El humanismo marxista: alienación, materialismo y modos de producción
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1. El Humanismo de Marx: Alienación y sus Tipos
1.1 La crítica a Hegel
En el "humanismo marxista" se critica a Hegel, a los economistas clásicos y a Feuerbach. Hegel defendía un modelo de razón que unificara el pensamiento y la vida. Para él, todo lo racional es real, y todo lo real es racional, por lo que es una razón absoluta. Esta sería universal y común a todos los hombres, coincidiendo con la estructura racional del mundo, a esto Hegel lo llamaba Espíritu.
El proyecto hegeliano busca construir una sociedad organizada por la razón para que el hombre consiga la libertad, lo que le define como sujeto humano. Para conseguirlo, la Razón o Espíritu debe penetrar completamente en la realidad para convertirla en racional. De hecho, para Hegel la Historia de la humanidad es el recorrido del Espíritu para racionalizar completamente lo real. El proceso, como la Historia humana, no ha terminado, y todavía debe completarse para que la realidad sea completamente racional y el ser humano consiga su objetivo de libertad.
Marx acepta la idea de que la realidad es esencialmente dialéctica o contradictoria, y también acepta la idea de que la razón se desarrolla históricamente, de manera que no es siempre igual para todos.
Pero Marx critica la idea de Hegel donde la conciencia (el Espíritu) determinaba el ser social (las instituciones, la sociedad, el estado). Marx tiene una postura radicalmente materialista, por lo que Hegel estaría viendo el mundo al revés porque "no es la conciencia la que determina el ser social, sino el ser social el que determina la conciencia".
Cuando Hegel muere, sus seguidores se dividen en:
- Los hegelianos de derechas: afirmaban que el Espíritu Absoluto (el fin de la historia en que la realidad sería absolutamente racional) ya se había alcanzado, en la forma del Estado Prusiano.
- Los hegelianos de izquierdas: defendían la necesidad de transformar radicalmente la realidad. Marx al principio estuvo en este grupo, pero luego se alejó de ellos y los criticó duramente.
1.2 Los economistas clásicos
Malthus: debido al aumento geométrico de la población y aritmético de la producción de alimentos, los obreros sufren de miseria. Para Malthus la principal fuente de riqueza es la agrícola, y esta no se puede aumentar indefinidamente.
Adam Smith: La principal fuente de riqueza es el mercado, donde los precios se regularán por la ley de oferta y demanda, pero el Estado no puede intervenir porque lo desequilibra.
David Ricardo: El que regula los precios no es el mercado, sino el capital fijo (máquinas, edificios...) y el capital variable (materias primas, salarios...). El beneficio sólo se obtiene si se disminuyen los salarios (respetando unos límites). Las crisis económicas serían cíclicas e inevitables.
Marx acepta las teorías de Ricardo sobre el valor de las mercancías, y la idea de que a mayor producción de riqueza, mayor empobrecimiento del obrero. Pero les critica porque dan por hecho que sus leyes son invariables y no contribuyen a cambiarlas, cayendo en la falacia naturalista y entonces son teorías ideológicas. La economía política considera al ser humano como actividad y trabajo, sin dejarle “hacerse a sí mismo”.
1.3 El socialismo utópico
Marx critica el socialismo utópico y, a cambio, quiere crear un socialismo científico que averigüe las leyes del desarrollo del capitalismo y sus males. Marx está de acuerdo con estos autores en la crítica y condena de las clases, pero les critica que no ven capaz al proletariado de liberarse y tomar sus propias decisiones para crear su destino.
1.4 Ludwig Feuerbach
Feuerbach fue uno de los miembros más destacados de la izquierda hegeliana. Para él, el hombre es naturaleza, corporeidad y sensibilidad, esto lo niega el idealismo de Hegel, que para él se aleja del hombre concreto.
La filosofía tiene que comprender el origen de la religión, surgida como una manera de poder comprender el mundo que le rodea construyendo un ser divino en el que pone sus cualidades, aspiraciones y deseos. De esta manera, es el hombre quien crea a Dios a su imagen y semejanza.
Feuerbach introduce el concepto de alienación (muy importante en Marx): el hombre se aliena, se aleja de sí mismo, porque no reconoce sus cualidades y las coloca en una realidad ajena a él. Para Feuerbach la religión es la proyección de la esencia del hombre.
Marx piensa que Feuerbach se olvida del lado práctico del ser humano, centrándose en su esencia, abstracta e inútil. También critica que éste plantea el problema del origen de la religión, pero sin tratar la pregunta ¿Por qué el hombre crea la religión? Marx responde que esta se crea cuando la sociedad de clases no deja ni desarrollar ni realizar la humanidad. La religión es el opio del pueblo, que se crea para evitar que las clases oprimidas se rebelen contra los burgueses. La única forma de superar la alienación religiosa es cambiar las condiciones de vida que la provocan.
1.5 La alienación según Marx
Marx defiende que no existe una esencia de “ser humano” que se tenga que realizar, sino que el hombre es trabajo y actividad. Porque el ser humano se hace a sí mismo con sus propias acciones y decisiones, siendo la dimensión práctica más importante que la teórica. El trabajo es la esencia del hombre, es lo que nos hace humanos y permite distinguir al hombre de los animales.
Debido a este cambio de concepción, Marx reforma el concepto de alienación definiéndolo como el proceso o situación social por la cual el hombre se convierte en algo distinto, extraño o ajeno a lo que debería ser. Piensa que este proceso ocurre en el trabajo porque esto debería hacer al hombre, pero en la sociedad capitalista el trabajo lo esclaviza, inhumanizándolo, convirtiéndolo en algo diferente de lo que el hombre es.
En dicha sociedad el hombre se convierte en un “ser para otro”, porque lo que produce es para otra persona y sólo es dueño de las actividades animales, estropeando la esencia del trabajo e invirtiendo su conciencia: se siente hombre cuando está fuera del trabajo haciendo actividades animales, y se siente animal en el trabajo, en lo único específicamente humano que tiene. Cuanto más se trabaja, más se esclaviza, por tanto, más se aliena.
Para Marx hay una relación directa entre esta alienación del trabajador y la propiedad privada. Por eso defenderá una eliminación del capital, que tendrá como consecuencia la desaparición de la alienación del hombre. El ansia de tener, de dominar las cosas se verá sustituido por sentimientos como el amor o la confianza.
La alienación del trabajo produce otras alienaciones: política (el Estado se sitúa por encima y contra los hombres), religiosa (la misma que denunciaba Feuerbach).
2. Materialismo Histórico y Materialismo Dialéctico. Modos de Producción, Relaciones de Producción. Infraestructura, Estructura y Superestructura
En general, podemos definir el materialismo como la teoría que considera que la conciencia de cada individuo viene configurada por su determinación social, por el contexto social de clase en el que se desarrolla su existencia. Su pensamiento, pues, depende de la clase social a la que pertenece. Lo que esta tesis niega es precisamente el idealismo de Hegel, según el cual la conciencia (el Espíritu) es la que determina el ser social.
2.1 Clase y conciencia
Según Marx hay dos clases sociales y dependen del sistema económico: Los propietarios de los medios de producción (burgueses y capitalistas) y el proletariado, estos son una clase internacional. Además, cada clase social tendrá su propia conciencia, porque quizás para unos un trabajo es legítimo y para otros es una explotación.
Para los burgueses, explotar a los trabajadores lo ven legítimo, a esto lo llama Marx “falsa conciencia”: una conciencia que no es producida por el deseo de la persona, sino por el contexto social en el que vive y no puede modificar. El proletariado también lo sufre al pensar que es legítimo lo que les hacen.
Cuando el proletariado busca un cambio en su vida laboral, los burgueses se alertan y buscan la manera de seguir con la injusticia, entonces ahí pasan a tener mala conciencia y el proletariado conciencia revolucionaria.
El cambio en las situaciones de vida sólo puede hacerse mediante la revolución, para así vivir en igualdad y el hombre podrá ser hombre. El materialismo histórico cambia el conocimiento individual por la acción colectiva como manera de logar la libertad e igualdad del ser humano.
2.2 La crítica a la ideología
El conjunto de ideas que una persona o clase social tiene sobre sí misma, un lugar en la Tierra y su historia. Esto les permite situarse en el mundo.
Marx modifica ese concepto para que se vea como que la ideología es una imagen de la realidad falsa producida por la clase alta para que se siga produciendo y haciendo lo que a ellos les interesa.
Por lo que el objetivo de Marx es derrocar la ideología para superarla y avanzar hacia la realización de los humanos, donde para conseguirlo necesitamos comprender y transformar la verdaderas condiciones de la vida.
2.3 Interpretación materialista de la historia
Para Marx el motor de la historia no es el Espíritu sino las condiciones materiales de vida de los hombres. Para el marxismo la Historia será el proceso real de producción, y en cada sociedad se pueden distinguir dos niveles:
- Infraestructura: es el concepto que fundamenta todo el proceso de producción, determina las condiciones materiales de existencia explicando los cambios históricos y conflictos sociales, este nivel determina la superestructura. Está formado por:
- Las fuerzas productivas indican la capacidad de producción de los hombres, conteniendo a los medios de producción (herramientas, maquinaria...) y a los hombres que producen los materiales.
- Las relaciones de producción tratan las relaciones entre los propietarios de los medios de producción y los productores directos en una producción determinada.
- Superestructura: es cualquier manifestación cultural producida por la infraestructura (arte, religión, política,...). La dirección siempre es de infraestructura a superestructura y nunca al revés. La superestructura son manifestaciones ideológicas de la causa del progreso de la historia.
La unión de estos dos conceptos configura un modo de producción, que se refiere a la estructura económica como a otros niveles de totalidad social (jurídico, económico y político). La infraestructura determina cada modo de producción. El materialismo histórico marxista pretende descubrir las leyes que rigen la Historia humana, creando las siguientes:
- El motor de la historia (la producción material de la vida) es la lucha entre clases.
- La historia es un proceso dialéctico, donde cada fase de la historia genera contradicciones internas que son superadas por otra etapa que se opone y después con otra tercera que termina con la contradicción.
- Existieron 3 modos de producción: el esclavista, feudal y capitalista.
- La historia se dirige hacia el fin de las clases e implantación del comunismo.
El modo de producción capitalista
La propiedad privada de los medios de producción es la base de este régimen, el cual se basa en “comprar para vender”. Las mercancías tienen: un valor de uso, que es cuando sirve para algo, y un valor de cambio, que determina el precio de la mercancía dependiendo del trabajo social invertido en él. El trabajo también es una mercancía donde el trabajador vende a cambio de un salario, este será menor de lo que en realidad generó para que se genere una plusvalía para el capitalista. Estas plusvalías se consiguen aumentando el tiempo de trabajo (plusvalía absoluta) o disminuyendo el salario (plusvalía relativa). Marx ve que si hay riqueza por un lado, ha de haber pobreza por el otro, su solución es el comunismo.
La sociedad comunista
Cuando los trabajadores se den cuenta de que están sometidos, se producirá la revolución del proletariado, violenta y dará como resultado al comunismo (sentido y fin de la historia). Para que aparezca esa sociedad deben ocurrir tres fases:
- Etapa democrática: los trabajadores tomarán el poder y crearán una dictadura.
- Etapa socialista: se fomenta el desarrollo de los medios de producción, la riqueza social y abolición de las clases sociales.
- Etapa comunista: fin del proceso revolucionario (desaparición de clases sociales y propiedad privada). Aquí comenzaría la historia del hombre, donde este se emancipa, apropiándose de su destino y demostrando todo su potencial.