Historia del Siglo XIX: Sufragismo, Revoluciones y el Declive de los Imperios

Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 3,83 KB

El Movimiento Sufragista: La Lucha por los Derechos de la Mujer

En el siglo XIX, en Europa Occidental y Estados Unidos, se desarrolló un movimiento fundamental que luchaba por la igualdad de la mujer: el movimiento sufragista. Su principal objetivo fue la consecución del derecho al voto, pero sus reivindicaciones iban mucho más allá.

Formado principalmente por mujeres de clase media con acceso a la cultura escrita, el movimiento sufragista también demandaba:

  • Acceso a la educación.
  • Ocupar los mismos trabajos que los hombres, con el mismo salario.
  • Derecho a controlar sus finanzas y sus propiedades.
  • Derecho al divorcio.
  • Control de la natalidad.

El sufragio femenino fue finalmente conquistado en los países democráticos durante la primera mitad del siglo XX, marcando un hito en la historia de los derechos civiles.

Las Revoluciones de 1848: La Primavera de los Pueblos

En 1848, una nueva oleada revolucionaria sacudió Europa, caracterizándose por un mayor carácter democrático y social. Sus causas principales fueron:

  • La crisis económica iniciada en 1847.
  • La actividad de los círculos liberales y nacionalistas.
  • Las aspiraciones de la pequeña burguesía y de los trabajadores.

En Francia, esta revolución dio origen a la Segunda República y afianzó el sufragio universal masculino. Rápidamente, la revolución se extendió por Europa con un fuerte componente nacionalista:

  • En Italia, anticipó el proceso de unidad nacional.
  • En el Imperio Austriaco, donde fue abolida la servidumbre campesina.
  • En los estados alemanes, donde el estado prusiano y el parlamento iniciaron el camino hacia la unificación.

La Política Exterior de Napoleón III: Ambición y Caída del Segundo Imperio

Napoleón III participó activamente en la política italiana, donde sostuvo el poder temporal del Papa e, inicialmente, apoyó la causa del Piamonte. Desarrolló una política imperialista que le dio frutos en el norte de África e Indochina.

Su fracaso principal fue el intento de evitar la formación de una poderosa Prusia, fortalecida tras su victoria sobre Austria en Sadowa. La tensión entre franceses y prusianos se incrementó por las pretensiones de Napoleón y por la excusa de un incidente diplomático.

La guerra estalló en 1870, y los franceses fueron derrotados. La paz firmada con Alemania significó:

  • La pérdida de Alsacia y Lorena.
  • El pago de indemnizaciones.

La derrota en la Guerra Franco-Prusiana supuso la desaparición del Segundo Imperio Francés y la proclamación de la Tercera República.

La Debilidad del Imperio Otomano: El "Hombre Enfermo de Europa"

El Imperio Turco se extendía por gran parte del Mediterráneo oriental y de los Balcanes, pero presentaba una debilidad estructural provocada por:

  • Un sistema político basado en el poder absoluto del sultán.
  • La quiebra económica que sufría el Imperio.
  • La complejidad étnica y religiosa de su población.
  • Las aspiraciones territoriales de otras potencias.

Estas debilidades le habían obligado a aceptar la independencia griega y las autonomías de Serbia, Valaquia y Moldavia.

En 1875, el Imperio Otomano volvió a enfrentarse con Rusia por el apoyo de esta a la insurrección de Bosnia y Bulgaria. La derrota otomana llevó al Congreso de Berlín, que concedió la independencia a Serbia, Montenegro y Rumanía, y otorgó al Imperio Austro-Húngaro la administración de Bosnia-Herzegovina.

Entradas relacionadas: