Ideología y Ascenso del Fascismo
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Ideología Fascista
La ideología fascista se caracteriza por:
- Un Estado totalitario capaz de controlar todas las esferas de la vida.
- Primacía del Estado sobre el individuo y negación del liberalismo, la igualdad, los derechos y la separación de poderes.
- Apoyo a un sistema político dictatorial de partido único sustentado en un principio de liderazgo carismático en un jefe.
- Una sociedad asentada en los principios de la jerarquía, el orden, la obediencia y la autoridad indiscutible de un hombre excepcional.
- Establecimiento del culto a la personalidad del líder.
- Radical anticomunismo y anticapitalismo. Se planteaba una tercera vía alternativa al socialismo marxismo y al capitalismo, que defendía la creación de un socialismo nacional capaz de acabar con el conflicto de clases y de atraerse a los obreros.
- Mantenía un nacionalismo agresivo, expansionista y militarista que orientaba a los fascismos hacia la guerra.
- Eran todos racistas y consideraban inferiores a los no blancos, pero en el nazismo, el racismo y el antisemitismo se basaban en la superioridad de la raza aria.
- Exaltaba elementos irracionales de la conducta.
- Defendía la violencia.
- Los partidos fascistas pretendían movilizar las masas y otorgaron una gran importancia a los símbolos, mítines, desfiles y ritos ceremoniales.
- Exaltaban los principios masculinos.
El Ascenso del Fascismo al Poder
El fundador del fascismo es Benito Mussolini, que pasó de liderar el ala radical del Partido Socialista a convertirse en nacionalista extremo.
Fundó en Milán los Fascios Italianos de Combate, un grupo paramilitar de carácter ultranacionalista cuyos miembros se identificaban por la camisa negra y un gorro militar. Su núcleo lo componían antiguos anarquistas y sindicalistas revolucionarios, socialistas, ultraderechistas, nacionalistas y excombatientes. Se erigieron defensores de las reivindicaciones nacionalistas dentro de un programa socialista revolucionario.
Una de sus primeras acciones fue la destrucción de las oficinas del diario socialista Avanti. Logró aumentar sus apoyos sociales: las clases medias con la patronal, los terratenientes y propietarios. Todos ellos vieron en el movimiento fascista un instrumento de orden que prometía poner fin a los conflictos sociales y al socialismo revolucionario.
Mussolini, consciente de la necesidad de consolidar estos apoyos, cambió de táctica y se preparó para la lucha parlamentaria, transformando los Fascios en el Partido Nacional Fascista. El fascismo se convirtió en un violento movimiento de represión de las organizaciones obreras y campesinas. Organizó escuadras de combate que atacaban las sedes. La violencia y el deslizamiento a la derecha fueron los instrumentos para alcanzar el poder.
En agosto de 1922, los socialistas promovieron una huelga general contra la violencia fascista, pero fue un fracaso y acabó favoreciendo a Mussolini. En octubre del mismo año, decidió la Marcha sobre Roma con el objetivo de exigir un gobierno con un mínimo de 6 ministros fascistas.