Horacio y Ovidio: Pilares de la Poesía Lírica y Amorosa Latina
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La Poesía Lírica y Amorosa Latina
Partiendo de los modelos griegos, los líricos latinos lograron superar a sus predecesores. Tanto el fondo como la forma resultan insuperables. La poesía se convierte así en documento testimonial de pasiones y estados anímicos de unos hombres que murieron jóvenes o muy jóvenes. Solo tuvieron tiempo de expresar vivencias fuertes y grandes sentimientos. Sus poemas rebosan vitalidad y sinceridad.
Entre los poetas líricos más destacados se encuentran Horacio, Catulo, Ovidio, Tibulo y Propercio; de ellos, Horacio y Ovidio sobresalen como figuras cumbres.
Horacio (65 a.C. - 8 a.C.)
Muy culto, Horacio tuvo una discreta participación en los asuntos públicos de Roma, prefiriendo la vida retirada en su finca bajo el patronazgo de Mecenas y con el visto bueno de Augusto.
Su producción es abundante, pero nos centramos en dos de sus principales colecciones líricas: las Odas (Carmina) y los Epodos (Epodi).
Las Odas (Carmina)
Las Odas son el vehículo para exponer pensamientos y sentimientos sobre aspectos muy diversos de la vida, resumiendo sus ideales: aurea mediocritas (dorada medianía) y carpe diem (vive el momento). Horacio aboga por una vida sin destacar, la renuncia a todo tipo de ambición, consciente de la fugacidad de la vida, huyendo de los tumultos y las masas para centrarse en el yo. El amor es para Horacio un sentimiento secundario.
Los Epodos (Epodi)
Los Epodos presentan una amplia variedad de temas que dan cabida a la agresividad y la violencia propias del género. Horacio no se muerde la lengua, y por sus Epodos desfilan personajes de la cultura, la política, la milicia y su propio círculo; tampoco las mujeres se libran de sus dardos. A veces encontramos poemas como el famoso “Beatus ille…” que se ajusta más al espíritu de las Odas.
Horacio es el gran purista de la lírica latina. Distante y calculador a veces, comedido y responsable de que se aprecie más la perfección formal de sus obras que el mensaje de los versos. Fue un poeta predilecto, imitado hasta la saciedad en el Renacimiento (por ejemplo, la Oda a la vida retirada de Fray Luis de León).
Ovidio (43 a.C. - 18 d.C.)
Ovidio tuvo que salir de Roma porque sus obras amorosas no fueron del agrado de Augusto. Desde el exilio, pide perdón y reconoce sus errores desde el anhelo y la melancolía, pero jamás logra volver a Roma.
Su obra es abundante, densa y no siempre fácil de clasificar. Respecto a su obra lírica, destacan los siguientes títulos: Amores, Ars Amandi, Remedia Amoris y Tristia, así como un tratado práctico de maquillaje y cosmética: De medicamine faciei feminae.
Amores
Creada en plena juventud, Amores expone todos los lances con los que puede toparse una pareja de amantes en una atmósfera más sensual que sexual y un tanto frívola.
Ars Amandi o Ars Amatoria
Esta obra responde a un esquema tripartito: búsqueda del amor, conquista y conservación de este último, todo ello en un lenguaje claro y directo.
Remedia Amoris
En Remedia Amoris, Ovidio ofrece recomendaciones desde su experiencia amorosa, pero desde una poesía más didáctica que lírica.
Tristia
Son cinco libros de elegías escritas en el destierro donde escuchamos y sentimos al poeta (tristeza, melancolía, soledad…) y percibimos el lado negativo del amor.
Ovidio domina el arte del verso como nadie, a excepción de Virgilio posiblemente.