Historia de los pueblos celtas, íberos y la romanización en la península Ibérica
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Los pueblos celtas y los íberos en la península Ibérica
Los pueblos celtas se ubican en el noroeste de la península Ibérica en el 1000 a.C, desarrollando una economía agropecuaria cultivando cebada y practicando la ganadería. Importaban caballos, trabajaban la cerámica y fabricaban instrumentos. Hablaban un idioma indoeuropeo y no conocían ni la moneda ni la escritura. Los agricultores eran sedentarios y vivían en castros, mientras que los ganaderos practicaban el nomadismo. La explotación minera fue muy importante, fundamentalmente estaño y oro. Los íberos estaban más desarrollados que los celtas, eran pueblos primitivos y trajeron el uso del hierro y conocieron un mayor desarrollo económico y cultural. Habitaban en zonas de fácil defensa, su economía era agrícola basada en los cereales y cultivaban plantas de uso textil. Los íberos desarrollaron una actividad comercial llegando hasta acuñar su propia moneda, lo que favoreció el desarrollo del urbanismo y la escritura. Explotaron las minas y desarrollaron la metalurgia. Su organización política estaba bastante desarrollada y el desarrollo cultural fue destacable.
1. Romanización
- Es un proceso en el que los pueblos de la Península Ibérica, tras la conquista romana del siglo II al siglo V a.C, incorporaron la lengua latina, creencias, el derecho y costumbres de la civilización romana.
- La lengua latina se difundió por todo el imperio como lengua de cultura y como lengua hablada, imponiéndose a las lenguas autóctonas. Se extendió el uso del Derecho romano que regulaba tanto las relaciones privadas como las instituciones políticas y su funcionamiento.
- La integración de Hispania muestra de que nuestro territorio fue cuna de intelectuales como Séneca y de emperadores como Adriano. El culto de los dioses romanos está basado en la tríada capitolina, como el culto imperial que dio cohesión a las provincias romanas. A partir del siglo III a.C, el cristianismo se difundió por Hispania y fueron perseguidos hasta la proclamación del edicto de Milán en el siglo IV a.C. Uno de los elementos más significativos fue el establecimiento de un sistema urbano. Los romanos ocuparon ciudades existentes y fundaron otras como Tarraco. Y por último, las ciudades conectaban a través de calzadas, construyéndose siguiendo el modelo urbano de Roma con trazado en cuadrícula a partir de 2 calles principales, el cardo y el decumano que se cruzaba en un espacio central en el que se situaba el foro. En ellas se implantó un régimen municipal: curia y magistrados.
2. Pintura cantábrica y levantina
- Hace 30000 a.C en la península Ibérica poseían gran número de cuevas que conservan pinturas y grabados en la zona cantábrica. Destacan Tito Bustillo y Altamira. Se trata de un arte figurativo en el que destacan los animales (bisontes y jabalíes) pintados con técnica naturalista. Las figuras se hallan sin formar escenas pero presentan efectos de volumen y movimiento. Aparece la policromía: en el que predominan el color negro y colores ocres al contrario de la levantina y no aparece la figura humana pero si animales.
- En la zona levantina hay pinturas halladas en abrigos al aire libre como los de El Cogul y Albarracín en el 10.000-5000 a.C. Se representan escenas de carácter narrativo como las cacerías con proliferación de figuras humanas en movimiento y esquematizadas. Las figuras utilizan la monocromía que eran los colores planos el rojo y el negro. Los animales que se representan son ciervos y vacas. Las pinturas rupestres estaban relacionadas con prácticas y creencias mágicas. Además se han encontrado el arte mobiliar.
3. Evolución política del Al-Ándalus
El califato de Córdoba (929-1031)
En el siglo X, el emirato cordobés tuvo una grave crisis. Las divisiones internas y las amenazas de unos reinos cristianos fueron los problemas más importantes. Con una solución, Abderramán III proclama el califato independiente de Córdoba, y se independizara en lo religioso del califato de Bagdad. Es un periodo de paz y de máximo apogeo económico, militar, político y cultural de Al-Ándalus. El final del califato, hacia el año 1000, se inició un periodo de pérdida del poder efectivo de los califas. Estos se conservaron un poder simbólico, ya quien gobernaba era Almanzor. A su muerte, Al-Ándalus comenzó a desintegrarse en multitud de reinos de taifas.
Las taifas y las invasiones bereberes (1031-1232)
La desintegración del califato dio lugar a más de una veintena de pequeños estados independientes que se llaman reinos de taifas. La desunión debilitó a Al-Ándalus y las taifas fueron parias a los cristianos para evitar ataques. Es un momento de debilidad política pero de prosperidad económica y cultural.
Los Almorávides (1086-1144)
El empuje cristiano era mayor, lo que provocó que Alfonso IV conquistara Toledo. Las taifas llamaron en su ayuda a los Almorávides que habían formado un imperio en el Magreb y capital en Marrakech. Los Almorávides unificaron Al-Ándalus, pero cuando perdieron el poder, comenzaron la fase de los segundos reinos de taifas.
El ámbito territorial y características de cada sistema de repoblación, causas y consecuencias
Grandes etapas y causas generales que conducen al mapa político de la península Ibérica
Primera etapa. Siglo VIII-X: La formación de los reinos cristianos
La conquista musulmana se frenó a las cordilleras cantábrica y pirenaica donde se formaron unos núcleos: A. Los reinos y condados occidentales: aquí se refugiaron los hispanos visigodos y en el año 722 vencieron en la batalla de Covadonga a los musulmanes. Esta victoria les permitirá crear el reino de Asturias y reivindicarse como herederos de la legitimidad visigoda. En el siglo X fue aprovechada la debilidad de los emires cordobeses para expandirse hasta el valle del Duero y para su mejor control se trasladó la capital a León (914), con lo que el reino pasó a llamarse Reino de León. Para defender la meseta se creó el condado de Castilla dependiente del reino de León hasta que Fernán González proclamó su independencia en el 927. B. Los reinos y condados orientales: entre el Ebro y los Pirineos, Carlomagno creó la Marca hispánica y encomendó la gestión de esos condados pirenaicos, a condes, a francos y a autóctonos. En los siglos IX y X, navarros, catalanes y aragoneses se van independizando de los reyes francos: 817 se crea en Jaca el condado de Aragón; en 830 el reino de Pamplona y en el 987 los condados catalanes con el de Barcelona a la cabeza, se independizaron de los francos.
Segunda etapa. Siglos XI-XIII: el avance cristiano
En el siglo X, la expansión cristiana se centró en los territorios musulmanes, se conoce como reconquista y se exponen los hitos más importantes en ambas coronas: la corona de Castilla Fernando l dominó toda la cuenca del Duero y Alfonso VI tomó Toledo hasta el Tajo. La batalla de las Navas de Tolosa en 1212 supuso la apertura del valle de Guadalquivir para los reyes castellanos-leoneses. La corona de Aragón será Jaime I quien ocupe Baleares y el Reino de Valencia con estas nuevas conquistas, la corona de Aragón fue integrada por Baleares, Aragón, Valencia y Cataluña.