Historia de la Prensa Sensacionalista en Estados Unidos: Orígenes y Evolución
Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia
Escrito el en español con un tamaño de 4,97 KB
La Prensa de Referencia y el Surgimiento del Periodismo de Masas
Los periódicos de referencia se consideran referentes en el país. Normalmente, suelen pertenecer a grandes grupos de comunicación y cumplen tres funciones principales:
- Son plataformas privilegiadas para dar a conocer a grandes líderes políticos, instituciones, etc.
- Sirven como referencia imprescindible para el resto de los medios, tanto escritos como visuales.
- Permiten a otros países conocer la realidad del lugar donde se edita el medio.
Frente a este tipo de prensa, surgió la prensa popular y la sensacionalista. Es importante destacar que España no tuvo este tipo de prensa en sus inicios, a diferencia de su origen en EE. UU.
EE. UU.: El Origen de la Prensa Sensacionalista
La prensa anglosajona fue la primera en acceder a un periodismo de masas, pues sus naciones fueron las primeras en alcanzar un régimen democrático. Ya en el siglo XVII, el Reino Unido permitía cierta libertad de prensa, mientras que EE. UU. la reconoció desde su fundación en 1776.
Los periódicos en EE. UU. comenzaron en la época colonial como hojas de una página en las que se encontraban, sobre todo, anuncios de llegadas y salidas de barcos, y noticias atrasadas de Europa. El control gubernamental de los periódicos durante la época colonial dio lugar a movimientos sociales contra dichas prácticas autoritarias de la metrópoli. El movimiento anticolonial fue clave para la consagración de la libertad de prensa.
Bajo esta libertad de prensa nacieron numerosos diarios, lo que conllevó un inevitable incremento de la competencia entre ellos. Esta situación de competencia provocó la implementación de novedades periodísticas en la búsqueda de nuevos lectores y una significativa reducción del precio de los diarios.
El Nacimiento del "Penny Press"
En 1833, Benjamin Day creó el periódico New York Sun. Bajó el precio a un centavo, consiguiendo así llegar a un elevado número de lectores, incluyendo las clases más bajas. Logró vender más que todos los periódicos juntos. Este periódico fue uno de los primeros diarios que se dirigió al ciudadano común y no solo a las clases instruidas. Ofrecía informaciones de interés humano, tales como chismes, noticias policiacas, catástrofes, etc. Debido a su gran éxito, lógicamente, aparecieron otros periódicos con esta misma línea sensacionalista, como el New York Morning Herald, fundado por Gordon Bennet en 1835.
La Edad de Oro y la Prensa Amarilla
En la segunda mitad del siglo XIX se inició el periodo dorado de la prensa de Nueva York. Triunfaron los periódicos populares con tiradas espectaculares. Alejado de la prensa sensacionalista, en los años 50 surgió el conocido New York Times, fundado por Henry Raymond.
A partir de 1880, surgió la Prensa Amarilla (Yellow Kid), con ella hubo una gran innovación formal y de contenidos (se empezaron a incluir grandes titulares, suplementos y secciones específicas de deporte, para la mujer, etc.).
La Rivalidad Pulitzer-Hearst y la Consolidación de la Prensa Amarilla
La segunda generación de prensa de masas apareció con el periódico New York World, fundado por Joseph Pulitzer, una gran figura del periodismo. Aplicó todo lo anterior y, además, fue el pionero en incluir el color, tiras cómicas, etc. Su periódico se constituyó como representante de los derechos del lector. Era fácil de leer y costaba dos centavos. Su fórmula funcionó y, por ese motivo, otros siguieron su estilo. Así, en la década de los noventa, entró en el mercado de la prensa neoyorquina un duro competidor: William Randolph Hearst, con el diario New York Journal.
Pulitzer y Hearst se enzarzaron en una batalla por conseguir el mayor número de lectores posible y, para ello, recurrieron a un estilo sensacionalista muy acusado, en el que sus noticias, con demasiada frecuencia, no se correspondían con la realidad. La competencia entre ambos fue muy dura, y Hearst arrebató a su rival no solo lectores, sino también personal de su plantilla. Entre ellos se encontraba Richard F. Outcault, creador del famoso cómic Yellow Kid, el chico amarillo, que durante un tiempo había publicado una tira en la edición dominical del New York World. Pulitzer contraatacó contratando a otro dibujante que publicaría otra tira cómica que se llamaría igualmente Yellow Kid.
Este insólito hecho fue el que motivó que la prensa más seria del momento, como el New York Times, calificara de "amarilla" a este tipo de prensa: aquella donde el sensacionalismo primaba por encima de la profesionalidad.