Hume: Impresiones, Ideas y el Enigma de la Conexión Necesaria
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Sección 2: Percepciones de la Mente según Hume
Hume considera que existe una diferencia entre las percepciones de la mente cuando el hombre siente algo y cuando lo recuerda o lo imagina. Con esto quiere decir que las impresiones de los sentidos nunca podrán alcanzar la fuerza de la experiencia. A no ser que la mente esté trastornada, un individuo nunca podría llegar a este grado de vivacidad. Esto significa que el pensamiento más intenso es inferior a la sensación más débil. Podemos dividir las percepciones de la mente en dos clases que se distinguen por su grado de vivacidad: las menos intensas se llaman pensamientos o ideas; la otra especie, las más intensas, son las impresiones.
Sección 7: La Idea de la Conexión Necesaria
Parte 1
La gran ventaja de las ciencias matemáticas sobre las morales consiste en que las ideas de las primeras son siempre claras y precisas; pero los sentimientos, aun cuando son diferentes en sí mismos, se nos escapan con facilidad cuando la reflexión los examina. Podemos afirmar con seguridad que si consideramos estas ciencias desde una perspectiva apropiada, sus ventajas y sus inconvenientes se compensan y las colocan en una situación de igualdad.
Todas nuestras ideas son copias de nuestras impresiones; es decir, que no nos es posible pensar en algo que no hayamos sentido previamente con nuestros sentidos internos o externos.
La idea de fuerza o de conexión necesaria hay que buscarla en todas las fuentes de las que se puede derivar. La mente no tiene sentimiento o impresión interna de una sucesión de objetos. Debido a esto, en cualquier caso determinado por causa y efecto, no hay nada que pueda sugerir la idea de poder o conexión necesaria.
Puede decirse que en todo momento somos conscientes de nuestro poder interno. En virtud de este, adquirimos la idea de poder, que es una idea de reflexión, ya que surge al reflexionar sobre las operaciones de nuestra mente. Nuestra idea de poder no es copiada de ningún sentimiento o conciencia de poder en nosotros cuando damos lugar al movimiento, sino que es una cuestión de experiencia.
Debemos considerar varios puntos:
- Primero, debemos aceptar que cuando conocemos un poder, conocemos aquella dimensión de la causa en virtud de la cual está capacitada para producir un efecto.
- En segundo lugar, el autodominio de la mente es limitado, como lo es su dominio del cuerpo. Estos límites no son conocidos por la razón o por el conocimiento, sino por la experiencia y por la observación.
- Finalmente, el autodominio varía según los distintos momentos en los que nos encontremos.
Muchos filósofos consideran que la mente y la inteligencia son la causa inmediata y única de todo acontecimiento que se da en la naturaleza, considerando que lo que llamamos causas son más bien ocasiones. Además, consideran que el movimiento del cuerpo es cosa de Dios (Creador Supremo), quien da las órdenes a nuestra mente para mover el cuerpo. Hume no comparte esta teoría, considerándola muy irreal.
Parte 2
Parece que en casos aislados de la actividad de cuerpos jamás hemos podido encontrar más que el que un suceso sigue a otro, sin que seamos capaces de comprender el poder en virtud del cual la causa opera, o alguna conexión entre ella y su supuesto efecto.