Historia de Roma: Conflictos, Expansión y las Reformas de los Graco
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Historia de Roma: Periodización
- Monarquía (753 – 509 a.C.)
- República (509 – 27 a.C.)
- Imperio (27 a.C. – 476 d.C. [Occidente] / 1453 d.C. [Oriente])
Las Guerras Púnicas: El Conflicto con Cartago
La Segunda Guerra Púnica (219 – 201 a.C.)
Durante este periodo, en Cartago se generó un profundo resentimiento debido a la pérdida de poder (anteriormente eran la principal potencia marítima). Los hijos de Amílcar Barca, Aníbal y Asdrúbal, fueron criados con la idea de que Roma era la causante de su crisis. Por ello, Aníbal desarrolló desde pequeño la idea de vengarse de Roma.
Cartago atacó y destruyó Sagunto, una ciudad aliada de Roma. Roma consideró esto una amenaza, ya que estaban rompiendo el tratado de paz, y declaró la guerra. Aníbal sobrepasó los límites y llegó a la península itálica. Cuando llegó, ya había perdido muchos hombres, por lo que se dirigió al sur y pidió ayuda a Asdrúbal, quien se encontraba en la península ibérica.
En Roma, Escipión (un gran soldado) fue nombrado jefe militar. Roma venció a Asdrúbal en Hispania y conquistó la región. Mientras tanto, Escipión decidió atacar Cartago, que se encontraba sin ejército. Asdrúbal regresó a Cartago para defenderla. La batalla decisiva tuvo lugar en Zama (ciudad cartaginesa), donde Roma resultó victoriosa.
El tratado de paz establecido dictaminó que Cartago ya no podía tener un ejército y, si necesitaba ayuda, debía solicitarla a Roma.
Tras la batalla, Escipión fue apodado “Escipión el Africano”. Cartago quedó muy debilitada, especialmente desde el punto de vista económico, ya que debía pagar una enorme deuda. Numidia (aliada de Roma) atacaba constantemente a Cartago.
La Tercera Guerra Púnica y la Destrucción de Cartago
Al terminar de pagar la deuda, los cartagineses decidieron que las condiciones de paz habían finalizado y formaron un ejército. Al hacerlo, Roma les advirtió que estaban violando el tratado, lo que ameritaba una tercera guerra. Cartago rogó evitar el conflicto y prometió acatar las órdenes.
Roma les exigió que destruyeran su propia ciudad y se mudaran lejos de la costa. Cartago se negó, ya que vivían de su propia economía costera. Roma asedió Cartago (146 a.C.), y la ciudad resistió cuanto pudo. Finalmente, Roma entró, la destruyó y llevó a los sobrevivientes como esclavos. Roma agregó África a su dominio.
Nota: Durante el transcurso de esta guerra, Roma también conquistó Grecia.
La Crisis Social y las Reformas Agrarias (Siglos II – I a.C.)
Este periodo estuvo marcado por momentos de conflicto entre los Populares y los Optimates (la facción patricia conservadora). En las grandes tierras, los terratenientes tenían gente que trabajaba para ellos. A partir de la expansión, comenzaron a tener esclavos, que trabajaban gratis. Esto generó la acumulación de riquezas y un aumento de la gente sin trabajo.
Los Populares querían implementar reformas, pero los Optimates se oponían, ya que poseían las tierras y las riquezas.
Las Reformas de Tiberio Graco
En 133 a.C., Tiberio Graco fue elegido tribuno de la plebe. Intentó imponer la Ley Sempronia, que proponía distribuir el ager publicus (la tierra pública).
La ley establecía dos puntos principales:
- Se debía poner un límite a la cantidad de tierras que podían poseer los patricios (con la posibilidad de expansión si tenían hijos).
- Al establecer el límite, se repartiría el resto a quienes no tenían tierras.
Esto disgustó al partido senatorial, que convenció al otro tribuno de la plebe, Octavio, para que vetara la ley. Tiberio pidió la destitución de Octavio porque estaba violando su cargo (proteger los intereses de la plebe). Finalmente, la ley se aprobó, pero no se cumplió por falta de dinero.
En 133 a.C., Tiberio se postuló para la reelección (algo que no estaba permitido, ya que el cargo era anual). El Senado ordenó su muerte, considerando que el asesinato era un acto a favor de los principios de la República.
Las Reformas de Cayo Graco
Diez años después, en 123 a.C., apareció su hermano Cayo Graco (popular), quien fue electo tribuno. Cayo impuso la ley agraria para distribuir la tierra y poblar las colonias. Intentó quitarle poder al Senado y dárselo a los caballeros (una pequeña nobleza de comerciantes enriquecidos que vivían de su trabajo).
También intentó dar la ciudadanía a los latinos y más derechos a los itálicos, pero esta propuesta no fue aprobada ni por la plebe. Todo el pueblo se opuso, ya que lo único que tenían era la ciudadanía, y no querían que los latinos la tuvieran también.