Iconografía Mariana: Ascensión, Pentecostés y Tránsito de la Virgen

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La Ascensión de Cristo según Lucas

La versión de Lucas describe que Cristo se dirige hacia Betania junto a los apóstoles. En un lugar apartado, los bendice y asciende al cielo. En los Hechos de los Apóstoles, la descripción es similar, pero se añade que una nube oculta a Cristo mientras asciende. Además, una vez ascendido, aparecen ángeles que prometen la segunda venida de Cristo.

Además de los apóstoles, se suele representar a la Virgen María. Aunque la Virgen prácticamente desaparece del relato bíblico después de la muerte de Cristo, los teólogos, para mantener su importancia, argumentan que, por lógica, al ser su madre, ella debía estar presente.

Pentecostés: El Descenso del Espíritu Santo

El evento de Pentecostés se describe así: estando los apóstoles y María unidos en oración, se oye un gran estruendo, un viento fuerte, una tormenta, y en ese momento desciende el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego. Los presentes quedan llenos del Espíritu Santo y adquieren la capacidad de hablar todo tipo de lenguas extranjeras. Este acontecimiento se interpreta como la solución a lo ocurrido en Babel.

Al igual que en la Ascensión, en las representaciones de Pentecostés aparecen los apóstoles y se introduce a la Virgen como símbolo de la iglesia universal. El Espíritu Santo que desciende sobre los apóstoles se representa habitualmente como llamas de fuego, una paloma, o ambos. Es común que los apóstoles lleven libros, ya que el texto indica que estaban rezando o leyendo.

Tránsito de la Virgen: Un Relato Apócrifo

El Tránsito de la Virgen constituye un ciclo iconográfico aparte y es totalmente apócrifo. Tiene mucha representación, especialmente en el mundo bizantino, donde se le conoce como Koimesis. Los teólogos se refieren a la muerte de la Virgen con eufemismos, ya que el tema es complejo. No hay consenso sobre si muere o si asciende directamente al cielo. La interpretación más aceptada es que la Virgen se duerme y, de esta manera, sube al cielo. Esta idea eleva la dignidad de la Virgen y la coloca a la par de Cristo. Estas narraciones se difunden ampliamente a partir del siglo V, y se crea una historia sobre la muerte de la Virgen que copia muchos detalles de la muerte de Cristo.

Detalles del Relato Apócrifo

El texto apócrifo cuenta que la Virgen, a los 70 años, recibe la visita del arcángel Miguel, quien le anuncia su muerte y le entrega una hoja de palma como símbolo de su inminente partida. Al enterarse, la Virgen pide despedirse de los apóstoles, quienes son trasladados milagrosamente en nubes hasta su casa. Una vez allí, se despiden de ella y se colocan alrededor de su cama, donde se produce la muerte, dormición o tránsito, el momento en que expira.

Se describe una serie de cataclismos, un gran estruendo, y el descenso de Cristo con su corte celestial para tomar el alma de la Virgen y llevarla al cielo. En las representaciones medievales, el alma se representa como una figura infantil envuelta en vendas. El cuerpo de la Virgen permanece en la tierra. Unas mujeres intentan lavar el cuerpo antes de enterrarlo, pero este resplandece de tal forma que quedan cegadas. Durante el camino al lugar del entierro, varios judíos intentan profanar el cuerpo. Uno de ellos, llamado Jefonías, intenta volcar el sepulcro, pero sus manos quedan pegadas a él y un ángel se las corta. Jefonías se arrepiente y su mano es milagrosamente curada. Finalmente, el cuerpo es depositado en el sepulcro, donde permanece tres días. Según algunos textos, Cristo baja a por el cuerpo de la Virgen para unirlo a su alma y subirlo al cielo. Es en este punto donde los textos apócrifos difieren más.

La Asunción y Coronación de la Virgen

Cuando los apóstoles van a llevar perfumes al sepulcro, lo encuentran vacío. Una vez que la Virgen ha subido al cielo, es coronada por la divinidad como reina del cielo. En este contexto, se introduce de nuevo la figura de Tomás, quien no cree que la Virgen haya subido al cielo. Como prueba, la Virgen le envía su cinturón desde lo alto.

Diferencias entre las Representaciones Bizantinas y Occidentales

La forma de representar el Tránsito de la Virgen está inspirada en las del mundo bizantino, que fueron los primeros en representarlo. De allí pasa al mundo occidental, cobrando especial importancia en la Baja Edad Media. La diferencia principal radica en que el arte bizantino es muy detallista y representa en un solo panel la mayor cantidad de episodios de esta historia. En cambio, el arte occidental se centra en tres momentos clave:

  • La muerte de la Virgen y el descenso de Cristo por su alma.
  • La Asunción de la Virgen (a diferencia de la Ascensión de Cristo, la Virgen es ayudada por ángeles).
  • La Coronación de la Virgen.

Además, en el mundo bizantino se pueden incluir, entre las figuras que lloran la muerte de la Virgen, a algunos obispos y santos locales que, según la tradición, podrían haber estado presentes en el momento de su muerte.

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