Huestes, Conquistas y Encomiendas: Un Recorrido Histórico

Las huestes estaban conformadas por **caballeros**, **peones** y **voluntarios**. También se sumaban algunos **médicos**, **cirujanos** y **evangelizadores**. Las huestes no poseían uniformes comunes; cada hombre iba vestido con lo que tenía.

Las primeras áreas conquistadas y ocupadas por los españoles fueron las islas del Caribe. **Cristóbal Colón** estableció dominio en La Española.

En 1500, los **Reyes Católicos** decidieron declarar a los aborígenes vasallos libres, ordenando que se liberase a todos los que habían sido esclavizados.

En 1502, los Reyes Católicos nombraron a **Nicolás de Ovando** como gobernador de las Indias Occidentales. Durante su mandato, se aplastaron las sucesivas rebeliones y la población indígena se vio afectada por enfermedades y hambrunas. Ovando y la corona tomaron medidas para evitar que los indígenas continuaran perdiendo.

A partir de 1508, los aborígenes fueron repartidos en encomiendas, obligándolos a trabajar en las propiedades de los españoles y a pagarles tributos.

En 1519, **Hernán Cortés** exploró las actuales costas mexicanas. Su objetivo era muy claro: debía realizar una observación meticulosa del litoral marítimo, pero no tenía la autorización para fundar nuevas colonias.

Cortés no cumplió con la regla y fundó una ciudad en Cuba llamada Veracruz.

Avanzó a paso firme por Tenochtitlán, poniendo en práctica dos estrategias.

Mientras los españoles concluían la conquista del Imperio Azteca, el gobernador de Panamá autorizó una expedición hacia las tierras del sur.

En 1524, **Francisco Pizarro**, **Diego de Almagro** y **Fray Hernando de Luque** se asociaron para realizar el primer viaje en busca de oro y plata por las costas del Océano Pacífico.

Alcanzaron a llegar a la Isla del Gallo en Colombia, obteniendo un botín que fue llevado a la ciudad de Panamá.

Francisco Pizarro decidió recurrir directamente a la corona y, en 1529, firmó la **Capitulación de Toledo**, que lo autorizaba a emprender una nueva expedición.

En 1531, salió junto a sus huestes de la ciudad de Panamá con el objetivo de conquistar el imperio del sur.

Estos se hallaban envueltos en una serie de problemas internos. Una guerra dividía a los partidarios del inca **Atahualpa** contra los seguidores de **Huascar**.

Pizarro, al llegar a Cajamarca, se encontró con Atahualpa, quien se negó rotundamente a someterse a la autoridad de la corona española.

Pizarro lo tomó prisionero y, luego de mucho tiempo en prisión, Atahualpa decidió pagar un extraordinario rescate en oro y plata. Pizarro aceptó y luego lo mandó a juicio.