Hume y Kant: Empirismo, Idealismo y los Límites del Conocimiento
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Hume y Kant: Dos Pilares del Pensamiento Moderno sobre el Conocimiento
David Hume e Immanuel Kant representan dos visiones fundamentales en la filosofía moderna sobre el conocimiento: el empirismo radical de Hume y el idealismo trascendental de Kant. Ambos, si bien unidos por un interés común en los límites del conocimiento humano, llegan a conclusiones diferentes.
El Empirismo Escéptico de David Hume
Hume, como empirista, sostiene que todo conocimiento proviene de las experiencias sensibles. Para él, los hechos de la realidad solo pueden conocerse mediante percepciones e impresiones, y las relaciones que establecemos entre ellas (como la inducción, la sustancia o la causalidad) no son certezas objetivas, sino conjeturas subjetivas. Por ejemplo, la causalidad no es más que una expectativa creada por la costumbre de observar patrones, pero no puede ser demostrada como una conexión necesaria. Esto lleva a Hume a adoptar una postura escéptica: nuestras creencias sobre el mundo no tienen un fundamento racional absoluto.
La Respuesta Kantiana: El Idealismo Trascendental
Kant, influido por el pensamiento de Hume, busca superar este escepticismo. Coincide en que el conocimiento comienza con la experiencia (es empírico), pero cree que no todo procede de ella (incorporando elementos del racionalismo). Según Kant, la mente humana no se limita a recibir datos de forma pasiva, sino que ordena las experiencias sensibles mediante formas a priori (como el espacio y el tiempo) y las categorías del entendimiento (como la causalidad).
Estas estructuras mentales permiten al sujeto dar sentido al fenómeno captado de forma sensible, aunque el noúmeno (la realidad en sí misma) permanece incognoscible. En su obra Crítica de la razón pura, Kant explica que el conocimiento es una síntesis progresiva entre lo que se recibe de la experiencia sensible (el fenómeno) y lo que la mente aporta a priori (las formas de la intuición y las categorías del entendimiento).
Los Juicios Kantianos
Kant clasifica los juicios en:
- Juicios analíticos a priori: Son universales, necesarios, pero no amplían el conocimiento; son tautológicos (ej. “El todo es mayor que sus partes”).
- Juicios sintéticos a posteriori: Basados en la experiencia, son extensivos, pero ni necesarios ni universales (ej. “Esta mesa es de madera”).
- Juicios sintéticos a priori: Son propios de la ciencia, extensivos, universales y necesarios; no requieren de comprobación empírica (ej. “Todo lo que sucede tiene una causa”). Estos juicios son el fundamento de la ciencia y la respuesta al escepticismo humeano.
Superando el Escepticismo: La Causalidad en Kant
Kant rechaza el escepticismo de Hume al afirmar que la causalidad es una categoría que el sujeto aplica para ordenar las impresiones de la experiencia en el tiempo, garantizando así la validez de las ciencias. Aunque el noúmeno no pueda llegar a conocerse, su existencia sí puede deducirse.
Conclusión: La Actividad de la Mente en la Construcción del Conocimiento
En resumen, Hume revela las limitaciones del empirismo al mostrar que la inducción y la causalidad carecen de una base racional, mientras que Kant responde al escepticismo proponiendo que la mente humana es activa en la construcción del conocimiento, estableciendo los juicios sintéticos a priori como fundamento de la ciencia.