Historia de Roma: Reyes, Cónsules y Emperadores

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La Fundación de Roma y la Monarquía

La ciudad de Roma, así como yo oí, la fundaron y dominaron desde el principio los troyanos, quienes dirigidos por Eneas, vagaban errantes sin asentamiento fijo, y junto a estos los aborígenes, raza de hombres agreste, sin leyes, sin gobierno, libre e independiente. De este modo, en poco tiempo, una multitud diversa y errante se había hecho ciudad por la concordia.

Rómulo

Rómulo, fundada la ciudad a la que llamó Roma a partir de su nombre, acogió en la ciudad a una multitud de pueblos vecinos, y eligió cien de entre los de más edad, a los que nombró senadores a causa de su avanzada edad. Entonces, al no tener mujeres él mismo y su pueblo, invitó a un espectáculo a los pueblos vecinos de la ciudad de Roma y raptó a sus muchachas.

Numa Pompilio

Sucede a Rómulo Numa, a quien los romanos solicitaron a causa de su hondo sentido de la religión. Él enseñó los ritos sagrados y ceremonias y todo culto a los dioses. Él instituyó los pontífices, los augures y el resto de sacerdocios y distribuyó el año en doce meses. Finalmente, sometió al indómito pueblo hasta tal punto que llevaba el mando con un sentimiento religioso y con justicia.

Tarquinio Prisco

Después Tarquinio Prisco accedió al trono. Éste duplicó el número de senadores, edificó el circo en Roma e instituyó los Juegos romanos, que permanecen en nuestra memoria. Él mismo venció además a los sabinos y fue el primero en entrar triunfante en la ciudad. Hizo muros y cloacas, y comenzó el Capitolio. En el trigésimo octavo año de reinado fue asesinado por los hijos de Anco, rey este, al que él mismo había sucedido.

Tarquinio el Soberbio

Pues, habiendo violado su hijo a Lucrecia, la más noble y a la vez virtuosa mujer, esposa de Colatino, y habiéndose quejado ella de la injuria ante su marido, padre y amigos, se suicidó a la vista de todos. Por esta causa, Bruto instigó al pueblo y arrebató el poder a Tarquinio. Así, Roma fue gobernada por siete reyes en 243 años.

La República

A partir de este momento comenzaron los cónsules, en lugar de un rey, dos, creados por este motivo: para que si uno quisiera ser malo, el otro, teniendo un poder semejante lo reprimiera. Y se determinó que no tuvieran el poder más de un año para que no se volvieran demasiado prepotentes por la larga duración de su poder, sino que fueran siempre moderados, para que fueran conscientes de que ellos después de un año volverían a ser simples ciudadanos.

Ya en primer lugar la juventud, en cuanto era capaz de soportar una guerra, aprendía en el campamento la práctica de la milicia a través del esfuerzo y tenían más pasión por las relucientes armas y los caballos de guerra que por las prostitutas y los banquetes. Así pues, para tales hombres el esfuerzo no era extraordinario, ningún lugar era escabroso o arduo, ningún enemigo armado era digno de temer.

Aníbal

Aníbal era él mismo, con gran diferencia, el primero de los jinetes y de los soldados de infantería. Iba al combate en primera línea; una vez trabado combate, se retiraba el último. A estas virtudes tan grandes de este hombre las igualaban grandes vicios: crueldad inhumana, perfidia más que púnica, nada respetuoso con la verdad, nada con lo sagrado, ningún miedo a los dioses, ningún juramento, ningún escrúpulo religioso.

Aníbal, tras dejar en Hispania a su hermano Asdrúbal, cruzó el Pirineo. Se abrió camino a través de los Alpes, intransitables todavía por esta parte. Se dice que llevó a Italia 80 mil soldados de infantería, 10 mil de caballería y 37 elefantes. Mientras, muchos ligures y galos se unieron a Aníbal. Sempronio Graco transladó el ejército desde Sicilia a Rímini.

Viriato

Viriato fue asesinado por los suyos, después de haber agitado las provincias de Hispania contra los romanos durante 14 años. Primero fue pastor, luego jefe de bandidos, finalmente incitó a la guerra a tantos pueblos que era considerado como el libertador de Hispania frente a los romanos. Y al pedir sus asesinos una recompensa al Cónsul Cepión, se respondió que nunca les había agradado a los romanos que los generales fueran asesinados por sus propios soldados.

Sertorio

Siendo cónsules Marco Emilio Lepido y Quinto Catulo, al haber apaciguado Sila el estado, estallaron nuevas guerras. Pues Sertorio, que había sido del partido de Mario, temiendo correr la misma suerte de los demás, que habían sido ejecutados, incitó a las provincias de Hispania a la guerra. Por último, al octavo año, fue asesinado por los suyos.

Espartaco

Así pues, 74 gladiadores -bajo el mando de Espartaco, Crixo y Enomao- después de romper las puertas de la escuela de Capua, huyeron. Y, viajando por Italia organizaron una guerra casi tan importante como la que Aníbal había promovido. Pues, vencidos muchos generales y al mismo tiempo dos cónsules romanos, reunieron un ejercito de casi setenta mil hombres armados.

Catilina

Catilina, nacido de noble linaje, estuvo dotado de gran fuerza, no sólo de espíritu sino también de cuerpo, pero de carácter malo y depravado. Su cuerpo sufría de hambre, de frío, de insomnio, más de lo que alguien podría imaginar. Su espíritu era audaz, taimado, inconstante, capaz de fingir y disimular cualquier cosa, ambicioso de lo ajeno, pródigo de lo suyo, ardiente en sus deseos; suficiente elocuencia, poca sabiduría.

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