Iconos del Arte Moderno: El Grito de Munch y Guernica de Picasso
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El Grito de Munch: Un Icono del Expresionismo
Artista: Edvard Munch
Año: 1893
Técnica: Óleo
Estilo: Expresionista
Ubicación: Oslo (referencia a la ciudad de inspiración)
Descripción Formal
La composición se centra en un personaje en primer plano, sobre un puente, con las manos en la cabeza y la boca abierta, gritando con todas sus fuerzas. A la izquierda, en segundo plano, dos personas caminan. Detrás, se extiende un angustioso paisaje marítimo con dos pequeñas embarcaciones. La angustia del personaje principal se exterioriza plásticamente sobre el lienzo mediante una diagonal que divide la obra en dos partes: el puente y el paisaje. Al fondo, se aprecian un fiordo y dos siluetas de barcos.
La obra no busca la mímesis de la naturaleza, sino que ofrece una visión subjetiva. Presenta una mezcla irreal de colores como azules, rojos, amarillos y anaranjados, que contribuyen a la atmósfera de desasosiego.
Temática e Inspiración
En una nota de 1882, Munch describió la inspiración para la obra: "Iba caminando con algunos amigos por el paseo; se ponía el sol, y de repente el cielo se enrojeció. Me detuve, cansado, me apoyé en una baranda. Sobre la ciudad y el fiordo azul no veía más que sangre y lenguas de fuego. Mis amigos seguían su paseo y yo seguía detenido en el mismo lugar, solo, temblando de angustia. Sentí el grito, extenso, infinito, de la naturaleza."
Este lugar, en las afueras de la ciudad de Oslo, era un paseo favorito de la burguesía local. Curiosamente, el fondo que Munch referenció en sus sueños se convertiría en 1940 en el escenario de la invasión alemana de Noruega. El artista transformó este idílico paraje en una auténtica pesadilla visual.
Guernica: El Grito Contra la Barbarie
Artista: Pablo Picasso
Año: 1937
Estilo: Cubista, Expresionista
Ubicación: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid
Descripción Formal
La obra presenta un angustioso escenario arquitectónico con ventanas, tejado, suelo de baldosas y una mesa. En él, aparecen nueve figuras: seis personas y tres animales, creando un aparente caos. La composición se estructura en una gran pirámide, con dos ejes verticales en los extremos y un vértice superior sobre el quinqué, que desciende en diagonal hacia los extremos inferiores.
Dentro de esta estructura, se observa un caballo con una lanza clavada en un costado. A la derecha, una mujer semidesnuda huye, mientras un soldado descuartizado yace bajo las patas del animal. La imagen agónica de una mujer con los brazos en alto, atrapada en un incendio, se suma al horror. A la izquierda, una trágica maternidad y un toro en penumbra. Un pájaro atrapado entre el techo y la mesa completa la escena.
A medio camino entre el cubismo y la multiplicidad fraccionada del espacio real, la obra genera una sensación caótica de bombardeo y un expresionismo visceral, evidente en las bocas abiertas y las lenguas afiladas que emergen. La luz artificial, proveniente de focos, no produce una iluminación racional, sino que está marcada por la geometrización y la multiplicidad de puntos de vista cubistas. La gama cromática, limitada al blanco, negro y gris, evoca el impacto de las fotografías de los periódicos de la época.
Temática y Contexto Histórico
El 26 de abril de 1937, aviones de la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana bombardearon la ciudad de Guernica durante la Guerra Civil Española. Picasso inició la creación de esta monumental obra el 1 de mayo del mismo año, con la clara intención de denunciar la barbarie del ataque sobre la población civil y la crueldad de la guerra.