Historicismo y Ciencia en el Romanticismo: Ruptura con el Canon Ilustrado
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El Romanticismo y la Conciencia Histórica y Científica
La Postura Historicista frente a la Ilustración
Uno de los rasgos más característicos del Romanticismo, frente a la Ilustración, es la adopción de una postura historicista ante el arte. En su obra "Diálogo sobre la poesía" (1800), Friedrich Schlegel es el primero en juzgar el arte desde una perspectiva historicista. Si el arte es histórico, lo que en una época sirvió como modelo no puede servir en otra.
Uno de los personajes del "Diálogo sobre la poesía", el que representa más que ningún otro la postura del autor, afirma: "la ciencia del arte es su historia".
Esta idea tuvo como consecuencia una inmediata revalorización de los estudios históricos, que se ocuparon de épocas como la Edad Media. Schlegel se dedicó a estudiar el "Edda", el "Cantar de los Nibelungos" y otros poemas del bardo Ossian, aunque tenía dudas sobre su autenticidad. Este interés conectó muy bien con las inquietudes nacionalistas paralelas al Romanticismo.
La poesía ya no busca la imitación de unos cánones universales, sino que es la expresión viva de las inquietudes presentes. Se buscarán, por tanto, los elementos que sean característicos de esa identidad, lo que implica también una revalorización del folklore, despreciado durante el siglo anterior como una manifestación popular alejada de los modelos clásicos.
Historicismo Romántico: Idealización y Evasión
Sin embargo, este impulso historicista del Romanticismo schlegeliano no siempre se sustentó en un estudio riguroso de las épocas pasadas. Antes bien, estas épocas acabaron siendo el espacio legendario en el que muchos autores buscaron evadirse de una realidad presente que rechazaban. Este será el caso de casi toda la novela histórica, en especial de las obras de Walter Scott, como "Ivanhoe".
El Romanticismo y las Ciencias Experimentales
La llegada del Romanticismo no solo vino acompañada de una nueva postura ante la Historia, sino también ante las ciencias experimentales. En "Europa o la Cristiandad", el poeta alemán Novalis muestra su rechazo hacia la ciencia ilustrada.
Coleridge empieza su "Rima del anciano marinero" con una cita de "De Rerum Originibus", en la que se admite la posibilidad de que existan "diversas naturalezas invisibles" en el universo. Durante el siglo XIX, la ciencia cobra una importancia social de la que carecía en la época Ilustrada. Durante la etapa anterior, la ciencia estaba reducida a un ámbito teórico y experimental.
El Contexto de la Revolución Industrial
La máquina de vapor, patentada por James Watt en 1784, había transformado el entorno y las relaciones humanas de una forma todavía incipiente. El progreso científico es el motor de un cambio económico. El escenario inicial de la Revolución Industrial es Gran Bretaña, lo que hace inevitable que el tema del progreso aparezca con fuerza en los románticos ingleses. Encontramos sobrados ejemplos de esa preponderancia en las "Baladas líricas" o en la "Oda a un ruiseñor" de Keats.
Schelling y la Filosofía de la Naturaleza
Mucho más cercana a la ciencia de la época es la postura del poeta y filósofo alemán Schelling. Al contrario de otras figuras del Romanticismo, Schelling tenía una sólida formación científica. Nace así la Filosofía de la Naturaleza, que se propone superar la visión compartimentada del mundo natural que obtienen las ciencias experimentales.
La síntesis de la ciencia de su época que realiza en su obra "Ideas para una filosofía de la naturaleza" (1797) es muy valiosa, aunque sus conclusiones filosóficas resultan más discutibles.
La Ciencia como Exploración de Límites
En otras ocasiones, la ciencia se convierte en un tema para el escritor romántico, aunque suele ser para explorar sus límites. Es el caso de "Frankenstein" (1818) de Mary Shelley, en la que la gran victoria científica vence a la muerte. El problema científico pasa, por tanto, a un segundo plano para abordar un tema romántico: la perpetua insatisfacción del hombre condenado a la soledad.
Conclusión: La Doble Inquietud Romántica
Por razones diferentes, el hombre romántico dirigió su atención a los estudios históricos y a las ciencias experimentales, aunque siempre en función de sus propias inquietudes. La perspectiva historicista libra al arte del canon estético universal heredado del mundo clásico; la preocupación por la ciencia acaba desviándose a los problemas filosóficos y vitales del hombre.