La Identidad Personal y Colectiva en la Comunidad Política: Un Análisis de la Historia y la Ciudadanía

Identidad Personal y Colectiva en la Comunidad Política

Los seres humanos poseemos una idea de nosotros mismos, que incluye ideas, valoraciones y sentimientos. Esta conciencia de nosotros mismos condiciona nuestra forma de entender el mundo y de actuar en él.

Identidad Colectiva

Como somos, al mismo tiempo, individuales y sociales, pertenecemos a diversos grupos y a diversas sociedades. La conciencia de esa pertenencia, que es la identidad colectiva, constituye una parte esencial de nuestra identidad personal.

Comunidad Política

Es la comunidad que regula y donde se realiza la actividad pública; constituye el último eslabón de la identidad colectiva.

1.2. La Comunidad Política en el Mundo Antiguo

Los humanos primitivos se agrupaban en tribus, y las tribus han sido la forma más antigua de organización política. A las tribus se pertenecía exclusivamente por haber nacido en ellas. Los lazos biológicos fueron el vínculo que originó las primeras unidades de colectivos humanos: compartían todos la misma sangre.

El sentimiento de pertenencia a las tribus era muy fuerte, al estar basado en lo biológico, y comportaba un alto grado de afectividad. La pertenencia a este colectivo era sumamente rígida y todos los miembros de la tribu eran iguales; en numerosas ocasiones no poseían ni siquiera autoridades, y las únicas diferencias que existían entre ellos eran las que provenían de la edad y del sexo. No se admitía ningún tipo de superioridad de unos sobre otros.

El reducido número de miembros de las tribus, las relaciones tan estrechas de parentesco y el hecho de que fueran nómadas y no acumularan excedentes facilitaron esta situación. Al aparecer en los grandes pueblos y los imperios, la igualdad basada en lo biológico fue sustituida por la dominación pura y dura. La forma de convivir en las nuevas unidades colectivas fue la sumisión, sin posibilidad alguna de que los que formaban parte de ellas pudieran participar en la organización de la vida política.

1.3. La Comunidad Política en la Atenas de Pericles

En Grecia surgió una nueva forma de convivencia colectiva en la que el fundamento de cohesión entre sus habitantes ya no era algo biológico, sino algo que ellos habían decidido, algo, además, racional: la ley. Lo que unía a los atenienses de la época era el hecho de vivir bajo una misma ley y poseer unos derechos y unos deberes iguales para todos.

Apareció en este momento una nueva forma de gobierno, la democracia, y una nueva forma de entender la vinculación a la comunidad política, que se conoce con el nombre de ciudadanía. Esta consiste en que todos los que pertenecen al colectivo que es la polis poseen una igualdad ante la ley, una ley que ellos mismos elaboran y, consecuentemente, los mismos derechos y las mismas obligaciones.

Todos los ciudadanos son iguales ante la ley, cualquiera que sea su nacimiento o su fortuna (isonomía), y además la ley proclama la igualdad de todos en el uso de la palabra (isegoria). El derecho a tomar la palabra es imprescindible en el debate político y, por lo mismo, necesario para que pueda existir una forma de gobierno basada en la argumentación y en la convicción.

Virtud Cívica

Es la responsabilidad que los ciudadanos poseen con respecto al colectivo. El civismo, la virtud cívica, procede del sentimiento de pertenencia a la ciudad y es la conciencia del deber para con los otros que forman parte del colectivo, lo que implica, pues, la igualdad de deberes.