racismo. En el caso italiano se exaltó la supremacía de la raza latina que debía recuperar su papel civilizador en la cuenca del Mediterráneo, pero el nazismo alemán agregó al concepto de superioridad de la raza aria, el odio y desprecio contra los extranjeros, sobre todo respecto a los judíos, causando con ello el exterminio sistemático de millones de ellos.

Fuerzas Políticas Inorgánicas

El Pueblo

Conjunto de personas que se encuentran en el seno de la sociedad política, en el que establecen agrupaciones ya sea naturales o voluntarias, para lograr una mejor convivencia humana. Dentro de ella se encuentra diluido el poder.

Las Clases Sociales

Su conceptualización varía según los autores y sus distintos enfoques sociológicos. Por ejemplo, Karl Marx distinguía dentro de la sociedad dos tipos de clases: la clase proletaria y la clase capitalista. Él concebía a la clase proletaria como una clase explotada por la clase capitalista, quienes eran dueños de los medios de producción.

Sin perjuicio de las distintas visiones con que se puede concebir a las clases sociales, ellas juegan un rol más o menos importante en el proceso político, según el cual será definido bajo la perspectiva que se quiera adoptar.

La Opinión Pública o Vox Populi

La opinión pública constituye la principal fuerza política inorgánica. Para entender este concepto es necesario precisar que la opinión es una manifestación de voluntad de una persona que afirma o niega algo, la expresión de lo que piensa sobre una cuestión controvertida, pasando a tomar posición sobre un tema determinado. La opinión va a pasar a tener el carácter de pública cuando el tema sobre el que se pronuncia es de interés general y sea la síntesis de la opinión de los grupos sociales dentro de una sociedad.

A través de esta vía se contempla la posibilidad de que los gobernados adopten una posición frente a los actos del poder, ya sea expresando una opinión favorable o adversa ante el contenido de las instrucciones recibidas por la autoridad, de manera que las estimule para su mayor eficacia o haga posible la corrección de ellas, orientándolas hacia el bien colectivo.

Por tanto, se podría definir a la opinión pública como: “La manifestación de voluntad de las personas particulares dentro de una sociedad, que pasan a formar un estado de conciencia colectiva acerca de cuestiones de interés público y que se caracterizan por ser racional e irracional según el caso”. Estas manifestaciones pueden derivar de las personas mismas o de grupos intermedios que componen la sociedad. Ahora bien, debemos considerar que no toda opinión es pública, solo serán aquellas que se refieren a problemas o medidas adoptadas por el poder público o inspiran las que convendría que este decidiera.

Características de la Opinión Pública

  • El sujeto que emite la opinión es el público. Este no tiene organización ni estructura interna. Es un universo de individuos con características comunes que los hace atender a ciertos hechos. Puede ser de carácter mundial, nacional o local. Sánchez Agesta dice que el público puede ser concreto (masa aclamante) o indefinido (sujeto de la opinión pública).
  • El objeto de la opinión pública está dado por problemas que despiertan el interés general.
  • La opinión pública se forma no por la calidad técnica de quienes la constituyen, sino por la incompetencia de la masa. La forman los que atienden, no los que entienden. Por esto es que puede ser equívoca.
  • La formación de la opinión pública se da por una serie de ideas y opiniones que tienen recepción dentro de la sociedad. Luego, el espíritu creador de ciertas personas permite simplificar estas ideas, formando estados de espíritu público capaces de influir en la toma de decisiones.

Entradas relacionadas: