El Ser Humano en la Filosofía Griega: Sócrates, Platón y Aristóteles

Enviado por Chuletator online y clasificado en Filosofía y ética

Escrito el en español con un tamaño de 4,13 KB

El Ser Humano en la Antigüedad

En la mitología griega, antes de la aparición de la filosofía, ya se observa el interés por comprender y describir al ser humano. Pero en el mito no se trata de hacer una reflexión sobre la condición humana para comprenderla, sino de ofrecer un modelo que pueda servir de referente. Un ejemplo de esto es en la *Ilíada* y la *Odisea* de Homero.

Sócrates, Platón o Aristóteles no intentan comprender al ser humano individual, aislado de los demás. Su interés se centra en el ciudadano, en el miembro de la *polis* que se pregunta por el papel que debe desempeñar en la sociedad a la que pertenece.

Sócrates

Fue el primero en centrar su reflexión en el propio ser humano. Para Sócrates, el único universo que merece atención es el humano. Sócrates hace suya la máxima: «Conócete a ti mismo»; el objeto de estudio se encuentra en uno mismo. Al conocernos a nosotros mismos descubrimos lo humano que hay en nuestro interior, y con ello podemos conocer al ser humano en general.

Para Sócrates, el método de investigación se debe basar en el diálogo filosófico o *mayéutica* ('dar a luz'). Él, como maestro, se limita a hacerles preguntas a sus discípulos para que descubrieran el saber por ellos mismos. Los ayudaba con sus preguntas a «dar a luz» un saber auténtico. El objeto de estudio es uno mismo y la investigación debe ser una tarea compartida.

Sócrates centró el interés de la filosofía en el ser humano. Por un lado, nos mostró que la verdad se encuentra en nuestro interior y, por otro, nos enseñó a buscarla por medio del diálogo. Nos faltaría que Sócrates nos respondiera a la pregunta sobre qué es el hombre, pero ahí nos defrauda. Él solo se propone ayudarnos a encauzar nuestra investigación por la senda del conocimiento, pero es incapaz de recorrer el camino con éxito.

Platón

Para Platón, los seres humanos somos un compuesto de alma y cuerpo. El alma tiene naturaleza racional y es inmortal; el cuerpo, en cambio, es material y mortal.

El alma humana vive atrapada en el cuerpo y su función principal es controlar las pasiones y tratar de purificarse. Tras la muerte del cuerpo, el alma podrá ascender a una realidad superior donde estarían los modelos perfectos de todos los seres naturales que captamos por los sentidos.

El destino de las almas humanas es un mundo perfecto e inmaterial al que llegan tras su estancia temporal en el mundo sensible.

Platón considera que el alma está dividida en tres partes: la razón, que es la encargada del conocimiento y del gobierno de las otras dos partes. Es inmortal y reside en la cabeza. El ánimo es fuente de pasiones nobles. Puede ser la aliada de la razón y es mortal. Y el apetito, que es fuente de pasiones innobles. Debe ser controlado por la razón. Es mortal.

Todos los seres humanos poseemos las tres partes del alma, pero en cada uno predomina una de ellas. Este es el fundamento de una buena organización social, ya que en toda sociedad hay tres necesidades básicas: de gobierno, de defensa y de subsistencia.

Aristóteles

Para Aristóteles, el ser humano es un ser natural, sometido a cambios que están orientados hacia la perfección de su naturaleza, que consiste en la plena realización de su esencia. Según él, las características de la esencia humana son dos: la racionalidad y la sociabilidad.

Como ser racional, el hombre va hacia un conocimiento de la realidad y la contemplación de la verdad.

Como ser social, el hombre necesita convivir con otros seres de su misma especie; para ser humano es preciso vivir en sociedad.

Dice que en el ser humano hay una parte material y otra inmaterial, como dice Platón, pero no está de acuerdo en que existan por separado. El alma es aquello que da forma a la materia de la que está hecho el cuerpo, que es informe e inerte. Esto implica su mortalidad (del alma). Si el alma es principio vital, lo que da vida al cuerpo, la muerte del ser humano implica la muerte de su alma.

Entradas relacionadas: