Historia y Legado de la Antigua Grecia: Épocas Clave y Rasgos Culturales

Enviado por Chuletator online y clasificado en Griego

Escrito el en español con un tamaño de 4,82 KB

Las Épocas de la Antigua Grecia

La historia de la Antigua Grecia se divide tradicionalmente en varias épocas:

Época Arcaica (mediados del siglo VII a.C. - 476 a.C.)

Este periodo se caracteriza por la aparición de los tiranos, figuras que asumieron el poder en numerosas polis con el apoyo del demos, en oposición a los aristócratas terratenientes. Su ascenso revela la creciente importancia de la artesanía y el comercio. Más tarde, durante las Guerras Médicas (500-476 a.C.), los estados griegos continentales lograron derrotar al vasto Imperio Persa, forzándolo a renunciar a su expansión por Europa. Atenas emergió de este conflicto como la principal potencia.

Época Clásica (476 a.C. - 323 a.C.)

Inicia con la reconstrucción de las murallas de Atenas y culmina con la muerte de Alejandro Magno. Este periodo se distingue por la supremacía ateniense, que controlaba la Liga Délica y su Tesoro, llegando a incluir a 400 ciudades-estado. Durante esta etapa, la democracia se consolidó. Sin embargo, la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.) vio a Esparta y sus aliados derrotar a Atenas. Finalmente, el reino de Macedonia, un estado helenizado, predominó bajo el liderazgo de Filipo II (359-336 a.C.) y su hijo, Alejandro Magno. Este último conquistó el Imperio Persa, extendiendo su dominio desde Egipto hasta la India.

Época Helenística (323 a.C. - 31 a.C.)

Se extiende desde la muerte de Alejandro Magno hasta la batalla naval de Accio (31 a.C.), donde Octavio Augusto derrotó a Marco Antonio, incorporando definitivamente el Mediterráneo Oriental al Imperio Romano. Son los tiempos de los reinos helenísticos de los Diádocos, resultado del reparto del Imperio de Alejandro entre sus generales: Ptolomeo en Egipto, Seleuco en Mesopotamia y Persia, entre otros. Estos reinos fueron fundamentales para la expansión de la cultura y el arte griego por Oriente. Durante este periodo, la influencia de Roma en Grecia se hizo cada vez mayor.

Rasgos Esenciales de la Cultura y el Arte Griego

La civilización griega se distingue por características fundamentales que moldearon su cultura y arte:

La Polis: Centro de la Vida Griega

Uno de los elementos clave para comprender la cultura griega es su organización sociopolítica: la Polis. El concepto de polis se refiere a una ciudad-estado, es decir, un conjunto de ciudades independientes que, a pesar de su autonomía, compartían una cultura, una religión y un sentimiento panhelénico común. Era una agrupación de ciudadanos, en contraste con los grandes imperios de súbditos; una organización más pequeña, simple, pero percibida como más perfecta y humana.

Una Religión Humanizada y Racional

Otro rasgo determinante fue su religión, que carecía de dogma y fe, no tenía un clero profesional y, sobre todo, se basaba en el libre albedrío del ser humano. Fue un elemento cohesionador crucial para las polis y el futuro sentimiento panhelénico. Sin embargo, era una religión humanizada, con dioses que poseían vicios y virtudes humanas. Esta particularidad permitía la investigación racional y lógica, e incitaba al arte y a la belleza, ya que no ofrecía soluciones a problemas de conocimiento.

Antropocentrismo: El Ser Humano como Medida

Las creaciones intelectuales, literarias y artísticas griegas representaron un cambio considerable, arraigado en su concepción del cosmos y del ser humano. Era una cultura antropocéntrica, donde “el ser humano es la medida de todas las cosas” (Protágoras). Por ello, la realidad era considerada inteligible, y la razón humana podía comprenderla. Una consecuencia evidente de estas ideas para el arte fue la desaparición del colosalismo característico del arte egipcio y mesopotámico.

La Búsqueda de la Belleza Ideal y la Armonía

Un aspecto relevante de la cultura y el arte griego fue su búsqueda constante de la belleza ideal, que se expresaba a través del orden, la armonía y el canon. En este último radica la noción griega de la belleza: se perseguía una belleza ideal no por ser superior a lo humano, sino por ser más plenamente humana, aunque superior al individuo, libre de los límites y el desorden que introduce el mundo imperfecto (Platón). Esta belleza se encontraba, naturalmente, en una proporción más correcta de las partes, ya fuera del cuerpo humano, de un edificio o de una sociedad.

La cultura y el arte griego han perdurado hasta nuestros días en el mundo occidental, transmitiéndose a través de las culturas romana, bizantina y medieval. Desde el Renacimiento, su valor se revalorizó hasta tal punto que constituyó, durante varios siglos, un modelo ideal.

Entradas relacionadas: